Cólico equino: la principal causa de muerte

El cólico del caballo es uno de los problemas de salud más temidos por los propietarios. Al ser la principal causa de mortalidad equina, requiere una atención especial y un conocimiento profundo. En este artículo, exploraremos los agentes infecciosos responsables, los síntomas, los métodos de diagnóstico, los tratamientos disponibles y los medios de prevención para ayudarle a proteger a sus caballos de esta dolorosa afección.

¿Qué es el cólico?

El cólico del caballo es principalmente el resultado de una disfunción digestiva y no está causado por un agente infeccioso específico. El término se refiere al dolor abdominal causado por diversos problemas en el tracto digestivo. Las características anatómicas del caballo, como su intestino delgado muy largo y móvil y su incapacidad para vomitar, lo hacen especialmente propenso a los cólicos. Las causas incluyen obstrucciones intestinales, torsiones y desplazamientos.

Los cólicos pueden dividirse en varias categorías:

  • cólicoespasmódico, causado por contracciones intensas de las paredes intestinales ;
  • cólicooclusivo, debido a la acumulación de alimentos que forman una obstrucción
  • el cólicogaseoso, debido a una producción excesiva de gases ;
  • y el cólico inflamatorio, a menudo causado por úlceras gástricas.

Aunque puede haber cólicos de origen no digestivo, como la torsión uterina o los cálculos en la vejiga, esto es mucho menos frecuente. El cólico es, por tanto, un síndrome complejo con síntomas muy variados. Requieren una vigilancia constante por parte de propietarios y veterinarios.

¿Cuáles son los síntomas de los cólicos?

Los síntomas del cólico del caballo varían en función de la tolerancia al dolor y de la gravedad de la situación. Se clasifican en etapas, lo que permite evaluar rápidamente la urgencia.

  • Fase 1: Sin dolor. En esta fase, el caballo puede no mostrar signos aparentes de dolor, pero es esencial vigilarlo.
  • Fase 2: Dolor leve. Los síntomas incluyen disminución del apetito, rascarse en el suelo, tumbarse con frecuencia y mirarse los flancos.
  • Fase 3: Dolor moderado. El caballo se agita, se da palmadas en el vientre con las patas traseras, se tumba y se revuelca con frecuencia.
  • Fase 4: Dolor intenso. El caballo suda profusamente, respira con dificultad y rapidez y se tira al suelo para revolcarse.
  • Fase 5: Depresión grave. En esta fase, el caballo deja de moverse debido a la intensidad del dolor.

Cada caballo puede expresar el dolor de forma diferente. Algunos pueden mostrar sólo una ligera disminución del apetito o signos sutiles. Otros pueden mostrar síntomas graves, como sudoración profusa y coloración violácea de las mucosas, signo de extrema gravedad. Es necesario extremar la vigilancia para detectar estos signos e intervenir rápidamente.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad?

El diagnóstico del cólico equ ino es crucial para intervenir con rapidez y eficacia. El veterinario desempeña un papel fundamental en este proceso.

Ante los primeros signos de cólico, es aconsejable ponerse en contacto con un veterinario. Mientras se espera la llegada del veterinario, conviene pasear suavemente al caballo para estimular el tránsito y evitar que se tumbe, lo que podría empeorar la situación.

El veterinario empezará por recabar información detallada: inicio y forma de los síntomas, cambios recientes en la dieta o el entorno, historial médico y tratamientos recientes.

El examen clínico incluye una evaluación de la temperatura corporal, elestado de deshidratación, la coloración de las mucosas, la frecuencia cardiaca y respiratoria y los ruidos digestivos.

Los exámenes específicos pueden incluir palpación transrectal para detectar anomalías en el tamaño, la posición y la movilidad de los órganos, y sondaje nasogástrico para evaluar el contenido del estómago y administrar tratamiento si es necesario. La ecografía puede complementar la palpación transrectal para confirmar el desplazamiento del colon o detectar la presencia de líquido abdominal. Puede utilizarse una sonda nas ogástrica para evaluar el contenido del estómago y comprobar si hay reflujo.

Estos diagnósticos ayudan a evaluar la gravedad del cólico y a orientar el tratamiento más adecuado.

¿Qué tratamientos existen?

En caso de cólico digestivo, debe retirarse inmediatamente el acceso a la comida para evitar la acumulación de pienso. Pasear al caballo estimula el tránsito intestinal y evita que se revuelva, lo que podría agravar la situación.

Para aliviar el dolor, el veterinario administra antiinflamatorios. En caso de deshidratación, se administra al caballo un goteo para rehidratar el tubo digestivo. Si es necesario, se realizan análisis de sangre para determinar la urgencia y la necesidad de una intervención quirúrgica.

En caso de torsión, invaginación intestinal o hernia, puede ser necesaria una intervención quirúrgica de urgencia. Estas operaciones son delicadas y costosas, y requieren una evaluación precisa de las posibilidades de éxito y los costes que conllevan antes de decidir llevarlas a cabo.

El tratamiento del cólico se basa en una intervención rápida y adecuada, que garantice el mejor pronóstico para el caballo.

¿Qué se puede hacer para prevenir los cólicos?

La prevención de los cólicos en los caballos se basa en una buena gestión de la explotación y unos cuidados adecuados.

La dieta debe dividirse en varias comidas para respetar la fisiología digestiva del caballo. La transición de una dieta a otra debe ser gradual. El pastoreo también debe gestionarse adecuadamente para limitar la ingesta de tierra o arena.

La ubicación y el estilo de vida deben incluir salidas diarias para los caballos estabulados y una gestión adecuada de las transiciones de estabulación a pasto en relación con la alimentación.

El nivel de actividad debe adaptarse en función de los niveles de actividad para evitar desequilibrios. También es crucial limitar el estrés y el aburrimiento distribuyendo heno o forraje para mantener al caballo ocupado.

Los cuidados anuales incluyen un programa regular de desparasitación y un cuidado dental adecuado. El acceso constante a agua fresca y limpia es esencial, especialmente durante los cambios de temperatura.

Estas buenas prácticas, combinadas con una vigilancia adicional, pueden reducir significativamente el riesgo de cólicos y garantizar una mejor salud digestiva de su caballo.

Aliviar a su caballo con fitoterapia

El cólico digestivo en los caballos es una situación de urgencia que requiere una consulta veterinaria inmediata y, a veces, una intervención quirúrgica, como en el caso de una obstrucción intestinal causada por un lipoma pediculado en caballos de edad avanzada. Sin embargo, para las impactaciones menos graves, la fitoterapia puede ser una solución interesante. Los objetivos del tratamiento son restablecer el tránsito y aliviar el dolor abdominal. Las plantas medicinales con propiedades antiespasmódicas, antiinflamatorias y laxantes se utilizan habitualmente para tratar y prevenir las impactaciones. También es esencial complementar el tratamiento con prebióticos y probióticos para restaurar y estabilizar la flora intestinal.

La manzanilla silvestre (Matricaria recutita) es una planta herbácea con propiedades antiespasmódicas y antiinflamatorias. Sus principales componentes, las lactonas sesquiterpénicas y los flavonoides, ayudan a tratar afecciones gastrointestinales como los espasmos y las enfermedades inflamatorias.

El jengibre (Zingiber officinale) es una planta utilizada por sus propiedades carminativas, antiinflamatorias y antiespasmódicas. Los gingeroles que contiene inhiben los mediadores proinflamatorios, por lo que es un excelente remedio contra las náuseas y los espasmos gastrointestinales.

El llantén de la India (Plantago ovata), también conocido como psilio, contiene una gran cantidad de mucílago. Esto le confiere propiedades laxantes. Cuando se trata el estreñimiento, forma un gel en el tracto gastrointestinal. Este gel estimula la motilidad intestinal y favorece la eliminación de arena.

Deja un comentario