La microbiota intestinal, clave en la salud y la enfermedad

La microbiota intestinal, un complejo ecosistema formado por miles de millones de microorganismos, desempeña un papel fundamental en nuestra salud. Numerosos estudios científicos han puesto de relieve su influencia en diversas patologías, desde las enfermedades cardiovasculares y los trastornos neurológicos hasta el cáncer y la diabetes.

¿Cómo influye este ecosistema invisible en nuestro bienestar? ¿Podemos prevenir ciertas enfermedades cuidando nuestra microbiota? Este artículo explora los vínculos entre microbiota y salud a través de los descubrimientos más recientes.

La microbiota intestinal y las enfermedades crónicas

La microbiota intestinal, verdadero ecosistema vivo, influye en numerosos procesos biológicos esenciales. Su desequilibrio, conocido como disbiosis, puede contribuir al desarrollo de diversas enfermedades crónicas. Investigaciones recientes han puesto de relieve el estrecho vínculo existente entre la composición de la microbiota y patologías como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer colorrectal. Comprender estas interacciones abre la vía a nuevos enfoques terapéuticos. Éstos se basan en la modulación de la microbiota para prevenir o aliviar estas afecciones. Exploremos cómo influye este mundo invisible en nuestra salud cotidiana.

El papel de la microbiota intestinal en las enfermedades cardiovasculares (aterosclerosis)

La aterosclerosis, causa de muchas enfermedades cardíacas, se debe en parte a nuestros hábitos alimentarios y a un desequilibrio de nuestra microbiota. Según un estudio realizado por la Université Paris Cité y el Inserm, una dieta rica en grasas y pobre en fibra provoca una inflamación sistémica debida a la migración de células inmunitarias del intestino a las arterias. Esta inflamación agrava la formación de la placa aterosclerótica, aumentando el riesgo de infarto de miocardio e ictus. En vista de ello, una dieta equilibrada rica en fibra parece ser una solución natural para mantener la salud cardiovascular.

Microbiota intestinal y trastornos del espectro autista

Existe un interés creciente por la relación entre la microbiota y el autismo. Un estudio de la Universidad de Arizona, publicado en 2022, reveló que una transferencia de microbiota intestinal de donantes sanos mejoraba significativamente los síntomas de 18 niños autistas. Dos años después del tratamiento, la gravedad de los trastornos gastrointestinales se redujo en un 80% y los síntomas autistas en un 24%. Este avance abre la vía a nuevos enfoques terapéuticos basados en la modulación de la microbiota, en particular mediante probióticos específicos.

Cáncer colorrectal: influencia en la cicatrización postoperatoria

El cáncer colorrectal, segunda causa de muerte por cáncer en Francia, se trata principalmente mediante cirugía. Sin embargo, hasta un 15% de los pacientes operados presentan fugas intestinales en la sutura. Un estudio realizado por la Universidad de Montreal ha demostrado que la composición de la microbiota influye directamente en el proceso de cicatrización. Ciertas bacterias proinflamatorias, como Alistipes onderdonkii kh 33, aumentan el riesgo de complicaciones, mientras que otras, como Parabacteroides goldsteinii kh 35, favorecen la cicatrización. Por tanto, la modificación de la microbiota antes de la cirugía, mediante probióticos y prebióticos específicos, podría mejorar los resultados postoperatorios.

Microbiota y salud mental: el vínculo cerebro-intestino

El vínculo entre el cerebro y el intestino, a menudo denominado eje microbiota-intestino-cerebro, suscita un interés creciente en el ámbito de la salud mental. Numerosos estudios demuestran que la microbiota intestinal influye en nuestras emociones, nuestro estado de ánimo e incluso nuestro comportamiento. Esta relación se basa en complejos intercambios bioquímicos. En ellos intervienen neurotransmisores y metabolitos producidos por las bacterias intestinales. Un desequilibrio en la microbiota puede perturbar estas comunicaciones y contribuir a la aparición de trastornos psicológicos como la depresión o la ansiedad. Descubramos cómo influye esta simbiosis entre el intestino y el cerebro en nuestro bienestar mental.

La microbiota intestinal como factor de depresión

Considerada durante mucho tiempo como un trastorno puramente psicológico, la depresión parece estar estrechamente vincul ada a la microbiota intestinal. En 2020, el Instituto Pasteur, el Inserm y el CNRS demostraron que el estrés crónico modifica la microbiota y provoca una reducción de los endocannabinoides en el cerebro. Estas moléculas, esenciales para regular las emociones, desempeñan un papel similar al del THC, principal componente del cannabis. Su ausencia provoca una caída del estado de ánimo y síndrome de abstinencia.

Psicobióticos y alimentación: un enfoque natural

A la luz de estos hallazgos, los científicos están explorando el uso de psicobióticos (probióticos beneficiosos para el cerebro) como complemento a los tratamientos antidepresivos. Un estudio de la Universidad de Lublin (Polonia) también recomienda una dieta rica en fibra, polifenoles y vitaminas B12 y D. Este enfoque natural, combinado con una actividad física moderada, podría reducir los síntomas de la depresión leve y prevenir las recaídas.

Microbiota, metabolismo y longevidad

La microbiota intestinal desempeña un papel fundamental en la regulación del metabolismo y el proceso de envejecimiento. Al participar en la digestión de los alimentos, la producción de nutrientes y la modulación del sistema inmunitario, contribuye a mantener un equilibrio esencial para nuestra salud. Sin embargo, un desequilibrio en este ecosistema puede favorecer la aparición de trastornos metabólicos como la diabetes de tipo 2 o acelerar el envejecimiento celular. Por el contrario, preservar la diversidad y riqueza de la microbiota podría prolongar la vida en buena salud. Exploremos cómo este pequeño mundo invisible influye en nuestro metabolismo y longevidad.

La microbiota intestinal y la diabetes de tipo 2

La diabetes de tipo 2, que afecta a 3,5 millones de personas en Francia, también se ve influida por la microbiota. Un estudio franco-sueco publicado en Nature en 2020 reveló que las personas con prediabetes o diabetes muestran un agotamiento bacteriano y niveles elevados de propionato de imidazol en la sangre. Los investigadores sugieren que, enriqueciendo la microbiota con probióticos y simbióticos, sería posible reducir los niveles de azúcar en sangre en ayunas y prevenir la aparición de la diabetes. Una dieta basada en productos no procesados y ricos en fibra también desempeña un papel clave en este equilibrio.

Envejecimiento y microbiota intestinal: la clave de una longevidad sana

A medida que envejecemos, la composición de nuestra microbiota cambia, lo que influye en nuestra salud y longevidad. Un importante estudio realizado por el Instituto de Biología de Sistemas (ISB) de Seattle analizó la microbiota de 9.000 personas de entre 18 y 101 años. Los resultados muestran que las personas que envejecen con buena salud tienen una microbiota cada vez más singular. Esta microbiota es capaz de producir metabolitos comoel indol (que prolonga la vida en ratones) y la fenilacetilglutamina (muy común en centenarios). Por tanto, mantener un alto nivel de diversidad bacteriana parece esencial para prevenir las enfermedades relacionadas con la edad y prolongar la vida con buena salud.

El deporte y la microbiota intestinal: una combinación ganadora para la salud

La actividad física también influye en la composición de la microbiota. Una revisión de los estudios realizados por la Universidad de Bari en 2022 muestra que el deporte favorece laeubiosis, un estado de equilibrio de la microbiota.
Sin embargo, un entrenamiento excesivo, sobre todo entre los atletas profesionales, puede alterar este equilibrio(disbiosis) y perjudicar el rendimiento. Para evitar estos desequilibrios, los expertos recomiendan una dieta rica en fibra y, si es necesario, suplementos probióticos.

Conclusión

La microbiota intestinal es un actor clave de nuestra salud, que influye no sólo en las enfermedades crónicas (cardiovasculares, diabetes, cáncer), sino también en nuestro bienestar mental y nuestra longevidad. Recientes descubrimientos científicos están allanando el camino para nuevos enfoques terapéuticos basados en la modulación de la microbiota.
Para preservar este frágil equilibrio, es esencial adoptar una dieta variada, rica en fibra y alimentos fermentados, practicando al mismo tiempo una actividad física regular. Cuidar su microbiota es invertir en su salud a largo plazo.

Fuente:

  • https://www.pasteur.fr/fr/journal-recherche/actualites/explication-effets-du-microbiote-intestinal-notre-organisme
  • https://www.inserm.fr/dossier/microbiote-intestinal-flore-intestinale/
  • https://www.inrae.fr/dossiers/microbiote-intestinal-notre-nouvel-allie-sante

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