Nutella, azúcar y Alzheimer: una verdad escalofriante

Los alimentos ultraprocesados, como bollos industriales, barras de chocolate, cremas para untar, refrescos y bebidas azucaradas, verduras fritas en sartén y algunas carnes cocinadas, están clasificados por NOVA en el nivel 4. Contienen numerosos aditivos, aromatizantes, azúcares en exceso o han sido sometidos a tratamientos destructivos (extrusión, moldeo por soplado, etc.). Uno de los principales ejemplos es una famosa pasta para untar: la Nutella. La Nutella, apreciada por su dulzor y sabor único, es un alimento básico en muchos hogares. Pero tras su aparente inocuidad se esconde una preocupante realidad relacionada con el consumo excesivo de azúcar y sus posibles consecuencias para la salud, sobre todo en relación con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

El impacto del azúcar en la salud cognitiva

La exposición prolongada al azúcar se asocia desde hace tiempo a problemas de salud como la diabetes y la obesidad. Sin embargo, estudios recientes demuestran que el azúcar también puede desempeñar un papel en el deterioro cognitivo y el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer. Consumir demasiado azúcar puede afectar al desarrollo y funcionamiento de nuestro cerebro. Por ejemplo, un consumo elevado de azúcar durante la adolescencia (un periodo de rápido desarrollo cerebral) merma la capacidad de aprendizaje y memoria en la edad adulta. La relación con las bacterias de nuestro intestino también ha quedado demostrada por los cambios en la microbiota, correlacionados con alteraciones en los procesos cognitivos. Un estudio prospectivo de más de 210.000 participantes reveló que el consumo excesivo de azúcar aumenta significativamente el riesgo de demencia y enfermedad de Alzheimer.

Por lo tanto, parece esencial garantizar que los niños y adolescentes consuman una cantidad razonable de azúcar. Por ello,la OMS recomienda limitar el consumo de azúcar a menos del 10% de la ingesta energética diaria total para adultos y niños, o incluso reducirlo al 5% (o 25 gramos, el equivalente a unas 6 cucharaditas).

Nutella y otros productos dulces: ¿un peligro oculto?

La Nutella, aunque deliciosa, contiene grandes cantidades de azúcar. Una porción estándar de Nutella contiene unos 11 gramos de azúcar, casi el 50% de la ingesta diaria recomendada para un adulto medio. El consumo regular de productos ricos en azúcar como la Nutella puede provocar una exposición crónica a altos niveles de glucosa, un factor que contribuye al riesgo de demencia. El exceso de azúcar tiene una serie de efectos en el organismo, entre ellos la fatiga del páncreas, que gestiona la secreción de insulina (una hormona hipoglucemiante), lo que aumenta el riesgo de desequilibrios de la glucemia y las complicaciones asociadas.

El hígado tampoco se queda al margen, ya que convierte la glucosa en glucógeno(glucogenogénesis), pero su capacidad de almacenamiento no es ilimitada; el hígado convierte entonces el exceso de glucosa en ácidos grasos, lo que da lugar a un exceso perjudicial de grasa hepática. En cuanto al intestino, el consumo excesivo de azúcar altera el equilibrio de la microbiota. Sabemos que una alimentación rica en azúcar puede favorecer el crecimiento de ciertas bacterias en detrimento de otras, lo que provoca un desequilibrio(disbiosis). La proliferación de hongos como Candida albicans o de bacterias metanogénicas como Methanobrevibactere se ha relacionado con el consumo de azúcar, con el desarrollo de problemas gastrointestinales y trastornos metabólicos. El impacto en el resto del organismo es visible en términos de sueño, comportamiento, aspecto de la piel, etc. Así pues, el azúcar parece ser realmente un veneno para el organismo, a partir de cierta dosis.

Por ejemplo, comer dos cucharadas de Nutella por la mañana ya representa casi toda la ingesta diaria recomendada de azúcar. Si se añaden otras fuentes de azúcar a lo largo del día, la exposición excesiva se hace inevitable, con efectos deletéreos sobre la salud cognitiva y metabólica.

El vínculo específico entre el azúcar y la enfermedad de Alzheimer

Estudios como el realizado por Sirui Zhang et al han establecido un vínculo claro entre el consumo de azúcar y un mayor riesgo de desarrollar trastornos cognitivos. Sus resultados indican que un consumo elevado de azúcar (medido en gramos al día) se asocia a un mayor riesgo de demencia y enfermedad de Alzheimer. En concreto, el estudio destaca que el consumo de azúcar afecta directamente a la función cerebral, aumentando el riesgo de desarrollar placas amiloides, una de las principales causas del Alzheimer.

Además, los resultados mostraron que los participantes que consumían alimentos ricos en azúcar mostraban signos de un deterioro cognitivo más rápido, lo que confirma los efectos neurodegenerativos del azúcar. La investigación también reveló una relación no lineal entre la ingesta de azúcar y la enfermedad cognitiva, lo que significa que incluso aumentos modestos en el consumo de azúcar podrían exacerbar los riesgos.

La relación entre la diabetes de tipo 2 y la enfermedad de Alzheimer también está bien documentada. Un estudio de la Universidad de Umeå (Suecia) demostró que las personas con diabetes tipo 2 tenían más dificultades para eliminar las proteínas beta-amiloides, que forman las placas características de la enfermedad de Alzheimer. Estas proteínas, combinadas con la hiperglucemia crónica, se acumulan en el cerebro y contribuyen al deterioro cognitivo.

Según este estudio, los individuos con diabetes tienen una menor capacidad para metabolizar correctamente la glucosa, lo que provoca una mayor acumulación de proteínas tóxicas en el cerebro. Esta acumulación puede agravar los síntomas del Alzheimer, sobre todo en personas que consumen regularmente alimentos ricos en azúcar.

¿Cómo pueden reducirse los riesgos asociados a un consumo excesivo de azúcar?

Ante los crecientes riesgos asociados al consumo excesivo de azúcar, es fundamental adoptar hábitos alimentarios y de estilo de vida más saludables. Intentemos seguir algunos consejos prácticos.

Dieta (hábitos alimentarios)

  1. Reduzca los alimentos procesados: Limite el consumo de alimentos ultraprocesados como la Nutella, las barritas de chocolate o los refrescos. Sustitúyalos por alternativas más sanas, como purés de fruta sin azúcares añadidos o aperitivos a base de frutos secos.
  2. Lee atentamente las etiquetas: Aprenda a descifrar las etiquetas nutricionales para identificar los azúcares ocultos, a menudo escondidos bajo términos como“jarabe de glucosa“,“fructosa” o“sacarosa“. Elija productos con poco o ningún azúcar añadido.
  3. Adopte una dieta equilibrada: elija una dieta rica en verduras, fruta de bajo índice glucémico, legumbres y cereales integrales. Estos alimentos aportan fibra que estabiliza los niveles de azúcar en sangre, reduciendo así los picos de glucemia.
  4. Planifique comidas bajas en azúcar: sustituya los postres dulces por fruta fresca o yogur rico en proteínas. Prepare tentempiés a base de verduras crujientes y hummus, o frutos secos sin azúcar.

Comportamiento (hábitos de vida)

  1. Haga ejercicio con regularidad: La actividad física es una forma excelente de regular el metabolismo de la glucosa. Caminar 30 minutos al día, montar en bicicleta o nadar no sólo puede mejorar la salud física, sino también proteger la función cognitiva.
  2. Respete las recomendaciones nutricionales: La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar el consumo de azúcar añadido a menos de 25 gramos/día para un adulto. Intente seguir esta directriz controlando su ingesta diaria de azúcar y eligiendo alternativas menos dulces.
  3. Aumente su consumo de antioxidantes naturales o suplementos: Los antioxidantes naturales, como los que se encuentran en los frutos rojos, las verduras de hoja verde o el té verde, ayudan a neutralizar los radicales libres y a proteger el cerebro. También puede considerar la posibilidad de tomar complementos alimenticios tras consultar a un profesional de la salud.

Conclusión

Existen pruebas científicas sólidas que respaldan la asociación entre el consumo excesivo de azúcar y el deterioro cognitivo. Aunque la Nutella pueda parecer inofensiva, su alto contenido en azúcar la convierte en un posible factor de aumento del riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Un aumento del 10% en la proporción de alimentos ultraprocesados en la dieta se asocia a un incremento de más del 10% en el riesgo de cáncer en general y de cáncer de mama. Moderando nuestro consumo de azúcar, sobre todo en los alimentos procesados y ultraprocesados, podemos reducir considerablemente nuestros riesgos y promover una mejor salud cerebral a largo plazo.

Fuentes

  1. Posible explicación de la relación entre diabetes y Alzheimer 12 de agosto de 2024
  2. Papel del metabolismo de la glucosa en la enfermedad de Alzheimer 10 de septiembre de 2024
  3. ¿Verdadero o falso? La enfermedad de Alzheimer es una diabetes de tipo 3: Evidencias del laboratorio a la cabecera del enfermo Agosto 2024
  4. Asociaciones de la ingesta de azúcar, el patrón dietético alto en azúcar y el riesgo de demencia: un estudio prospectivo de cohortes de 210.832 participantes Julio 2024
  5. https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/1028415X.2022.2157927?mc_cid=8614a8fbc6
  6. https://www.dynveo.fr/blog/effets-sucre-sur-le-corps-n101

Deja un comentario