Comprender el comportamiento de su gato

El comportamiento de los gatos es cautivador. Misteriosos, intrigan por igual a etólogos y amantes de los gatos. Estos pequeños carnívoros expresan una rica gama de señales corporales y sonoras. Navegan por su mundo de forma compleja y sutil. Este artículo explora la diversidad del comportamiento felino. Se basa en investigaciones y observaciones del comportamiento.

Desarrollo del comportamiento de los gatitos

El desarrollo conductual del gatito abarca el periodo prenatal y las primeras semanas de vida. Estas fases son cruciales para conformar la identidad del gatito y pueden influir en la aparición de trastornos del desarrollo, en particular formas de agresividad. Comprender el estilo de vida felino es esencial para entender estos trastornos.

Durante el periodo de gestación, de 59 a 63 días, el embrión es sensible a las emociones maternas y desarrolla sus órganos sensoriales. Percibe las caricias en el vientre de su madre, lo que influye en su desarrollo.

El periodo neonatal, hasta que abre los ojos (del séptimo al décimo día), se caracteriza por reflejos como el enterramiento y la succión. El apego es unilateral, de la madre al gatito.

El periodo de transición va desde la apertura de los ojos hasta la adquisición del oído (vigésimo día) y marca la maduración de los órganos sensoriales. El apego se vuelve bilateral con el reconocimiento de la madre como fuente de consuelo.

De la segunda a la séptima/octava semana, esta fase es crucial para el aprendizaje y la socialización. Los estímulos ambientales influyen en la maduración de las sinapsis y en el establecimiento del comportamiento social.

Socialización

Existen dos tipos de socialización: interespecífica e intraespecífica.

La socialización intraespecífica representa la identificación del gatito con su propia especie. Este proceso, comparado con la impronta descrita por Lorenz, tiene lugar principalmente a través de las interacciones con su madre y sus hermanos. Durante este periodo, el gatito aprende los códigos de comunicación específicos de la especie felina. La exposición temprana a otros individuos de la especie suele ser suficiente para garantizar una socialización adecuada. Una camada numerosa y el mantenimiento de los hermanos juntos hasta la octava o décima semana contribuirán a garantizar una socialización óptima. Una socialización inadecuada con su propia especie puede provocar problemas de comportamiento, como miedo o agresividad hacia congéneres.

A diferencia de la socialización intraespecífica, la interespecífica implica el reconocimiento de las “especies amigas”. Esta fase es más compleja y requiere encuentros en un entorno favorable y recordatorios posteriores. Los contactos deben ser positivos y repetidos, en presencia de una madre tranquila. Una socialización insuficiente con otras especies puede provocar reacciones agresivas por miedo o comportamientos depredadores.

Umbral de homeostasis sensorial

La homeostasis sensorial se refiere a la estabilidad emocional de un individuo frente a las variaciones de su entorno. Durante el periodo sensible, el sistema nervioso sólo conserva las conexiones estimuladas. Las demás desaparecen para siempre. Por tanto, estimular cada sentido es crucial. Esto ayuda al gatito a definir su umbral de homeostasis sensorial. Este umbral influirá en su reacción a los estímulos de su entorno.

Adquirir este nivel sensorial requiere una interacción activa con el entorno. Los estudios han demostrado que los gatitos privados de interacción con su entorno, a pesar de estar situados en un entorno visual normal, desarrollan déficits sensoriales. El papel crucial de la madre en este proceso de aprendizaje es innegable. Ella proporciona un entorno seguro que permite al gatito explorar su mundo sin miedo, al tiempo que regula su actividad motora para una exploración eficaz.

Un umbral de homeostasis sensorial elevado garantiza el éxito de la adaptación al futuro entorno, evitando la aparición de fobias o agresiones por miedo. También es crucial garantizar que el entorno de desarrollo del gatito sea adecuado a su futuro entorno vital. Un entorno insuficientemente estimulante puede provocar dificultades de adaptación a un entorno más estimulante, mientras que un entorno demasiado rico en estímulos puede provocar comportamientos ansiosos y agresivos.

Adquirir autocontrol

Cada secuencia de comportamiento consta de tres fases distintas. La fase apetitiva es desencadenada por un estímulo y tiene por objeto modificar el estímulo para desencadenar la fase siguiente. La fase consumatoria, en el centro de la secuencia, permite al animal satisfacer su necesidad, volviendo así a un estado inicial de equilibrio. Por último, la fase de parada pone fin al comportamiento, actuando como una “señal de fin” adquirida durante la fase de socialización.

Al nacer, el gatito no puede moverse de forma autónoma, desplazándose a gatas. El gateo comienza hacia la segunda semana, y el gatito se vuelve lo suficientemente ágil hacia la tercera semana para jugar y explorar su entorno. El juego social comienza entre la tercera y la quinta semana, con un predominio de los “juegos de lucha” en torno a la duodécima/cuarta semana, simulando peleas inmaduras y enseñando comportamientos agresivos. El juego individual persiste hasta la edad adulta, a diferencia del juego social.

El juego desempeña un papel crucial en el desarrollo de las habilidades motoras, el comportamiento social y el comportamiento depredador. Bajo supervisión materna, el gatito aprende a moderar su comportamiento, a retraer sus garras y a inhibir sus mordiscos, desarrollando así el autocontrol. Sin esta regulación, el gatito puede volverse impulsivo y mostrar un comportamiento agresivo. En el caso de un gatito huérfano, es esencial que el propietario ejerza este control, ya que de lo contrario el gatito corre el riesgo de desarrollar un déficit de autocontrol, o incluso un síndrome de hipersensibilidad-hiperactividad (HSHA), que requiere una intervención similar a la de la madre para corregir el comportamiento inadecuado.

Aprender

Los gatitos desarrollan su experiencia y su comportamiento interactuando con su entorno, su madre y sus hermanos, a través de diversos tipos de aprendizaje.

  • Aprendizajepor asociación: inspirada en los trabajos de Pavlov, esta forma clásica de condicionamiento muestra cómo el gato asocia dos estímulos a un estado y, a continuación, vincula uno de estos estímulos a ese estado. Por ejemplo, un gato que siente miedo o dolor en presencia de un estímulo concreto puede asociar este malestar con el estímulo y mostrar posteriormente agresividad por miedo.
  • Aprendizaje instrumental: la teoría de Skinner constituye la base del condicionamiento operante, que explica cómo las consecuencias refuerzan el comportamiento. Por ejemplo, el “síndrome del tigre” puede reforzar positivamente la agresividad. Esto permite al gato escapar más rápidamente de un estímulo desagradable o conseguir comida.
  • Aprendizaje por imitación: este tipo de aprendizaje consiste en reproducir el comportamiento observado. Los gatitos pueden aprender imitando a su madre o a otros animales. Por ejemplo, los gatitos criados con perros pueden adoptar comportamientos caninos, como levantar la pata para orinar. Del mismo modo, los gatitos que observan a su madre resolver problemas pueden encontrar soluciones similares más rápidamente.

Estos mecanismos de aprendizaje son cruciales para los gatitos. Moldean su comportamiento futuro, incluida la caza temprana y el control de esfínteres. La madre es un modelo esencial para los gatitos. Sin embargo, los gatitos criados por una madre agresiva tienden a ser más agresivos. Esto sugiere que la agresividad se aprende por imitación.

Nociones de apego y desapego

El apego y el desapego maternos son etapas fundamentales en el desarrollo conductual del gatito.

Al principio, el apego es unilateral, de la madre a sus gatitos, y luego se convierte en bilateral en cuanto los gatitos son capaces de reconocer a su madre. Este vínculo es esencial para el desarrollo cognitivo y social del gatito.

La separación de la madre, que marca el final del desarrollo del comportamiento, permite a su vez el apego al territorio. Este proceso puede ser brusco, con la madre ahuyentando a sus gatitos, a menudo a partir de la cuarta semana, cuando comienza el destete alimentario, o más tardío y progresivo hacia la duodécima o decimocuarta semana. Varios factores influyen en el momento del desprendimiento, como la primiparidad o madurez de la madre, un retorno temprano al celo, una camada numerosa o la presencia de gatos adultos hostiles. Por lo general, se tolera más a las gatitas hembras que a los machos de la camada, mientras que condiciones como el destete tardío o un gatito único retrasan el desprendimiento.

Estos procesos son cruciales para la adaptación del gatito a su entorno e influyen en su capacidad para desarrollar vínculos duraderos con su territorio y otros congéneres.

Descifrar la comunicación felina

La comunicación en los gatos se basa en los cuatro canales sensoriales habituales: acústico, visual, olfativo y táctil. Con una gama de frecuencias audibles de 20 a 100.000 hercios, los gatos perciben un amplio espectro de sonidos. Sin embargo, el repertorio vocal del gatito es inicialmente limitado, y tarda entre seis y ocho meses en dominar todas las vocalizaciones propias de su especie.

Los tipos de vocalizaciones incluyen el ronroneo, el maullido (asociado a la reproducción), la llamada (expresión de un estado emocional intenso), el gruñido, el siseo (emisión continua de aire con la boca abierta) y el castañeteo de dientes. Aunque los gatos utilizan estas vocalizaciones para interactuar entre sí, su significado suele seguir siendo misterioso, especialmente en el caso del ronroneo. Los gatos pueden ronronear en momentos agradables, como cuando se les acaricia o se les amamanta. Sin embargo, también pueden ronronear en situaciones de estrés o dolor.

Imitaciones y posturas

Como cazadores, los gatos tienen un sentido visual muy desarrollado, sensible a los contrastes y a los movimientos. Su percepción visual sigue siendo eficaz incluso con poca luz, lo que le permite ver tan claramente como un humano con hasta seis veces menos luz. En ausencia de luz, los gatos se guían principalmente por el tacto, utilizando en particular sus vibrisas.

Los gatos disponen de un rico repertorio de gestos, que incluye mímicas faciales y posturas corporales. Los movimientos de las orejas y las variaciones del diámetro de las pupilas son indicadores importantes del estado emocional de un gato. Reconocer estos signos sutiles es esencial para comprender sus emociones y anticiparse a un comportamiento agresivo.

Los juegos, esenciales durante el periodo de socialización, ayudan a los gatos a aprender posturas y rituales de comunicación. Estos juegos sociales comienzan en torno a la tercera o quinta semana y duran hasta la duodécima o decimocuarta semana, e incluyen diversas posturas como ponerse panza arriba, levantarse, dar un paso lateral, acechar, encabritarse y enfrentarse. Los juegos individuales, por su parte, comienzan en torno a la séptima semana y persisten hasta la edad adulta, estando dominados por el comportamiento depredador.

En situaciones de ataque y defensa, las posturas del gato varían. En la posición ofensiva, el gato arquea el lomo, tensa las extremidades, endurece la cola y puede emitir vocalizaciones como el “feulement”. En la posición defensiva, el gato está agachado o tumbado, con las orejas pegadas a los lados y los ojos mióticos o midriáticos. Algunas posturas también pueden ser mixtas, combinando elementos ofensivos y defensivos. Estas posturas agresivas sirven de base para describir el comportamiento agresivo del gato en diferentes situaciones.

Feromonas y marcas

Los gatos tienen 67 millones de células olfativas que cubren 20 cm². Su capacidad olfativa supera a la de los humanos, aunque sigue siendo inferior a la de los perros. Utilizan el olfato para comunicarse, sobre todo a través de las feromonas. El órgano vomeronasal desempeña un papel central en este proceso. Situado en la cavidad nasal, contiene células nerviosas y ciliadas. Está conectado con el bulbo olfatorio accesorio y el sistema límbico, pero no con el córtex. Por ello, su percepción es menos precisa que la del sistema olfativo principal.

Las feromonas, sustancias volátiles emitidas por un individuo y percibidas por otro de la misma especie, inducen reacciones específicas. Sólo son detectadas por el órgano vomeronasal, gracias al comportamiento flehmen que transporta el aire hasta este órgano. Las feromonas son transportadas a través de una capa de mucosidad para llegar a los receptores, gracias a proteínas de unión.

En la producción de fer omonas intervienen varias glándulas del cuerpo, como las glándulas yugales, periorales y podales y el complejo perianal. Cada glándula contribuye a la comunicación química. Los gatos marcan su territorio y situaciones utilizando métodos específicos: marcaje facial, marcaje urinario, arañazos y marcaje de alarma. Las feromonas faciales (F2, F3, F4) desempeñan un papel clave en el marcaje facial, afectando a las interacciones sociales y los estados emocionales de los gatos.

Noción de territorios

El gato, animal territorial, estructura su espacio en zonas específicas, marcadas por signos visuales (como manchas de orina y arañazos) y/o olfativos (feromonas), cada uno con una función específica.

  • Campos de actividad: Estas zonas abarcan todas las actividades del gato, incluidos el juego, la depredación y la interacción social, que pueden ser compartidas por varios gatos. En el exterior, estas zonas suelen estar delimitadas por el marcaje con orina, una práctica menos habitual con los gatos de interior.
  • Campode aislamiento: zona dedicada al descanso y al refugio, generalmente situada en alto y fuera del camino, marcada con arañazos para indicar un espacio no compartido. Un gato puede tener varios de estos campos.
  • Campo deeliminación: campo personal para la eliminación, situado en una zona tranquila y marcado mediante arañazos, con un suelo blando para fomentar esta actividad.
  • Campo deagresión: Define el espacio que provoca laagresión del gato si es penetrado por un intruso, su tamaño varía según elestado emocional del gato. Este campo no está marcado específicamente, lo que refleja la naturaleza variable de las reacciones defensivas del gato.

La comprensión de estas zonas permite prevenir los comportamientos agresivos, respetando elespacio personal del gato y las zonas compartidas, evitando al mismo tiempo la superpoblación en espacios confinados para limitar las agresiones intraespecíficas.

Depredación

La dep redación es un comportamiento normal en el repertorio del gato, distinto de las reacciones agresivas en términos de estímulos, posturas, mecanismos de integración y neurotransmisores implicados. Sin embargo, puede volverse problemática cuando se dirige a una presa inadecuada, como un niño u otro animal doméstico. Este comportamiento puede dividirse en tres fases principales.

  • Fase apetitiva: La mera visión o sonido de una presa puede activar el comportamiento depredador, independientemente del hambre. Dependiendo de la proximidad de la presa, el gato adopta una postura de aproximación -se mueve cautelosamente hacia su objetivo antes de detenerse- o de acecho, en la que permanece agazapado y listo para abalanzarse, manteniendo el cuerpo cerca del suelo.
  • Fase deconsumo: el gato se abalanza, agarra a la presa con sus garras y muerde con un mordiscotranquilo y sin emoción, en contraste con los mordiscos cargados de emoción del comportamiento agresivo.
  • Fase deparada: Tras capturar a su presa, el gato puede comérsela o, más a menudo, dejarla muerta. Este comportamiento ilustra que el gato caza para cazar, no necesariamente para alimentarse.

Relación con la comida

Los gatos son mordedores naturales, comen de diez a veinte comidas pequeñas al día, consumiendo de diez a veinte gramos por comida. Dos comidas al día no bastan para satisfacer las necesidades naturales del gato. Por ello, es preferible la alimentación en autoservicio. Sin embargo, este método es adecuado para un gato activo que no haya sido esterilizado, siempre que se controle regularmente su peso. Para un gato esterilizado o de interior, este método aumenta el riesgo de sobrepeso, por lo que no se recomienda.

Tras la esterilización, las necesidades energéticas de un gato disminuyen entorno a un 20%. Pueden perder la capacidad de regular su ingesta de alimentos de forma natural. Es crucial ofrecer una cantidad controlada de comida, ajustada a las necesidades energéticas del animal, pero dejando libre el acceso para respetar su ritmo natural de alimentación.

Los diferentes tipos de trastorno agresivo

Los trastornos del comportamiento en los felinos domésticos, en particular la agresividad, constituyen un problema importante tanto para los animales como para sus propietarios. La agresividad en los gatos puede adoptar diversas formas. Puede estar desencadenada por multitud de factores ambientales, fisiológicos y psicológicos.

Comportamiento depredador

El comportamiento depredador es natural en los gatos. No es un trastorno agresivo. Sin embargo, sin una buena socialización interespecífica, puede llegar a ser problemático. El gato podría atacar a otros animales domésticos. También podría atacar a personas no reconocidas. Esto incluye a bebés, niños de cuatro patas y ancianos con bastones. Ante esta situación, es necesario intervenir a pesar de las escasas perspectivas de recuperación. Sólo una amplia socialización interespecífica puede prevenir estos comportamientos. Cabe señalar que algunos trastornos relacionados con la predación agresiva se producen en situaciones de estrés o durante el síndrome del tigre, pero no se detallarán aquí para evitar cualquier confusión con el comportamiento depredador normal. El gato doméstico sigue siendo un depredador innato, lo que a veces puede resultar problemático para su propietario.

Agresión relacionada con el juego

La agresividad vinculada a la ansiedad en un entorno confinado y la asociada a un comportamiento de juego inadecuado se manifiestan de forma diferente, pero comparten raíces comunes vinculadas al estrés y a una educación deficiente.

La ansiedad enambiente confinado se define por una agresividad intermitente, predominantemente crepuscular, dirigida a las extremidades de los propietarios. Esta afección surge en entornos hipoestimulantes, donde la falta de actividad lleva al gato a dirigir su aburrimiento e instinto de caza hacia sus propietarios. Los gatos privados de acceso al exterior o de una estimulación adecuada corren especial riesgo. Sustituir la caza natural por juegos adaptados puede reducir esta ansiedad.

En cuanto a laagresividad durante el juego, es el resultado de un adiestramiento inadecuado para el juego, en el que el gato no controla su fuerza, araña y muerde en exceso. Esto se observa a menudo en gatitos sin una figura adulta reguladora, educados de forma demasiado permisiva por sus dueños. Esta forma de agresividad puede agravarse hasta convertirse en el síndrome HSHA, caracterizado por la pérdida de control sobre todos los comportamientos, lo que hace que el pronóstico sea bastante sombrío.

Trastorno territorial

La agresividadterritorial y laansiedad de convivencia son dos formas de comportamiento en los gatos que requieren una clara distinción para su mejor comprensión.

La agresiónterritorial está provocada por la intrusión no autorizada de un “intruso” en el territorio del gato, con una prevalencia en los machos que defienden un territorio mayor que las hembras. Esta agresión también puede desencadenarse por cambios en el entorno doméstico, como la llegada de una nueva persona o animal. La secuencia conductual incluye posturas ofensivas y defensivas, que conducen a un ataque si el intruso no se retira, y terminan con un alejamiento del territorio.

La ansiedad de convivencia se desencadena por disputas territoriales entre gatos. Esto suele ocurrir cuando llega un nuevo gato o si cambia la jerarquía. Se producen peleas, lo cual es normal. Pero si el propietario actúa mal, la situación puede empeorar. Su intervención puede bloquear la creación de nuevas normas territoriales, aumentando así la ansiedad de los gatos. Se han identificado tres etapas, que van del distanciamiento ala obnubilación, con consecuencias crecientes para el bienestar de los gatos.

Agresión por irritación

Se examinarán tres formas deagresividad por irritación: la agresividad pordolor, laagresividad por intolerancia al contacto o síndrome del gato que “acaricia y muerde” y laagresividad por hambre o “síndrome del tigre”.

En cuanto a la agresividadrelacionada con el dolor, es lógico que un gato con dolor sea menos tolerante y potencialmente agresivo. La sustancia P y las interleucinas vinculan el dolor y la agresividad a nivel neurofisiológico. El tratamiento del dolor es crucial. El manejo doloroso puede dañar la relación gato-propietario. El gato descubre que la agresión evita el contacto. Si la agresión le permite escapar, su comportamiento agresivo se intensifica. Esto conduce a una agresividad instrumentalizada. Morder se convierte entonces en la única reacción, sin ninguna señal preventiva.

Síndrome caricias-mordiscos

Laagresividad por intolerancia al contacto, también conocida como síndrome “acariciar-morder” , describe la agresividad irritante cuando se acaricia a un gato. Inicialmente, el gato parece disfrutar de las caricias, pero de repente puede morder o arañar. Hay varias hipótesis para explicar este comportamiento, entre ellas un umbral de tolerancia a la estimulación táctil que se ha superado, una reacción de sobresalto al despertarse o una señal para detener un contacto que se ha vuelto indeseable. A menudo, el propietario no detecta las discretas señales de advertencia de agresión, como ligeros movimientos de la cola o un cambio en la expresión de los ojos. Si el contacto continúa a pesar de estas advertencias, el animal pasa al ataque. Esta agresión sirve para liberar al gato del contacto, reforzando el comportamiento agresivo como medio de escape. Este síndrome ilustra la importancia de reconocer y respetar los límites de comodidad del gato durante las interacciones físicas.

Síndrome del tigre

Laagresión relacionada con el hambre, también conocida como síndrome del tigre”, se caracteriza por la agresión depredadora durante las horas crepusculares y la agresión debida a la irritación durante la preparación de la comida. Este síndrome es el resultado de un ritmo de distribución de alimentos inadecuado para la naturaleza mordisqueadora del gato, que prefiere comer pequeñas cantidades con frecuencia en lugar de conformarse con dos comidas copiosas. Como resultado, los gatos impacientes y hambrientos pueden volverse agresivos hacia sus propietarios cuando se les da de comer. La agresividad es similar a la causada por la ansiedad en un entorno confinado. Incluyen reacciones de irritación y excitación durante la preparación de la comida. El pronóstico es bueno. Un sistema de alimentación en autoservicio bien gestionado suele resolver estos problemas.

Agresión relacionada con el miedo

Laagresividad relacionada con el miedo se manifiesta mediante reacciones violentas en los gatos cuando se encuentran en una situación percibida como amenazante, sin posibilidad de escapar. Los gatos con antecedentes de fobias, síndrome de privación oansiedad son más susceptibles a este tipo de agresividad. Sin embargo, incluso un gato bien socializado puede reaccionar agresivamente por miedo ante un acontecimiento aversivo.

Durante la fase de amenaza, el gato muestra signos neurovegetativos como salivación, midriasis y vocalizaciones, adoptando una postura defensiva caracterizada por una posición de decúbito lateral y orejas echadas hacia atrás. Si el estrés persiste, el ataque resultante es violento e incontrolado, provocando a menudo heridas profundas. Tras el ataque, el gato intenta retirarse.

El pronóstico es diferente. Es bueno para un gato bien socializado que reacciona a un estímulo específico. Para los gatos con problemas graves de comportamiento, el pronóstico es reservado. Una evolución preocupante sería el miedo que se extiende a diversos estímulos difíciles de reconocer. O que la agresividad se convierta en un medio de escape.

Agresión redirigida

La agresiónredirigida se produce cuando un gato ataca a un objetivo por sustitución. Esto ocurre cuando el estímulo real, visual, auditivo u olfativo, es inaccesible. Por ejemplo, un gato que no puede alcanzar a otro animal detrás de un cristal atacará en su lugar a un objetivo cercano, como su dueño. Este tipo de agresión, común en machos adultos, incluye conflictos territoriales o relacionados con el miedo entre machos.

Los propietarios pueden considerar desconcertante una agresión repentina, sobre todo porque puede transcurrir mucho tiempo entre el estímulo inicial y el ataque. Es crucial reconocer los primeros signos de agitación e hipervigilancia para evitar iniciar un contacto arriesgado. Después de un ataque, o en ausencia de un objetivo, el gato puede calmarse y reanudar sus actividades normales, lo que indica que el contacto seguro vuelve a ser posible.

Estado hormonal

La agresión vinculada al estado hormonal abarca dos manifestaciones principales: laagresión entre machos y laagresión materna.

La agresión entremachos suele producirse en presencia de una hembra en celo, con comportamientos que van desde la intimidación hasta la lucha real. Los machos adoptan posturas agresivas específicas, se miran fijamente y vocalizan con intensidad, lo que puede derivar en un enfrentamiento directo si ninguno de los dos se echa atrás.

Laagresión maternal se caracteriza por las reacciones defensivas de las gatas madre destinadas a proteger a su camada de posibles peligros. A diferencia de los machos, que pueden atacar a los gatitos, las hembras son principalmente amenazadoras, adoptando una postura “defensiva-ofensiva”. Este comportamiento está directamente relacionado con el estado hormonal de la hembra lactante y suele desaparecer cuando los gatitos son destetados.

Distimia

La agresividad y la distimia en los gatos dan lugar a trastornos del estado de ánimo. Alternan entre fases ” hiper” de hiperactividad e irritabilidad, y fases “hipo” de depresión. Varios factores pueden causar distimia. Entre ellos, desequilibrios hormonales, trastornos del desarrollo, problemas emocionales y daños cerebrales. La raza abisinia parece estar más predispuesta a estos trastornos. La patogénesis sugiere una hiperexcitabilidad de los núcleos del sistema límbico.

Clínicamente, la distimia se manifiesta de dos formas: unipolar, alternando hiperactividad y normalidad sin fase depresiva, y bipolar, con ciclos de hiperactividad y depresión. Las fases ” hiper” se caracterizan por una intensa agitación, impulsividad y aumento de la agresividad, mientras que las fases “hipo ” reflejan síntomas depresivos. El inicio de los ataques puede señalarse con una “mirada de loco”, marcada por una intensa midriasis.

Agresión instrumentalizada

La agresióninstrumental describe una situación en la que el gato utiliza la agresión para escapar de una restricción o de una situación desagradable. Cada éxito refuerza el comportamiento agresivo. Este fenómeno no está vinculado a ninguna raza, sexo o edad específicos.

La secuencia conductual típica de la agresión se divide en tres fases: “apetitiva” (amenaza), “consumatoria ” (arañazos y mordiscos) y “apaciguadora” (fin del ataque). Cuando un estímulo aversivo es neutralizado regularmente por la agresión, el gato asocia esta última con el cese del malestar. De este modo, la evitación del estímulo se convierte en un reforzador, solidificando el aprendizaje a través del condicionamiento operante.

Poco a poco, la fase deapaciguamiento se acorta hasta desaparecer, eliminando la “señal de parada”. La ausencia de esta fase permite que los ataques continúen. Posteriormente, la fase “apetitiva ” también disminuye, dejando la mordedura como única reacción. Finalmente, la secuencia conductual se altera por completo, sin regulación, y el comportamiento se vuelve “rígido“.

Otros tipos

La respuesta conductual de un gato está influida por su composición genética, su entorno y sus experiencias. Aunque algunas razas, como los siameses, los birmanos y los abisinios, tienen predisposiciones conductuales específicas, es fundamental tener en cuenta que el entorno, los cuidados y la interacción con los humanos modulan estos rasgos. Sólo el 10% de los gatos tienen pedigrí, lo que deja a la gran mayoría de los gatos europeos sin una clasificación racial precisa. No obstante, los estudios de las colonias de gatos europeos revelan tres temperamentos principales: desconfiado, sociable y equilibrado, identificables desde las primeras semanas de vida.

Además, laagresividad idiopática se define como una forma de agresividad sin causa identificable, tras excluir otros factores. Se trata de un diagnóstico de exclusión, sujeto a debate entre los expertos. Algunos casos de agresividad, como elmiedo o laagresividad redirigida, pueden dificultar la identificación del estímulo desencadenante, lo que hace que el diagnóstico sea largo y arduo. Antes de concluir que la agresividad es idiopática, es necesario un examen clínico y conductual exhaustivo, lo que subraya la importancia de una evaluación rigurosa y repetida.

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