Tenemos diferentes tipos de articulaciones, pero nos permiten realizar una amplia gama de movimientos cada día. El dolor articular es una verdadera preocupación diaria. No dejes que los problemas articulares te estropeen la vida. ¡Hay que pasar a la acción!
¿Qué es una articulación sana?
Las articulaciones se clasifican según el tejido que une los huesos y la presencia de una cavidad articular. Se distingue entre articulaciones fibrosas, articulaciones cartilaginosas y articulaciones sinoviales. Las articulaciones sinoviales son conocidas por su gran libertad de movimiento. De hecho, la mayoría de las grandes articulaciones pertenecen a esta categoría.
En una articulación sino vial, varios elementos se unen para permitir el movimiento. Existe una cavidad articular delimitada por la membrana sinovial y el cartílago articular. El cartílago recubre las superficies óseas de la articulación, y justo debajo se encuentra el hueso subcondral. La cavidad contiene un líquido denominado sinovial, y el conjunto está rodeado por una cápsula que mantiene unida la cavidad articular y conecta los huesos. Los ligamentos y los meniscos suelen estabilizar la articulación.
El movimiento de una articulación es el resultado de la acción de los músculos sobre los huesos. La capacidad de movimiento varía según la articulación, con diferentes grados de libertad entre los huesos para permitir la movilidad.
El cartílago es un componente esencial de la articulación. Recubre las superficies óseas y está formado por condrocitos y una matriz. Los condrocitos, las células del cartílago, obtienen su nutrición del líquido sinovial, ya que el cartílago no tiene vasos sanguíneos ni nervios. La matriz del cartílago contiene agua, colágeno (principalmente de tipo II) y proteoglicanos. Los proteoglicanos retienen agua y contribuyen así a la resistencia mecánica del cartílago.
El cartílago está formado por varias capas, desde la superficial, que actúa como barrera, hasta la profunda, donde los condrocitos se organizan en columnas. Una zona calcificada garantiza la adherencia del cartílago al hueso.
Las estructuras periarticulares, como la cápsula, los ligamentos, las bursas y los tendones, también desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la estabilidad y la función articulares.
¿Cómo se manifiesta el dolor articular?
Los movimientos repetitivos dañan gradualmente el tejido que conecta los músculos con el hueso. La falta de hidratación en las articulaciones, una dieta demasiado ácida… todos estos factores conducen con el tiempo a la inflamación de las articulaciones: esto es la artritis.
Esta inflamación se produce en la bursa. Se trata del tejido conjuntivo que contiene el líquido sinovial (el deslizamiento entre el hueso y el tendón, la amortiguación para el movimiento) y provoca fuertes dolores en las articulaciones cuando se inflama.
A medida que se desgasta, el cartílago pierde su flexibilidad y elasticidad. Entonces los huesos se tocan, provocando dolor articular. Con el tiempo, el cartílago se desgasta y los huesos acaban rozándose: es la artrosis.
¿Cuáles son los síntomas de la artrosis?
Los signos clínicos de la artrosis varían según la articulación de que se trate, pero el dolor es el síntoma principal. Es de naturaleza mecánica, se desencadena y agrava con el movimiento, y disminuye con el reposo. El dolor es más intenso por la noche y puede perturbar el sueño. Las molestias funcionales, que corresponden a una limitación de la movilidad, varían en función de la actividad del paciente.
En la coxartrosis, los pacientes sienten dolor en la ingle, que a veces se irradia al muslo, el trocánter mayor o la nalga. Este dolor cede tras un breve periodo de desoxidación.
La gonartrosis se caracteriza por un dolor difuso o medial de la rodilla. Se desarrolla mecánicamente, con problemas estáticos y a veces deslizamiento.
En la artrosis digital, el dolor es localizado y mecánico, alternando reagudizaciones y remisiones.La artrosis vertebral provoca dolor irradiado a los miembros superiores(cervicartrosis), rigidez de espalda(dorsartrosis) o lumbalgia crónica(lumbartrosis).
Los síntomas generales de la artrosis son :
- amplitud articular limitada
- rigidez matutina
- hinchazón
- enrojecimiento
- sensación de calor,
- bultos óseos,
- dolor bajo carga,
- y sensación de rechinamiento.
Entre los signos de alarma que requieren una consulta inmediata figuran la hinchazón, el enrojecimiento, el calor articular y las erupciones cutáneas. También pueden incluir dolor torácico o abdominal, fiebre, síntomas oculares o cutáneos y dolor intenso repentino. El dolor articular se evalúa para identificar una enfermedad articular local o una patología sistémica más grave.
Las condiciones climáticas, como el frío y la humedad, exacerban los síntomas de la artrosis. Las articulaciones artrósicas no suelen estar rojas ni calientes, pero pueden hincharse si hay derrame sinovial, lo que es frecuente en las rodillas. Las lesiones osteoartríticas irreversibles provocan deformidades y rigidez de las articulaciones, que pueden dar lugar a una incapacidad parcial.
¿Cuáles son las posibles complicaciones?
Las complicaciones de la artrosis varían en función de la articulación afectada:
- Para la coxartrosis (artrosis de cadera):
Las molestias funcionales reducen la movilidad, lo que afecta a la marcha y a las actividades cotidianas. Los movimientos de rotación de la cadera se ven especialmente limitados, lo que afecta a acciones como ponerse en cuclillas o calzarse.
- En la gonartrosis (artrosis de rodilla):
Las complicaciones están relacionadas con las dificultades en actividades en las que interviene la rodilla, como caminar, permanecer de pie durante mucho tiempo o subir escaleras. Puede ser necesario el uso de un bastón, y deben evitarse determinados deportes o profesiones.
- Artrosis digital:
Aunque a menudo se le resta importancia, causa una importante minusvalía en el uso diario de las manos, afectando tanto a la vida profesional como a la doméstica. A menudo es necesaria una sacudida matutina.
- Artrosis vertebral:
La afectación cervical limita la amplitud de movimientos, y el uso de un collarín cervical puede ser beneficioso. El INDIC (Índice de Dolor e Incapacidad Cervical) evalúa el impacto de la patología. La artrosis lumbar provoca dificultad para caminar y dolor intermitente, que se agrava al permanecer mucho tiempo sentado y se alivia al tumbarse.
Las complicaciones generales de la artrosis son los espasmos musculares debidos a la inmovilidad, la rigidez resultante de la contracción muscular, la hinchazón articular debida a la acumulación de líquido, la inflamación de los tejidos adyacentes y, en fases avanzadas, las deformidades de las extremidades, sobre todo de los dedos y los pies. Estos síntomas requieren un tratamiento cuidadoso para minimizar el impacto en la vida diaria y evitar que empeoren.
¿Qué se puede hacer contra el dolor articular?
Para prevenir el dolor articular, reduzca el exceso de peso para proteger la delicada articulación. Limite la carne y el alcohol, que contribuyen a una dieta proinflamatoria (creando acidez). Beba mucha agua para ayudar a eliminar los productos de desecho. Los deportistas deben calentar, mantenerse hidratados y moderar la intensidad del entrenamiento.
Si siente dolor o inflamación articular aguda, aplíquese una bolsa de hielo y tome analgésicos; no olvide que existen soluciones naturales.
Si se despierta con dolor articular y muscular, haga ejercicio y estiramientos regularmente en la cama y después de levantarse. Elija una almohada adecuada y cambie de colchón cada 10 años para un mejor apoyo.
El dolor articular es generalmente mecánico, se agrava con el movimiento y se alivia con el reposo. Las molestias funcionales varían según la actividad del paciente. Las articulaciones pueden hincharse y los osteofitos pueden causar deformidades. Las lesiones artrósicas son irreversibles y pueden provocar rigidez articular e invalidez parcial.
Es esencial consultar a un médico para que evalúe el estado de la articulación en caso de dolor agudo o permanente. Él o ella podrá aconsejarle sobre las herramientas de tratamiento del dolor y/o el material especializado (ortopedia, farmacia).
Otros casos de consulta:
- Fiebre, escalofríos, fatiga excesiva, enrojecimiento de la piel, dolor muscular asociado.
- Articulaciones dolorosas, enrojecidas, calientes o hinchadas.
- Movilidad reducida, rigidez matutina prolongada, dolor post-accidente, dolor recurrente, etc
Fuente:
- https://www.vidal.fr/maladies/appareil-locomoteur/douleurs-articulaires.html
- https://www.vidal.fr/maladies/appareil-locomoteur/arthrose-rhumatismes.html