Las flores de Bach, también conocidas como remedios florales de Bach, representan un enfoque holístico y alternativo de la salud, muy utilizado en el campo de las terapias complementarias. Desarrolladas en la década de 1930 por el médico británico Edward Bach, estos preparados a base de plantas pretenden restablecer el equilibrio emocional y mental de las personas. A diferencia de los remedios tradicionales a base de plantas, que actúan principalmente a nivel físico, las flores de Bach afirman tener un efecto sutil sobre los estados emocionales alterados, como el miedo, la incertidumbre, la tristeza o el estrés.
¿Quién era el Dr. Bach?
Edward Bach, nacido el 24 de septiembre de 1886 en Moseley, cerca de Birmingham, fue un médico y homeópata británico pionero en el desarrollo de las esencias florales, conocidas como flores de Bach. Licenciado en medicina y cirugía por el University College Hospital de Londres en 1912, trabajó inicialmente como cirujano y médico de urgencias. Muy pronto cuestionó el enfoque médico tradicional, que consideraba ineficaz ante la diversidad de respuestas emocionales de sus pacientes a una misma enfermedad.
En 1917, una grave hemorragia provocada por un tumor dio un vuelco a su vida. Sus colegas le dieron tres meses de vida, pero sobrevivió diecinueve años. Inspirado por la homeopatía del Dr. Samuel Hahnemann y por su propia visión, Bach creía que las emociones desempeñaban un papel fundamental en la salud. Desarrolló la teoría de que los estados emocionales negativos eran la causa de las enfermedades físicas.
En la década de 1920, se convirtió en un bacteriólogo de renombre e ideó los siete nosodes de Bach, remedios homeopáticos basados en bacterias intestinales, que asoció con rasgos específicos de la personalidad. En 1930 abandonó la medicina convencional para dedicarse a la investigación de las flores silvestres destinadas a reequilibrar los estados emocionales.
Entre 1928 y 1935, creó 38 remedios florales, cada uno correspondiente a un estado emocional negativo específico. Estos remedios, diseñados para armonizar la psique, se conocen hoy como flores de Bach. Bach murió en 1936 a la edad de 50 años, dejando tras de sí un método curativo que aún hoy se practica y se debate.
¿Cómo se originaron las flores de Bach?
Edward Bach creó las flores de Bach utilizando un enfoque puramente intuitivo. Afirmaba que le bastaba con sostener o probar una flor para percibir sus propiedades terapéuticas. Convencido de que las enfermedades físicas tenían su origen en desequilibrios emocionales, dedicó su carrera a buscar remedios naturales que pudieran restablecer un estado de ánimo positivo en sus pacientes.
En la década de 1920, Bach desarrolló los siete nosodes, vacunas homeopáticas basadas en la relación que identificó entre las bacterias intestinales y los estados emocionales. Sin embargo, en 1930 decidió dedicarse por completo a la investigación de las flores silvestres, pues creía que podían curar las emociones en su origen.
Entre 1930 y 1936, desarrolló 38 elixires florales, cada uno correspondiente a un estado emocional negativo concreto. Estos elixires se agrupan en siete familias, como las flores del miedo, la incertidumbre y la soledad, que calman conflictos emocionales específicos. Su remedio más famoso, Rescue Remedy, combina cinco flores para tratar emergencias emocionales.
Edward Bach prepara las flores de Bach macerando los pétalos en agua expuesta al sol, una técnica conocida como solarización. Este método extrae la quintaesencia curativa de las flores, que Bach consideraba capaz de equilibrar las energías emocionales. A pesar de la ausencia de pruebas científicas rigurosas, estos elixires siguen tratando los bloqueos emocionales, según sus usuarios.
Bach quiso que su sistema de curación permaneciera intacto tras su muerte, una misión que hoy continúa el Centro Bach.
¿Cuál es la filosofía del Dr. Bach?
La filosofía del Dr. Edward Bach se basa en la idea de que la enfermedad física es consecuencia directa de desequilibrios emocionales. Creía que para curar a un paciente, primero era necesario tratar sus emociones negativas. En su opinión, la armonía interior es esencial para restablecer la salud general.
Bach desarrolló 38 esencias florales, cada una correspondiente a un estado emocional negativo, divididas en siete grupos: miedo, incertidumbre, falta de interés por el presente, soledad, hipersensibilidad, abatimiento y preocupación excesiva por los demás. Creía que estos remedios, derivados de la naturaleza, tenían la capacidad de reequilibrar las emociones y restaurar el estado de ánimo del paciente.
Para Bach, todo ser humano posee una chispa divina. Al reequilibrar esta dimensión espiritual a través de las flores creadas por la naturaleza, permitimos que el alma y el cuerpo se curen mutuamente. Este enfoque holístico considera al individuo como un todo, teniendo en cuenta sus aspectos emocionales, mentales y físicos.
Bach creía que la vibración energética de las flores podía interactuar con el inconsciente para restablecer un profundo equilibrio. Rechazaba la comercialización excesiva de sus elixires e insistía en que estos remedios debían seguir siendo accesibles al mayor número de personas posible. Para él, la curación debía ser un arte sagrado, centrado en la comprensión de las emociones y no sólo en el tratamiento de los síntomas físicos. Este enfoque, aunque científicamente controvertido, sigue siendo popular en muchos países.
¿Cómo se obtienen estos elixires?
El proceso de creación de las flores de Bach se basa en dos métodos principales: la solarización y la ebullición. Estos métodos permiten extraer las propiedades curativas de las flores de forma sencilla, de acuerdo con los principios establecidos por el Dr. Edward Bach.
La solarización consiste en recoger las flores una mañana soleada. Los preparadores recogen las flores y las colocan en un recipiente con agua de manantial, después las exponen al sol durante 3 o 4 horas. El agua capta las energías vibratorias de las flores. Después filtran la solución y añaden alcohol, a menudo brandy, para estabilizar el elixir madre. Esta técnica se aplica tanto a 19 plantas como al elixir de Agua de Roca.
En cambio, para las plantas que no reciben suficiente luz solar, los preparadores utilizan el método del hervido. Sumergen las flores en agua de manantial y las hierven durante 30 minutos. Tras enfriarlas y filtrarlas, el macerado se estabiliza conalcohol.
Las plantas utilizadas para las esencias florales se seleccionan cuidadosamente, sólo de entornos naturales no contaminados, y se preparan según los métodos tradicionales del Dr. Bach. La maceración de estas plantas capta su esencia energética, destinada a reequilibrar las emociones del paciente.
Cada elixir floral, derivado del elixir madre, se diluye antes de envasarse en frascos específicos. Concebidos para ser accesibles a todos, estos remedios naturales siguen siempre los principios holísticos de Edward Bach, sin modificaciones, lo que garantiza su autenticidad y su eficacia percibida.