Las grietas en los caballos son una afección frecuente y a menudo dolorosa. Aparecen sobre todo en invierno, a causa de la humedad y el frío, y afectan especialmente a los caballos que viven en pastos. Este artículo explora las causas, los síntomas, el diagnóstico, los tratamientos disponibles, las alternativas naturales y las formas de prevenir las grietas en los caballos.
¿Cuáles son las causas?
Las grietas son irritaciones profundas localizadas en los huecos de las cuartillas y se diferencian de la sarna del barro en que su localización es más restringida. Aparecen sobre todo en invierno debido al efecto irritante de la humedad y el frío. La piel irritada se seca, agrieta y engrosa, lo que la hace menos resistente a las bacterias circundantes y aumenta el riesgo de sobreinfección.
Los caballos con balcanes (zonas de pelo blanco en los extremos de las extremidades) son más propensos a las grietas debido a que su piel es más delicada. Varios factores pueden provocar grietas, como un suelo inadecuado, una higiene deficiente de los cascos o problemas de salud subyacentes. Por ejemplo, un suelo demasiado húmedo o embarrado ablanda el cuerno del casco, haciéndolo más vulnerable a las grietas. Por el contrario, un suelo seco y duro puede provocar grietas debido a la falta de flexibilidad.
Un cuidado inadecuado de los cascos también puede provocar grietas. Un mal corte de los cuernos, la falta de un recorte regular o un herraje deficiente debilitan la estructura del casco. Los problemas de salud, como las infecciones fúngicas, las enfermedades metabólicas o la mala circulación, también pueden hacer que los cascos sean más propensos a agrietarse.
Las grietas suelen aparecer en invierno, pero también pueden desarrollarse fuera de esta estación en caballos que se duchan con frecuencia o debido a un equipamiento inadecuado. Los caballos que viven todo el año en praderas se ven afectados con más frecuencia, pero los que viven en establos no se libran.
¿Cuáles son los síntomas de las grietas?
Las grietas en los caballos aparecen en forma de fisuras profundas y dolorosas localizadas principalmente en los talones o las coronas de los cascos. Pueden causar un dolor intenso, limitar la movilidad del caballo y afectar a su comportamiento.
Los síntomas incluyen pérdida de pelo, piel roja e inflamada y cuartillas ligeramente hinchadas. También pueden verse pequeñas costras en la zona afectada. Estos síntomas suelen ir acompañados de dolor y aumento de la sensibilidad, lo que dificulta la manipulación de la zona afectada.
Los caballos con piel más fina, como los que tienen percebes, muestran signos de grietas con mayor facilidad. Su piel se enrojece y pierden pelo de las cuartillas. Los caballos o ponis con mucho pelo en las cuartillas también son más propensos a desarrollar grietas, ya que la humedad y la suciedad se acumulan fácilmente en estas zonas.
Si las grietas no se detectan y tratan a tiempo, acaban formando costras amarillentas, se infectan y pueden provocar pequeñas hemorragias. También puede producirse una ligera congestión.
¿Qué tratamientos existen?
El tratamiento de las grietas en los caballos comienza con la detección precoz de los síntomas. Es fundamental palpar regularmente los huecos de las cuartillas para detectar cualquier aspereza o costra. En cuanto se detecten signos de gri etas, hay que actuar con rapidez para evitar que empeoren.
El tratamiento de las grietas se basa en tres principios: limpieza, secado y aplicación de pomadas. No tiene sentido aplicar una pomada en una cuartilla sucia y húmeda, incluso podría empeorar la situación. Empieza por quitar el pelo con una maquinilla o unas tijeras de punta redonda y luego enjabona la zona con un jabón antiséptico como Vétédine Savon. Este enjabonado debe ser minucioso para ablandar las costras y permitir que se desprendan sin arrancarlas.
A continuación, seque cuidadosamente la zona para eliminar todo rastro de humedad. Este paso es crucial, ya que la piel húmeda impedirá que la pomada penetre correctamente. Una vez seca la piel, aplique una crema cicatrizante, como la crema para grietas Horse Master, en cantidad suficiente. Masajee suavemente la piel con la crema y aplique una capa adicional para una protección prolongada.
En los casos más graves, el veterinario puede recetar antibióticos u otros medicamentos para tratar las infecciones asociadas. También es aconsejable proteger la zona tratada con apósitos adecuados para evitar nuevos contagios.
Por último, es importante seguir rigurosamente el protocolo de tratamiento. Aplique la pomada dos veces al día hasta que las grietas se hayan curado por completo. En el caso de los caballos que viven en pastos, hay que intentar mantenerlos secos o trasladarlos a un terreno menos húmedo. También puede aplicarse una capa de vaselina para proteger la zona si no pueden trasladarse al interior.
¿Cuáles son las alternativas naturales?
Las alternativas naturales pueden ser eficaces para tratar las grietas en los caballos, favoreciendo la regeneración natural de la epidermis. He aquí algunas opciones:
- Manteca de karité: rica en kariteno y vitamina A, la manteca de karité nutre e hidrata en profundidad. Favorece los procesos naturales de regeneración de la piel, haciéndola más resistente a las agresiones externas.
- Cera de ab ejas: La cera de abejas forma una película impermeable sobre la piel, protegiéndola de las agresiones externas. También es calmante y rica en vitamina A, que favorece la cicatrización.
- Aceite de ricino: Compuesto principalmente por ácidos grasos monoinsaturados, este aceite proporciona una protección óptima a la piel y sus apéndices. Ayuda a fortalecer y reparar el tejido cutáneo.
- Aceite de aguacate: Rico en ácidos grasos, carotenoides, vitaminas C y E, así como en minerales y oligoelementos,el aceite de aguacate constituye un auténtico filtro protector contra las agresiones externas.
- Macerado de caléndula: Este macerado tiene propiedades calmantes gracias a su alto contenido en ácidos grasos insaponificables. Calma las irritaciones y favorece la cicatrización.
- Extracto de consuelda: Rico en alantoína, elextracto de consuelda favorece los procesos naturales de regeneración de la piel.
Una mezcla de manteca de karité, cera de abejas y aceite de ricino puede utilizarse como ungüento reparador. El bálsamo del Perú, una espesa resina marrón de un árbol originario de América Central, también es famoso por sus propiedades purificantes y reparadoras.
Elóxido de zinc, utilizado habitualmente en cosmetología, tiene propiedades calmantes y purificantes. También actúa como filtro UV, protegiendo la piel de los rayos solares. Puede encontrar estos tratamientos naturales en su veterinario o farmacia, en una gama de fórmulas adaptadas a las necesidades específicas de su caballo.
¿Cuáles son las medidas preventivas?
La prevención de las grietas en los caballos se basa en una higiene rigurosa y un mantenimiento regular de los cascos. Para mantener unos cascos sanos, es esencial recortarlos con regularidad, recortar bien los cuernos y herrarlos correctamente. También es crucial mantener los cascos limpios y secos, evitando siempre que sea posible los terrenos embarrados o excesivamente húmedos.
Cepillar y secar las extremidades del caballo después de cada paseo es una importante medida preventiva. Utilice un cepillo suave para eliminar la arena adherida a las extremidades y, a continuación, pase un paño de rizo limpio para eliminar la humedad. Evite duchar con frecuencia las extremidades, sobre todo en invierno, ya que esto favorece la aparición de grietas.
Al cortar las ramas, evite hacerlo a ras y deje las papadas en su sitio para que actúen como canalones naturales, drenando el agua y evitando que se acumule en las cuartillas.
Elajuste y la limpieza de las campanas y polainas también son importantes. Un equipamiento mal ajustado o sucio puede causar irritaciones y favorecer la aparición de grietas.
En el caso de los caballos que viven en pastos todo el año, es posible limpiar las zonas pisoteadas que se convierten en lodazales en tiempo húmedo. Utiliza losas de goma especiales o arena, o mueve el comedero con regularidad para evitar la acumulación de humedad.
Por último, vigila regularmente la salud general de tu caballo. Una dieta equilibrada, ejercicio regular y visitas periódicas al veterinario para un chequeo completo pueden ayudar a prevenir las grietas.