Gripe equina: una vacuna obligatoria

La gripe equina, una enfermedad respiratoria altamente contagiosa, puede tener un gran impacto económico en la industria equina. Proteger la salud de sus caballos mediante un conocimiento profundo de esta enfermedad es esencial.

¿Cuáles son las causas de esta enfermedad?

La gripe equina, causada por un virus de la gripe de tipo A, es una enfermedad respiratoria muy contagiosa. Dos subtipos, el H7N7 y el H3N8, pueden afectar a los caballos. La transmisión entre especies diferentes sigue siendo rara, pero se han registrado casos entre aves, perros y caballos. Los expertos nunca han observado transmisión de gripe de caballos a humanos, ni viceversa.

Los virus de la gripe cambian con el tiempo, evadiendo la respuesta inmunitaria equina. Estas variaciones obligan a modificar periódicamente las vacunas. El virus se transmite principalmente por inhalación de partículas de aerosol liberadas por la tos de caballos enfermos. El virus también puede transmitirse indirectamente a través de equipos o personas.

Cada año desde 2018, los veterinarios han notificado varios brotes de gripe a la RESPE (Red de Epidemia-Vigilancia en Patología Equina). En 2019, notificaron más de 50 brotes, que afectaron a diversas estructuras de los sectores del ocio, el deporte y las carreras. Gripe equina es el nombre que recibe esta enfermedad cuando afecta a caballos domésticos o salvajes, burros y animales resultantes de sus cruces, así como cebras.

El virus responsable de la gripe equina es del género influenza, estrechamente relacionado con el virus de la gripe humana. Sin embargo, nunca se ha observado la transmisión entre humanos y caballos. La rapidez de propagación y el carácter contagioso de esta enfermedad hacen que una mayor vigilancia y la vacunación periódica sean esenciales para proteger a los équidos y limitar la propagación de la infección.

¿Cuáles son los síntomas de la gripe equina?

Los síntomas de la gripe equina suelen aparecer tras un periodo de incubación de 2 a 5 días. Los signos clínicos más frecuentes son

  • Fiebre alta: La temperatura rectal suele superar los 40°C, asociada a depresión y anorexia.
  • Tos seca y persistente: La tos es frecuente y puede persistir durante varias semanas.
  • Secreción nasal: Translúcida durante los primeros días, a menudo se vuelve mucopurulenta en caso de sobreinfección bacteriana.

En un establo, la intensidad de los síntomas varía en función del individuo y de su estado de vacunación. Algunos caballos pueden mostrar sólo signos discretos, como una hipertermia moderada y pasajera, pero siguen siendo portadores del virus y lo transmiten por contacto estrecho.

La recuperación suele llevar de una a dos semanas, pero la regeneración completa de las vías respiratorias requiere al menos tres semanas de reposo. Sin este periodo de reposo, las vías respiratorias siguen siendo vulnerables a las infecciones bacterianas oportunistas.

La mortalidad es rara en caballos adultos, pero los potros pueden morir por complicaciones como la neumonía. Los síntomas también pueden incluir conjuntivitis, edema de las extremidades y dolor muscular. Los caballos adultos se recuperan espontáneamente en 10 a 15 días, mientras que los caballos jóvenes no vacunados desarrollan complicaciones con mayor frecuencia.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad?

El diagnóstico de la gripe equina se basa en la observación de los signos clínicos y la rápida propagación de la enfermedad en un establo. Sin embargo, se necesitan pruebas de laboratorio para confirmar el diagnóstico. He aquí los principales métodos de diagnóstico:

  1. Prueba PCR (reacción en cadena de la polimerasa): Este método detecta el ADN del virus a partir de un frotis nasofaríngeo. Es muy preciso y puede identificar el virus incluso en pequeñas cantidades.
  2. Serología: La detección de anticuerpos en la sangre también puede confirmar la infección. Sin embargo, en caballos vacunados, este método es más complejo, ya que los anticuerpos detectados pueden proceder de la vacuna. Se pueden realizar dos análisis de sangre con dos semanas de intervalo para medir el aumento de anticuerpos y confirmar la infección.

Los veterinarios también utilizan el aislamiento del virus a partir de hisopos nasales para diagnosticar la gripe equina. La fiebre alta y el contagio son pistas importantes, pero otras enfermedades respiratorias como la rinoneumonitis o la estrangulación pueden presentar síntomas similares.

¿Qué tratamientos existen?

Actualmente no existe un tratamiento específico para la gripe equina, que es una enfermedad vírica. Sin embargo, existen medidas que pueden reducir los síntomas y prevenir las complicaciones:

  • Tratamiento sintomático: se administran antiinflamatorios no esteroideos para reducir la fiebre y aliviar otros síntomas. Pueden utilizarse anticoagulantes para eliminar las secreciones bronquiales.
  • Antibióticos: En caso de sobreinfección bacteriana, es necesario un tratamiento antibiótico.
  • Reposo: Los caballos deben descansar durante al menos tres semanas tras el final de los signos clínicos. Este periodo de reposo es crucial para permitir la cicatrización de las vías respiratorias y evitar secuelas pulmonares o cardiacas.

Durante el periodo de convalecencia, mantenga al caballo cubierto y aislado en una zona limpia y bien ventilada. Ofrézcale alimentos apetecibles para animarle a comer.

¿Cuáles son las alternativas naturales?

Además de los tratamientos convencionales, existen alternativas naturales para reforzar el sistema inmunitario de los caballos y ayudarles a combatir la gripe equina:

  • Equinácea: Esta planta es famosa por sus propiedades inmunoestimulantes y antiinflamatorias. Refuerza el sistema inmunitario y favorece la cicatrización de heridas.
  • Acerola: Rica en vitamina C, la acerola está recomendada para reforzar el sistema inmunitario, sobre todo en la prevención de enfermedades víricas.
  • Rosa mosqueta: El macerado de brotes de rosa mosqueta es eficaz contra las inflamaciones respiratorias, articulares y cutáneas. Refuerza la inmunidad y tiene un efecto en profundidad sobre las pieles frágiles.
  • Eucalipto y pino silvestre: Estas plantas son conocidas por sus propiedades expectorantes y antisépticas, que ayudan a tratar las infecciones respiratorias y a aliviar la tos.
  • Tomillo: El tomillo tiene propiedades antiespasmódicas y expectorantes, ayudando a eliminar la mucosidad de las vías respiratorias.

¿Cómo prevenirla?

La prevención de la gripe equina se basa principalmente en la vacunación. He aquí las principales medidas preventivas:

  • Vacunación: Se recomienda encarecidamente vacunar a todos los équidos, incluidos los que no se mueven mucho. La vacunación reduce significativamente los signos clínicos y la excreción viral, limitando así la propagación de la enfermedad. El protocolo de vacunación comprende tres inyecciones primarias y refuerzos anuales. Para los caballos que participan frecuentemente en eventos ecuestres, se recomiendan refuerzos cada seis meses.
  • Cuarentena y desinfección: En caso de contagio, los caballos enfermos deben aislarse y los locales y equipos deben desinfectarse. Los cuidadores deben lavarse bien las manos y desinfectar las botas.
  • Vigilancia epidemiológica: la RESPE vigila el desarrollo y la circulación de los virus para adaptar la producción de vacunas y prevenir las epidemias.

Estas medidas preventivas son esenciales para proteger la salud de los caballos y evitar las repercusiones económicas de esta enfermedad altamente contagiosa.

Normas de vacunación

En Francia, la vacunación contra la gripe equina es obligatoria para determinados caballos, en particular los que participan en concentraciones como carreras, concursos y salones de cría. He aquí las principales normas:

  1. Eventos ec uestres: Los caballos que participan en carreras, concursos u otros eventos ecuestres deben ser vacunados. Esta obligación tiene por objeto evitar epidemias durante las concentraciones.
  2. Acceso a hipódromos y campos de entrenamiento: La vacunación es obligatoria para acceder a estos lugares. Esto incluye los establecimientos pertenecientes a empresas de carreras.
  3. Sementales y yeguas de cría: Los sementales utilizados para la inseminación artificial y determinadas razas utilizadas para la cría natural deben ser vacunados.

Los protocolos de vacunación pueden variar en función de los reglamentos de los libros genealógicos y las yeguadas nacionales. Por ejemplo, los sementales donantes de semen para inseminación artificial y las yeguas de cría de razas específicas tienen requisitos estrictos de vacunación.

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