El término“síndrome de Piro-Like” se utiliza para describir una serie de síntomas causados por enfermedades transmitidas por vectores en los équidos. Estas enfermedades son transmitidas por animales externos, como garrapatas o roedores. No se transmiten directamente de un caballo a otro. El diagnóstico diferencial de este síndrome incluye cinco enfermedades: piroplasmosis, anaplasmosis, enfermedad de Lyme, leptospirosis y anemia infecciosa equina. El cuadro clínico asociado al síndrome incluye hipertermia de origen desconocido y síntomas inespecíficos como anorexia, letargo o pérdida de condición, asociados a anemia.
Sólo los análisis de sangre de laboratorio pueden establecer un diagnóstico preciso y definir el tratamiento más adecuado. Las pruebas Epona Panel Piro-Like son pruebas moleculares de nueva generación que detectan y discriminan el agente patógeno de forma sencilla, fiable y rápida. Estas pruebas permiten aislar y tratar a los animales afectados antes de que aparezcan los primeros signos clínicos.
Piroplasmosis
La piroplasmosis es una enfermedad paras itaria que afecta a los équidos, causada por los protozoos Theileria equi y Babesia caballi. No contagiosa, se transmite por garrapatas de los géneros Dermacentor, Rhipicephalus y Hyalomma, así como por transmisión transplacentaria. La mayoría de los caballos infectados se convierten en portadores latentes.
Tras entrar en el organismo, los piroplasmas se multiplican en los glóbulos rojos, desencadenando una respuesta inflamatoria responsable de los signos clínicos. En la fase aguda, los síntomas incluyen anemia, hipertermia (> 40°), ictericia, hematuria, edema de las extremidades y complicaciones cardiacas o renales. También pueden observarse cólicos, síntomas nerviosos, enteritis y ataxia. Sin un tratamiento rápido, la enfermedad puede ser mortal.
En la fase crónica, los signos clínicos son menos aparentes y fluctúan, incluyendo fatiga por esfuerzo y anemia crónica moderada. En el caso de Theileria, puede persistir durante mucho tiempo una fase latente crónica, con los parásitos localizados en el bazo, el hígado y la médula ósea. Si fallan las defensas inmunitarias, el parásito puede reaparecer en la sangre.
El diagnóstico de la piroplasmosis se basa en hemogramas, bioquímica, frotis, PCR y serología. El principal tratamiento es elImidocarb (Carbesia). Para prevenir la enfermedad, es aconsejable tratar los pastos y los caballos contra las garrapatas, y eliminarlas rápidamente.
Anaplasmosis
La anaplasmosis es una enfermedad infecciosa no contagiosa causada por la bacteria Anaplasma phagocytophilum, transmitida por garrapatas del género Ixodes. Estas garrapatas viven unos tres años y se encuentran en toda Francia, excepto en la costa mediterránea y en altitudes superiores a 1.500 metros.
La bacteria se multiplica en los glóbulos blancos y luego en los rojos, debilitando las defensas inmunitarias del caballo y desencadenando una respuesta inflamatoria. Los síntomas aparecen entre 8 y 12 días después de lainoculación de la garrapata e incluyen hipertermia, depresión, anorexia, ataxia, edema distal de las extremidades, petequias, taquicardia y polipnea. La recuperación suele durar entre 3 y 16 días con los cuidados adecuados, o a veces se produce espontáneamente, aunque se han descrito casos raros de muerte.
El diagnóstico se basa en análisis de sangre: NF, bioquímica, Frottis (que muestra leucopenia, trombocitopenia, anemia y cuerpos de inclusión en los neutrófilos), PCR (para detectar infecciones activas) y serología (para detectar anticuerpos).
El tratamiento principal es laoxitetraciclina. Como medida preventiva, es aconsejable tratar los pastos y los caballos contra las garrapatas. Aunque similar a la piroplasmosis, la anaplasmosis se distingue por su transmisión bacteriana. Los síntomas incluyen fiebre, depresión y anorexia, y a veces se producen infecciones asintomáticas. No existe vacuna para los équidos. Las medidas preventivas incluyen el tratamiento de los pastos y larápida eliminación de las garrapatas tras su picadura. Pueden utilizarse varios acaricidas, aunque no se recomienda su aplicación a los caballos.
Enfermedad de Lyme
La borreliosis, o enfermedad de Lyme, es una enfermedad infecciosa no contagiosa causada por la bacteria Borrelia burgdorferi. Transmitida principalmente por garrapatas del género Ixodes, también puede ser transmitida por pulgas, mosquitos y tábanos, lo que la convierte en una zoonosis.
Tras la picadura, las bacterias permanecen en la dermis durante varios días, causando a veces eritemas visibles en el ser humano. La bacteriemia suele ser breve y transitoria antes de extenderse a diversos órganos. Los síntomas pueden aparecer varios meses después de la infección inicial e incluyen una forma sistémica con fiebre leve, letargo, anorexia, emaciación crónica, rigidez, cojera intermitente, distensión sinovial, uveítis, aborto y trastornos del comportamiento. Las formas clínicas localizadas pueden ser neurológicas, cutáneas o incluir uveítis. Muchas infecciones permanecen asintomáticas.
El diagnóstico se basa en diversas técnicas. La PCR suele ser negativa en sangre, pero puede realizarse en biopsias de piel, vítreo, líquido cefalorraquídeo y/o tejido nervioso. La serología detecta anticuerpos entre 3 y 6 semanas después de la infección, con un pico alrededor de los tres meses. Estos anticuerpos persisten de 1,5 meses a más de dos años, sin disminuir tras el tratamiento.
El principal tratamiento es laoxitetraciclina. La prevención incluye el tratamiento de los pastos y los caballos contra las garrapatas, así como la rápida eliminación de las garrapatas tras su picadura. Aunque similar a la piroplasmosis, la borreliosis se distingue por su transmisión bacteriana y sus diversos síntomas, como fiebre, depresión y anorexia, con infecciones asintomáticas en ocasiones. Actualmente no existe ninguna vacuna contra la borreliosis en los équidos. Las medidas preventivas recomiendan la eliminación de los hábitats propicios para las garrapatas y el uso cuidadoso de diversos acaricidas.
Leptospirosis
La leptospirosis es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Leptospira, que comprende varios serogrupos como Interrogans e Ictérohaemorrhagiae, este último más patógeno. Estas bacterias pueden sobrevivir durante largos periodos en el agua y el suelo, sobre todo a temperaturas cercanas a los 20°C. Los roedores son los principales huéspedes de la Leptospira, contaminando el agua y el suelo con su orina. Esta zoonosis también afecta a los perros, contra los que se puede vacunar.
La infección se produce por ingestión de agua o alimentos contaminados, o a través de la piel. Las leptospiras viajan por el torrente sanguíneo y pueden encontrarse en diversos órganos como el hígado, los riñones, el bazo, el SNC, el tracto genital, la placenta y los ojos. Los caballos infectados pueden excretar la bacteria en la orina, la leche, el semen y los fetos abortados entre varias semanas y varios meses después de la infección.
Los síntomas de la forma sistémica incluyen fiebre, depresión, anorexia, ictericia, hemoglobinuria y petequias. Son posibles numerosas formas clínicas localizadas, como la renal, la hepática, la pulmonar, la uveítis y el aborto. La enfermedad suele ser subclínica, con un curso benigno.
El diagnóstico se basa en la PCR, que puede realizarse en sangre, orina, vítreo, bebés abortados, placenta y líquido cefalorraquídeo. La serología detecta anticuerpos 15 días después de la infección, con una persistencia de 6 meses a más de 2 años. Un título superior a 800 con síntomas sugestivos indica una infección activa.
El tratamiento se basa en la administración de penicilina uoxitetraciclina durante 7 días. La prevención incluye el control de roedores, el drenaje de prados húmedos y la limpieza de aguas estancadas.
Anemia infecciosa equina (AIE)
La anemiainfecciosa equina (AIE) es una enfermedad vírica grave, a menudo latente, causada por un virus de la familia de los retrovirus. Los caballos infectados son portadores de por vida, aunque no presenten síntomas.
Los síntomas, desencadenados por el estrés, incluyen fiebres altas y anemia. La transmisión se produce por la picadura de un insecto hematófago o el uso de material contaminado. Un caballo contaminado sigue siendo portador del virus durante toda su vida.
La anemia infecciosa equina no tiene tratamiento. La prevención se basa en el cribado regular de los équidos y el aislamiento de los caballos positivos. Las medidas de control de insectos y el uso de material de un solo uso para las inyecciones también pueden ayudar a prevenir la propagación de la enfermedad.
En Francia, la anemia infecciosa equina es una enfermedad regulada por el gobierno y clasificada como peligro sanitario de categoría 1. La detección de la anemia infecciosa equina es obligatoria en algunos casos:
- para los sementales utilizados en inseminación artificial
- para la exportación a terceros países
- en las visitas de compraventa. La AIE es un defecto redhibitorio, con un periodo de redhibición de 30 días.
Todas las especies equinas son sensibles a la AIE, pero la enfermedad no es transmisible al hombre. Existen diferentes formas clínicas de la enfermedad, que van de la superaguda a la asintomática. La forma asintomática es la más frecuente en los caballos en Francia. Los asnos son en su mayoría portadores sanos.
El diagnóstico de la enfermedad sólo puede hacerse con certeza mediante una técnica de análisis oficial. Se trata de la detección de anticuerpos en la sangre (prueba de Coggins). Los laboratorios autorizados en Francia realizan este análisis. Sólo los laboratorios autorizados por el Estado pueden realizar este análisis.