¿Cómo se trata la tendinitis en los caballos de deporte?

La gestión y el tratamiento de la tendinitis en los caballos requieren un enfoque riguroso y adaptado. La tendinitis, a menudo causada por estrés o traumatismos, afecta principalmente a los tendones flexores superficiales y profundos. La detección precoz, seguida de un tratamiento adecuado, es crucial para minimizar los daños y favorecer la curación. Este artículo explora los pasos esenciales en el diagnóstico, los métodos de tratamiento eficaces y las estrategias de rehabilitación para optimizar la recuperación y prevenir las recidivas.

La convalecencia, una etapa importante

Una vez realizado el diagnóstico, el veterinario propondrá un protocolo de tratamiento adecuado.

En caso de tendinitis, el reposo es esencial para permitir que el tendón se reconstruya. La duración del reposo varía en función de la gravedad de la tendinitis, desde unos días para una simple inflamación hasta varios meses en caso de rotura de fibras. Algunos caballos permanecerán en un establo cerrado, mientras que otros podrán estar en el prado/pasto con alguna actividad ligera.

El reposo por sí solo no basta para evitar las recidivas (76%). En caso de cojera marcada, el caballo debe permanecer en reposo estricto durante al menos tres meses, bajo supervisión veterinaria. Laalimentación debe adaptarse para evitar el aumento de peso.

La rehabilitación desempeña un papel crucial. El caballo debe volver al trabajo gradualmente, siguiendo las instrucciones del veterinario:

  1. Caminar a paso de paseo sobre suelo duro.
  2. Trote dividido (alternando el paso y el trote sobre suelo duro/blando).
  3. Reeducación al galope en línea recta sobre suelo firme.
  4. Reanudación progresiva del entrenamiento (saltos, carreras, etc.).

La duración de cada etapa varía en función de las recomendaciones del veterinario. Deben evitarse los terrenos profundos para prevenir las recidivas. En caso de tendinitis, es indispensable inmovilizar el miembro afectado durante las dos primeras semanas: vendaje, vendaje Robert-Jones, yeso o férula.

Un programa de convalecencia y rehabilitación progresiva mejora los resultados y limita las recidivas. Los estudios demuestran que un caballo en pastoreo tiene una tasa de recurrencia del 75%, frente al 50% de un caballo en convalecencia controlada. El caballo puede tardar entre seis meses y un año en volver al trabajo normal, dependiendo de la gravedad de la lesión.

Adaptar la herradura

El herraje y el recorte desempeñan un papel esencial en el tratamiento de la tendinitis, al limitar la tensión sobre el tendón afectado. Adaptar la forma de cuidar los pies durante el proceso de curación y cuando el caballo vuelve al trabajo es crucial. Los herradores y los veterinarios trabajan juntos para determinar la solución más adecuada.

Para la tendinitis del flexor profundo, el veterinario suele recomendar una herradura invertida o una herradura de barra de huevo, a veces con compensación del talón en casos graves. Estas herraduras modifican la pisada para aliviar la tensión sobre la perforante, elevando los talones y utilizando un recorte corto para facilitar el arranque del pie.

En los casos de lesiones leves diagnosticadas en una fase temprana, o tras una rehabilitación satisfactoria, un zapato para juanetes con mucha rodadura ayuda a prevenir las recidivas al limitar el hundimiento de los talones en el suelo, reduciendo así la tensión sobre el flexor profundo.

Para la tendinitis del flexor superficial, el zapato adecuado aliviará la presión del pie. Un zapato bien equilibrado, con la puntera cubierta y las patillas finas, ayuda a que los talones se hundan en el suelo, transfiriendo las fuerzas al tendón flexor profundo, lo que alivia el tendón superficial.

Por lo tanto, el herraje y el recorte desempeñan un papel integral en el tratamiento de la tendinitis, ya que ayudan a ajustar el apoyo y a minimizar la tensión sobre los tendones afectados, facilitando así la curación y previniendo las recidivas.

Medicamentos y técnicas veterinarias

Los antiinflamatorios orales, inyectables o en gel reducenla inflamación y el dolor en el tendón del caballo. Aunquela inflamación favorece la cicatrización, es crucial controlarla para evitar efectos negativos. Laadministración de Tiludronato (Tildren) ha demostrado su eficacia en algunas tendinitis flexoras profundas asociadas al síndrome navicular, mejorando la locomoción en cojeras leves.

La neurectomía, que corta el nervio sensorial para aliviar el dolor, puede considerarse para casos graves, pero sigue siendo controvertida y se reserva para caballos retirados. El tratamiento quirúrgico, como el styletting (incisiones longitudinales en el tendón), favorece la vascularización, pero es controvertido y se reserva para casos específicos.

La medicina regenerativa incluye varias opciones prometedoras:

  1. PRP(plasma rico en plaquetas): El PRP estimula la síntesis de colágeno de tipo I, esencial para la estructura del tendón. Se obtiene centrifugando la sangre y contiene numerosos factores de crecimiento que aceleran la cicatrización.
  2. Células madre mesenquimales: Inyectadas en el tendón bajo control ecográfico, se diferencian en tenocitos u orquestan la regeneración del tendón mediante efectos antiinflamatorios y tróficos.
  3. Concentrado de médula ó sea: Extraída del esternón o la pelvis, la médula ósea centrifugada proporciona un concentrado rico en células madre y factores de crecimiento que favorece la cicatrización.

Los cuidados locales incluyen:

  1. Aplicaciónde frío en la extremidad para reducir el dolor y la inflamación.
  2. Aplicaciónde vesicatorio(producto térmico) para estimular la cicatrización del tendón. Sólo durante la fase de cicatrización.

También pueden utilizarse terapias con láser u ondas de choque, aunque su eficacia es controvertida.

Fisioterapia

Además de los métodos mencionados, se pueden considerar otras soluciones. Las técnicas de rehabilitación se han desarrollado considerablemente en los últimos años. El seguimiento por un osteópata o masajista puede resultar beneficioso para su caballo durante su convalecencia. También son cada vez más frecuentes las terapias con láser y ondas de choque.

La crioterapia es un método eficaz, que utiliza dióxido de carbono comprimido a 50 bares a una temperatura de -80 °C. Esta técnica permite alcanzar una temperatura cutánea de 4°C en pocos minutos, produciendo efectos analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares y antiedematosos. La crioterapia debe aplicarse sobre la piel seca y tonificada para evitar el dolor del frío húmedo y para una eficacia óptima.

Los efectos del láser incluyen acciones electromecánicas, fotoablativas y térmicas. El láser puede ionizar átomos. Esto crea un plasma que genera ondas de choque capaces de romper las estructuras tisulares. También tiene efectos fotoquímicos y antiinflamatorios al modular las citoquinas proinflamatorias. El láser aumenta los niveles de NO en los tejidos.

Losultrasonidos terapéuticos utilizan mecanismos mecánicos y térmicos. En modo pulsado, realizan un micromasaje fibrolítico. En modo continuo, producen calor por fricción. Esto provoca una vasodilatación local y una mejor organización de las fibras tendinosas.

Lahidroterapia con frío también es beneficiosa para reducir la inflamación y aliviar el dolor. Los vendajes de compresión pueden estabilizar y sostener el tendón, ayudando a prevenir la acumulación de líquido. Puede inyectarseácido hialurónico para favorecer la curación del tendón inhibiendo la inflamación.

Por último, los spas con agua fría a entre 4 y 6 °C y chorros de agua pueden reducir los procesos inflamatorios y mejorar la cicatrización gracias a sus efectos analgésicos, drenantes y de masaje.

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