Aunque relativamente rara, la enfermedad de la motoneurona (MMN) en los caballos es un grave trastorno neurodegenerativo que afecta a las motoneuronas inferiores responsables del control de los músculos esqueléticos. Esta enfermedad, comparable a la esclerosis lateral amiotrófica en humanos, provoca debilidad muscular progresiva, atrofia y, finalmente, parálisis. El diagnóstico precoz de la AME es crucial para mejorar la calidad de vida de los caballos afectados y aplicar estrategias de gestión adecuadas.
¿Cuáles son las causas de esta enfermedad?
La Enfermedad de las Neuronas Motoras Equinas (EMND ) es una enfermedad degenerativa cuyaetiología exacta sigue siendo desconocida. Se caracteriza por la degeneración de las motoneuronas somáticas de las astas ventrales de la médula espinal y de ciertos núcleos cerebrales. Los caballos afectados sufren una atrofia neurogénica de los músculos esqueléticos, principalmente de las fibras musculares de tipo I.
Descubierta por primera vez en 1990, la MMN afecta a caballos adultos de entre 2 y 25 años de ambos sexos. Los signos clínicos son el resultado de la degeneración de las motoneuronas situadas en las partes cervicotorácica y lumbosacra de la médula espinal. Las neuronas afectadas suelen mostrar núcleos anormales e inclusiones eosinofílicas puntiformes.
La hipótesis comúnmente aceptada es el estrés oxidativo que causa la degeneración de las motoneuronas, en particular las que tienen una actividad oxidativa elevada (motoneuronas alfa). La carencia de antioxidantes, en particular de vitamina E, es un factor de riesgo importante. Un estudio de la Universidad de Cornell demostró que los caballos alimentados con una dieta baja en vitamina E durante un largo periodo desarrollaron síntomas de AME.
Otros factores de riesgo son la calidad de los pastos, la biodisponibilidad de las fuentes de vitamina E y la capacidad de absorción intestinal. Los caballos afectados también presentaban niveles elevados de cobre y hierro, lo que sugiere una posible contribución de estos minerales al desarrollo de la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de la motoneurona en los caballos?
Los síntomas de la enfermedad de la motoneurona en los caballos pueden variar en función de la gravedad y la duración de la enfermedad. Suelen aparecer de forma aguda o crónica.
Forma aguda
En la forma aguda, los caballos muestran temblores rápidos, posturas particulares con las extremidades agrupadas bajo el cuerpo y pasan más tiempo tumbados. Otros síntomas son un porte bajo de la cabeza, sudoración, porte elevado de la cola y fasciculaciones musculares. A pesar de estos síntomas, el apetito sigue siendo excelente y el tránsito intestinal normal.
El examen clínico suele revelar una amiotrofia simétrica de los músculos del hombro, el cuello, la espalda y el sacro. También son frecuentes las anomalías retinianas, con depósitos de pigmento. La fase aguda suele durar de 2 a 8 semanas. Los caballos pueden recuperar parte de su masa muscular, pero rara vez lo suficiente como para volver a ser montados. Los síntomas pueden reaparecer varios años después, lo que a menudo conduce a la eutanasia.
Forma crónica
Tras la fase aguda, el estado del caballo puede estabilizarse o progresar más lentamente. Los síntomas incluyen pérdida de peso a pesar de tener buen apetito, amiotrofia generalizada, debilidad y periodos prolongados de decúbito. Los caballos adoptan posturas de alivio y pueden mostrar una mejora temporal de la masa muscular.
La enfermedad afecta principalmente a los caballos que no tienen acceso a la hierba y son alimentados con una dieta rica en concentrados y heno de mala calidad. En el 80% de los casos, se observa una estabilización transitoria, seguida de una reaparición progresiva de los síntomas, que conduce a la eutanasia. En el 20% de los casos, la enfermedad progresa rápidamente desde la aparición de los primeros síntomas.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad?
El diagnóstico de la enfermedad neuronal motora en caballos se basa en una combinación de evaluación clínica, pruebas de laboratorio y biopsias de tejido.
Las pruebas hematológicas y bioquímicas de rutina revelan pocas anomalías. Sin embargo, se observa un ligero aumento de las enzimas musculares (CK, AST) durante la fase activa de la enfermedad. En el 90% de los casos se observa una disminución de la concentración plasmática de α-tocoferol(vitamina E ). Las pruebas de absorción de la glucosa son anormales en alrededor del 30% de los caballos.
El diagnóstico es más fácil en los caballos con una forma activa de la enfermedad. La aparición repentina de debilidad, asociada a temblores sin ataxia ni depresión, es sugestiva de SMI. Para confirmar el diagnóstico, los veterinarios recurren a biopsias musculares del músculo sacrocaudalis dorsalis medialis y de la rama ventral del nervio accesorio.
Los análisis de sangre son esenciales para determinar los niveles de vitamina E, que suelen ser muy bajos en los caballos con MMN. La captación anormal de glucosa y la elevación de las enzimas musculares también son indicadores.
La biopsia muscular y nerviosa revela degeneración de las motoneuronas inferiores. Los hallazgos post mortem muestran acumulaciones de pigmentos lipídicos en los capilares de la médula espinal. También se encontraron lesiones microscópicas en ciertos nervios craneales.
¿Qué tratamientos existen?
Desgraciadamente, ningún estudio ha demostrado la eficacia de un tratamiento curativo de la motoneurona en los caballos. Sin embargo, algunas medidas pueden ayudar a estabilizar y mejorar el estado del caballo.
Los veterinarios recomiendan suplementar a los caballos con concentraciones plasmáticas o tisulares bajas de vitamina E. Las dosis recomendadas varían entre 5.000 y 8.000 UI al día. Deben administrarse preferentemente sin selenio para evitar intoxicaciones. La alimentación debe incluir forraje fresco, ya que la vitamina E es más biodisponible en esta forma.
Se introduce un tratamiento antioxidante, a menudo a base de corticosteroides como la prednisolona. El objetivo de este tratamiento es estabilizar al caballo durante el mayor tiempo posible. Sin embargo, por lo general no permite que el caballo reanude la actividad física. La recuperación del peso y la estabilización del estado clínico son posibles, pero las recidivas son frecuentes.
Pueden administrarse infusiones iniciales y terapia con corticosteroides en dosis decrecientes para combatir el estrés oxidativo. La eutanasia suele ser el desenlace final, a pesar de las mejoras clínicas temporales.
¿Cuáles son las alternativas naturales?
Además de los tratamientos médicos convencionales, pueden considerarse ciertas alternativas naturales para ayudar a controlar la enfermedad de la neurona motora en los caballos.
Una dieta rica en antioxidantes naturales, como la vitamina E, es crucial. Los caballos deben tener acceso a pastos verdes, que son una fuente natural de vitamina E. Si esto no es posible, se recomienda la suplementación con vitamina E natural(d-alfa-tocoferol).
Algunas plantas medicinales, como el cardo mariano, pueden tener efectos beneficiosos gracias a sus propiedades antioxidantes. El cardo mariano contiene silimarina, conocida por proteger las células contra el daño oxidativo.
Los suplementos naturales, como los aceites de pescado ricos en omega-3, también pueden ayudar a reducir la inflamación y el estrés oxidativo. Los aceites de pescado contienen ácidos grasos esenciales que favorecen la salud celular.
Garantizar un entorno limpio y sin estrés también puede contribuir a controlar la AME. El acceso regular a los pastos y una dieta equilibrada ayudan a reducir el riesgo de carencia de vitamina E.
¿Cuáles son los medios de prevención?
La prevención de la enfermedad de la motoneurona en los caballos se basa principalmente en una nutrición adecuada y una gestión cuidadosa de los caballos.
Para prevenir la EVM, es fundamental garantizar que los caballos reciban una cantidad suficiente de vitamina E en su dieta. Puede ser necesario un suplemento de vitamina E para los caballos alimentados sólo con heno.
El acceso a pastos verdes es una fuente natural y eficaz de vitamina E. Los caballos que pastan regularmente tienen menos probabilidades de desarrollar una deficiencia.
El organismo absorbe mejor las formas naturales de vitamina E, como el d-alfa-tocoferol, que las formas sintéticas. Consulte a un nutricionista equino para determinar las necesidades específicas de cada caballo.
Es importante permanecer atento a los primeros signos de SMI. Debe consultarse a un veterinario en cuanto aparezcan síntomas neurodegenerativos. Un seguimiento regular y el análisis de los alimentos pueden ayudar a prevenir la enfermedad.