La enfermedad osteocondral juvenil (EOCJ ) es un complejo grupo de trastornos que afectan al desarrollo del cartílago y el hueso subcondral en caballos jóvenes. Estas afecciones, a menudo agrupadas bajo el término general deosteocondrosis, son motivo de gran preocupación para criadores y veterinarios por su importante repercusión en la salud y el rendimiento futuro de los équidos. La AOJ puede manifestarse como cojera, deformidad articular y, en los casos más graves, discapacidad permanente. Comprender los mecanismos subyacentes, los factores de riesgo y los métodos de prevención es esencial para garantizar el bienestar y el desarrollo óptimo de los caballos jóvenes.
¿Cuáles son las causas de esta enfermedad?
La enfermedad osteocondral juvenil (EOCJ) puede comprometer seriamente la carrera deportiva de un caballo desde los primeros meses de vida. Estos trastornos, que incluyen anomalías en el proceso de osificación, afectan sobre todo a los potros. La EOCJ engloba varios tipos de lesiones, entre ellas :
- Osteocondrosis disecante (OCD): caracterizada por irregularidades o fragmentación de las superficies óseas y la formación de quistes óseos subcondrales.
- Desgarros ó seos: resultantes de la tracción de un ligamento.
Estas anomalías suelen estar causadas por tensiones biomecánicas en el esqueleto inmaduro del potro. Provocan alteraciones del flujo sanguíneo hacia el lugar de osificación. Las consecuencias económicas para la industria equina son importantes, ya que reducen el valor comercial del potro y su futuro rendimiento deportivo.
Los signos clínicos de la AOCJ varían en función de la gravedad de las lesiones, la articulación afectada, la localización de la lesión dentro de la articulación y el uso del caballo (ocio frente a competición). Las lesiones en las articulaciones tibio-tarsianas pueden ser subclínicas, mientras que las de la babilla suelen ser sintomáticas.
Los factores ambientales e individuales desempeñan un papel crucial en el desarrollo de la AOCJ. Una alimentación inadecuada de la yegua gestante y del potro en crecimiento, así como un estrés biomecánico excesivo, pueden favorecer estas afecciones. Además, el crecimiento rápido y la conformación física influyen en la prevalencia de las lesiones. Los factores genéticos también son determinantes, ya que algunas razas están más predispuestas a estos trastornos que otras.
¿Cuáles son los síntomas de la osteocondrosis?
Como ocurre con muchas enfermedades, los síntomas de la osteocondrosis pueden variar de un caballo a otro, dependiendo de la localización de las lesiones y del tipo de trabajo que realice el animal. En algunos caballos, la osteocondrosis puede no causar molestias en absoluto, o sólo en determinados momentos, mientras que en otros los síntomas pueden ser más pronunciados y visibles.
Los síntomas más comunes son:
- Hinchazón de la articulación afectada: Este es uno de los signos más comunes, resultado de la inflamación de la articulación. Esta hinchazón, debida a un aumento de la cantidad de líquido sinovial, puede no ser dolorosa para el caballo, pero indica la presencia de un fragmento óseo (o astilla).
- Cojera: La gravedad de la cojera varía de un caballo a otro y suele ser más evidente durante el trabajo. Puede deberse a un dolor vinculado a la distensión de la articulación o a un quiste óseo.
- Dolor articular: La articulación afectada puede ser sensible a la manipulación, especialmente durante la flexión. El dolor puede deberse a una distensión sinovial o a un fragmento encajado entre los huesos de la articulación.
La osteocondrosis suele ser asintomática en caballos jóvenes no entrenados, pero puede manifestarse con síntomas como:
- Hinchazón de la articulación
- Dolor a la movilización pasiva de la articulación afectada
- Prueba de flexión positiva
- Cojera de diversos grados
¿Cómo se diagnostica?
La osteocondrosis puede diagnosticarse como medida preventiva o si existe sospecha clínica. El examen clínico inicial ayuda a orientar el diagnóstico mediante la palpación de las articulaciones y pruebas de flexión de las extremidades para detectar una reducción de la amplitud de movimiento o dolor.
Los veterinarios suelen complementar elexamen clínico con un examen dinámico para afinar el diagnóstico. Utilizan anestésicos locales de diagnóstico para localizar el dolor con precisión. Suelen confirmar las lesiones mediantepruebas de imagen, en particular radiografías . Los veterinarios también pueden utilizar imágenes ecográficas para obtener información adicional.
El estudio ESOAP demostró la evolución de la AOCJ en potros de entre 6 y 18 meses de edad, indicando que las lesiones evolucionan significativamente durante este periodo. Se recomienda el cribado radiográfico alrededor del año de edad para tener una idea precisa del estado osteoarticular del potro.
Su veterinario comenzará con un examen locomotor completo, observando las extremidades en busca de hinchazón, zonas sensibles o zonas de mayor calor. A continuación, observará al caballo en movimiento y realizará pruebas de flexión para detectar cualquier cojera. Si es necesario, se realizarán exámenes adicionales como radiografías oecografías para localizar y evaluar la gravedad de las lesiones.
¿Qué tratamientos existen?
El tratamiento dela osteocondrosis depende de la gravedad de las lesiones, de la articulación afectada y del uso del caballo. Existen dos tipos principales de tratamiento: tratamiento conservador y tratamiento quirúrgico.
El tratamiento conservador consiste en reposo y administración de antiinflamatorios. Es adecuado cuando las lesiones son leves o si el caballo no está destinado a una actividad deportiva intensa. El objetivo de este tratamiento es adaptar la actividad del caballo para evitar el agravamiento de las lesiones y controlar los síntomas con antiinflamatorios y, eventualmente, infiltraciones.
La cirugía artroscópica suele recomendarse para los casos más graves. Esta técnica consiste en realizar pequeñas incisiones para introducir una cámara e instrumentos quirúrgicos con el fin de extraer fragmentos óseos o desbridar quistes. La artroscopia, realizada bajo anestesia general, también permite evaluar la salud general de la articulación. La cirugía suele ser de corta duración. El índice de complicaciones es bajo. Además, ofrece un pronóstico favorable para los caballos jóvenes destinados a una carrera deportiva.
En el caso de los quistes subcondrales, se pueden utilizar varias técnicas quirúrgicas para rellenar el quiste y evitar que se expanda. Sin embargo, el elevado coste de estas operaciones anima a algunos propietarios a optar por un tratamiento conservador.
¿Cuáles son las alternativas naturales?
En el caso de los caballos jóvenes en crecimiento, es fundamental favorecer su periodo de osificación para garantizar una buena calidad ósea. Suplementos alimenticios comoEkyflex Osteo pueden ser beneficiosos. Para los caballos con fragmentos o que los han tenido, el uso de condroprotectores puede ayudar a proteger las articulaciones. Los suplementosa base de Harpagophytum, comoHarpagyl, también son útiles para prevenir la rigidez.
Gracias a sus principios activos antiinflamatorios,el harpagofito es eficaz en el tratamiento del dolor asociado a la artrosis. Es necesario tomar extractos durante varios meses para ver los efectos beneficiosos.
Lacorteza de sauce blanco también se utiliza por sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Al contener salicilina, que se transforma en ácido salicílico en el organismo, actúa inhibiendo las enzimas responsables de la inflamación.
La boswellia, la cúrcuma y la grosella negra son otras plantas con efectos antiinflamatorios y analgésicos. Se utilizan tradicionalmente para tratar el dolor osteoarticular. Incorporarlas a la dieta de los caballos puede ayudar a controlar los síntomas de la osteocondrosis de forma natural.
¿Cómo prevenir la osteocondrosis?
La prevención de laosteocondrosis en los caballos pasa por controlar una serie de factores, como la dieta, la actividad física y la detección precoz.
Ladieta de la yegua y el potro es crucial. La dieta debe ser equilibrada en términos de energía y proteínas, prestando especial atención a la calidad de las proteínas y a laingesta de minerales y oligoelementos. Un desequilibrio en calcio y fósforo o una carencia de cobre pueden aumentar el riesgo de osteocondrosis. Puede ser necesario el uso de suplementos minerales y vitamínicos (CMV) para compensar las carencias alimentarias.
La actividad física moderada y regular es importante para el desarrollo saludable del esqueleto del potro. Se recomienda evitar las transiciones bruscas entre fases de inactividad y de actividad intensa. El pastoreo permanente, en lugar de la estabulación, puede ayudar a mantener una actividad física regular sin excesos.
La detección precoz permite detectar y tratar rápidamente las lesiones. De este modo se evitan repercusiones negativas en la futura carrera deportiva del caballo. Se recomienda realizar radiografías entre los 18 y los 24 meses de edad, especialmente en caballos con predisposición genética. La detección precoz aumenta las posibilidades de un tratamiento eficaz y un buen pronóstico deportivo.
Evitar la cría de individuos con antecedentes deosteocondrosis e informarse sobre el estado osteoarticular de los padres puede reducir el riesgo. El ejercicio moderado y regular durante el crecimiento, combinado con una dieta equilibrada sin transiciones alimentarias bruscas, son factores clave para prevenir esta patología.