Knurls en caballos: cuidado con los tendones

Las hinchazones, ya sean articulares o tendinosas, son un problema frecuente en el mundo ecuestre. Estas hinchazones, a menudo indoloras y de consistencia blanda, pueden desarrollarse como resultado de una inflamación de las articulaciones o los tendones. El objetivo de este artículo es ayudarle a comprender las causas de los nudillos, sus síntomas, diagnósticos y tratamientos disponibles, así como ofrecerle consejos para prevenir su aparición. Profundicemos juntos en los detalles de esta afección para gestionar mejor el bienestar de nuestros caballos.

¿Qué es un nudillo?

Los nudillos son una enfermedad blanda causada por una dilatación anormal de las bolsas sinoviales que rodean las articulaciones y los tendones, debida a una producción excesiva de líquido sinovial. Esta reacción es el resultado de la inflamación de la articulación o el tendón. En términos prácticos, las hinchazones situadas por debajo del punto medio del cañón se conocen como nudillos, mientras que las situadas más arriba se denominan vejigas.

Son muchas las causas de esta inflamación. Entre las más comunes, el trabajo demasiado intenso que sobrecarga las articulaciones y los tendones es un factor de riesgo importante. Un suelo demasiado duro provoca nudos articulares, mientras que un suelo demasiado blando favorece los nudos tendinosos. Otras causas son una fontanería incorrecta, accesorios inadecuados que provocan compensaciones, o el uso de equipos inapropiados, como bandas demasiado apretadas.

Los traumatismos (golpes, choques) también pueden provocar nudos. Ciertas patologías como la sinovitis, la artrosis y la osteocondrosis también contribuyen a la aparición de nudillos, al igual que la tendinitis en el caso de los nudillos tendinosos. Por último, un desequilibrio dietético o las carencias de minerales y vitaminas pueden desencadenar una inflamación crónica. Aunque suelen ser benignas, las nudillos requieren un tratamiento adecuado para evitar que se cronifiquen.

¿Cómo se reconocen los nudillos?

Los síntomas de los nudillos varían según su localización y tipo. Existen dos tipos de nudillos: articulares y tendinosos, cada uno con sus propias características.

Nudillos articulares

Los nudillos articulares están causados por una inflamación de la articulación que provoca una producción excesiva de líquido sinovial. Este líquido, producido por la membrana sinovial, normalmente lubrica la articulación para permitir el movimiento fluido de los huesos. Cuando se produce en exceso, provoca la distensión de la cápsula articular, formando un nudo en la parte posterior del menudillo, a menudo sin calor ni dolor. Si el nudo persiste, puede endurecerse (fibrosis) y causar cojera.

Nudillos tendinosos

Los nudillos tendinosos se desarrollan en la vaina sinovial que rodea los tendones. En caso de inflamación, la producción excesiva de líquido sinovial hace que la vaina se hinche, creando un nudo a lo largo del tendón. Generalmente más flexible y alargado, es menos duro que el nudo articular. En algunos casos, los nudillos pueden afectar tanto a los tendones como a las articulaciones, lo que complica el diagnóstico.

Estas inflamaciones, ya sean articulares o tendinosas, requieren atención veterinaria para evitar que se vuelvan crónicas y dolorosas para el animal.

¿Cómo se diagnostica esta enfermedad?

El diagnóstico de los nudillos suele requerir la intervención de un veterinario. Aunque un nudillo puede ser visible a simple vista, un diagnóstico preciso puede identificar la causa de la inflamación y determinar las medidas que deben tomarse.

El veterinario suele empezar con un examen local para evaluar la consistencia, la localización y el calor de la inflamación. Para afinar el diagnóstico, a menudo se recomiendan exámenes adicionales, como ecografías o radiografías. Estas técnicas permiten una observación detallada de las articulaciones y los tendones para determinar el origen exacto del nudillo e identificar cualquier otra anomalía.

Una vez identificada la causa (alineación incorrecta, patología subyacente, etc.), el veterinario puede proponer un plan de tratamiento adecuado y aconsejar medidas preventivas. Un diagnóstico precoz es esencial para evitar que el nudo se convierta en permanente o doloroso.

¿Qué tratamientos existen?

El tratamiento de los nudillos depende de su tipo y gravedad. Si el nudillo es indoloro y no interfiere en la locomoción del caballo, no suele ser necesario el tratamiento con medicamentos. En este caso, los tratamientos locales como las duchas frías y la aplicación de arcilla pueden bastar para reducir la inflamación.

En casos más avanzados, el veterinario puede recomendar masajes con geles específicos para favorecer la circulación sanguínea. Cuando una patología provoca espolones, el veterinario prescribirá antiinflamatorios o tratamientos específicos. Un tratamiento precoz maximiza las posibilidades de recuperación.

En cambio, un espolón presente desde hace mucho tiempo es más difícil de eliminar, ya que los tejidos suelen estar distendidos. En estos casos, el tratamiento se dirige principalmente a reducir el tamaño y la inflamación, más que a eliminar el nudillo por completo. Por último, el movimiento sigue siendo un aliado importante para la salud articular, ya que favorece la circulación y la eliminación de toxinas.

¿Cuáles son las alternativas naturales?

Ciertos métodos naturales pueden ser útiles para apoyar el tratamiento de los nudillos, en particular mediante el uso de complementos alimenticios. Para los nudillos articulares, los suplementos condroprotectores como Ekyflex Mobility ayudan a fortalecer las articulaciones y a mejorar la movilidad del caballo. Si los nudillos provocan rigidez, otros productos como Ekyflex Nodolox o Harpagyl pueden limitar las molestias.

Para los nudillos tendinosos, la protección del tendón es esencial. Ekyflex Tendon ayuda a mantener la elasticidad y flexibilidad del tendón. Las aplicaciones de arcilla de zeolita, rica en silicio, ofrecen una absorción óptima. Los aceites esenciales de cedro, ciprés y tomillo estimulan eficazmente la circulación sanguínea y linfática, reduciendo la hinchazón.

¿Qué se puede hacer para prevenir esta afección?

La prevención de los nudillos consiste principalmente en reducir el riesgo de inflamación de las articulaciones y los tendones. Para ello, el trabajo del caballo debe adaptarse a su nivel de entrenamiento, edad y estación del año. Un calentamiento gradual y un enfriamiento adecuado después del ejercicio son cruciales para limitar la inflamación.

También hay que vigilar el suelo sobre el que trabaja el caballo: un suelo demasiado duro sobrecarga las articulaciones, mientras que un suelo demasiado blando favorece las lesiones tendinosas. Del mismo modo, una dieta equilibrada es esencial, ya que un caballo con sobrepeso ejerce una presión excesiva sobre sus articulaciones. Durante los periodos de trabajo intenso, los suplementos nutricionales pueden ayudar a proteger las articulaciones y los tendones.

Por último, un herraje y un recorte adecuados pueden corregir cualquier desequilibrio y evitar el uso excesivo. Una buena gestión del ejercicio y revisiones veterinarias periódicas son esenciales para limitar el riesgo de nudillos y mantener al caballo en buen estado de salud.

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