El dolor ovárico en las yeguas es un problema frecuente en veterinaria equina, sobre todo durante los ciclos estrales. Este dolor, que suele estar relacionado con el aumento del tamaño de los folículos y la ovulación, puede causar molestias, afectando tanto al bienestar del animal como a su rendimiento. Identificar y aliviar estos dolores es crucial para mantener la salud general y la calidad de vida de la yegua, sobre todo en el ámbito deportivo y reproductivo.
¿Qué es una yegua “ovárica”?
Una yegua “ovárica ” presenta dolores ligados a los ciclos hormonales, en particular durante el celo y la ovulación. Este dolor está causado por el crecimiento de los folículos, que tiran del ligamento ovárico debido a su mayor peso. La yegua puede mostrar entonces signos de malestar como corcoveos, movimiento de la cola o cólicos leves. Estos síntomas aparecen cíclicamente y desaparecen tras la ovulación.
Los folículos, bajo la influencia de hormonas como los estrógenos y la progesterona, crecen durante los primeros 15 días del ciclo, alcanzando a veces los 5 cm de diámetro antes de liberar un óvulo. Este proceso puede causar dolor, sobre todo debido a la tracción de los ligamentos durante el esfuerzo físico. Las yeguas ovíparas sufren a menudo dolores de espalda e irregularidades posteriores. Aunque estos síntomas son compatibles con un ciclo normal, pueden indicar trastornos más graves, como quistes o tumores.
Afecciones como los tumores de la granulosa o los hematomas también pueden causar dolor ovárico. Estos tumores, aunque poco invasivos, aumentan considerablemente el tamaño del ovario y alteran el comportamiento de la yegua, que puede adoptar actitudes sementales o ninfómanas. El diagnóstico se basa en la ecografía y los niveles hormonales, y el tratamiento suele ser quirúrgico.
¿Cuáles son los tratamientos tradicionales?
Los tratamientos tradicionales para una yegua “ovárica ” tienen como objetivo reducir o eliminar el celo y sus efectos indeseables. La opción más común es la administración diaria de un tratamiento hormonal con progestágenos, como Regumate. Este tratamiento, equivalente a la anticoncepción, bloquea el celo inhibiendo la ovulación. Aunque es eficaz y su uso está autorizado en competición, su principal inconveniente es su elevado coste y la necesidad de una administración regular.
La vacunación permite inducir una castración química temporal a menor coste. Su acción dura unos seis meses, al tiempo que reduce las limitaciones asociadas al tratamiento diario. Sin embargo, este método sigue estando prohibido en la competencia y puede provocar reacciones dolorosas en el lugar de la inyección. El producto disponible en Francia no está destinado específicamente a los caballos.
La infiltración del ligamento ovárico también alivia el dolor ovárico bloqueando temporalmente la transmisión del dolor. Este procedimiento, menos frecuente, consiste en administrar un producto anestésico o antiinflamatorio para bloquear el dolor causado por la tracción del ligamento durante el celo.
Otras técnicas incluyen tratamientos hormonales para inducir o bloquear la ovulación. También se utilizan métodos mecánicos, como la colocación de perlas de vidrio en el útero para impedir la ovulación por estimulación continua. Por último, la vulvoplastia, un procedimiento quirúrgico que consiste en suturar la vulva, limita las infecciones y mejora el rendimiento reproductivo de la yegua en casos concretos. Un veterinario siempre debe llevar a cabo estos métodos bajo estricta supervisión y respetando las normas de la competición
¿Cómo puede calmar a su yegua de forma natural?
Los tratamientos naturales para una yegua ovárica tienen como objetivo aliviar los dolores relacionados con el calor y mejorar su bienestar general. Un osteópata o fisioterapeuta puede ayudar a reducir la tensión muscular y el dolor lumbar causado por la tracción de los ligamentos ováricos. La balneoterapia, mediante baños terapéuticos, también ayuda a calmar la inflamación y reducir el dolor.
También se utilizan envolturas de arcilla y algas por sus efectos antiinflamatorios y calmantes. Estos tratamientos externos actúan localmente para aliviar la tensión ovárica y mejorar la circulación sanguínea.
La fitoterapia es un enfoque complementario que utiliza plantas con propiedades antiespasmódicas, antiinflamatorias y reguladoras de las hormonas. Estas plantas ayudan a aliviar los síntomas al tiempo que favorecen un mejor equilibrio del ciclo hormonal.
La manzanilla y la melisa son conocidas por sus propiedades calmantes y antiespasmódicas. Calman los calambres y la tensión muscular durante los periodos de calor. También ayudan a reducir el estrés y la ansiedad de las yeguas sensibles.
El árbol casto (Agnus Castus) es especialmente eficaz en la regulación hormonal. Al imitar a la progesterona, reduce la intensidad del celo y disminuye los síntomas de comportamiento como la irritabilidad.
La mejorana, con sus efectos antiinflamatorios, calma las contracciones uterinas y la tensión muscular. Por lo tanto, mejora el confort de la yegua. El lúpulo, con sus propiedades sedantes, reduce la irritabilidad y mejora la calidad del sueño.
Plantas como la bolsa de pastor y la milenrama ayudan a regular el ciclo ovárico limitando la liberación excesiva de estrógenos. Esto reduce el dolor asociado al celo. Estas soluciones suelen ofrecerse en forma de complementos alimenticios, que se administran a diario para obtener un alivio eficaz sin necesidad de medicación agresiva.