A algunas personas les encantan las fiestas, las compras, envolver los regalos, las decoraciones…. otros temen la llegada de las fiestas navideñas, las largas cenas, el estrés, el enfrentamiento con la familia … . Se habla mucho de las fiestas de fin de año, las tradiciones y los propósitos, pero no todo el mundo las vive de la misma manera. De hecho, muchas personas se sienten deprimidas después del Año Nuevo, como si la emoción de las fiestas hubiera dado paso a la tristeza de la vida cotidiana. Siga esta guía para saber cómo prepararse para la llegada de la “depresión post-festiva”, adoptando estrategias eficaces para seguir sintiendo la magia más allá de las fiestas.
¿Por qué nos deprimimos después de las fiestas?
Hay varias razones por las que podemos sentirnos deprimidos después de las fiestas. En primer lugar, el final de las fiestas puede crear un sentimiento de vacío, nostalgia y soledad. También podemos sentirnos cansados de pasar la noche en vela, viajar, ir de compras, prepararnos, etcétera. Por último, la vuelta al trabajo puede ser difícil de aceptar tras un periodo de relajación y placer.
¿Qué es la tristeza postvacacional?
La melancolía postvacacional es la tristeza que sentimos una vez pasadas las fiestas. Básicamente, es una sensación de “vacío” que se produce tras un periodo de rica interacción social con la familia y los amigos. Es un fenómeno similar al que se produce después de un acontecimiento tan esperado como una boda o un viaje al extranjero, por ejemplo.
¿Cómo es esta melancolía de principios de año?
Esta ola de melancolía puede adoptar distintas formas:
- Una sensación de vacío, causada por un horario de trabajo sobrecargado que no deja tiempo para actividades “placenteras”
- Arrepentimiento por lo que podrías haber dicho o dejado de decir
- Una fuerte sensación de soledad, con menos gente con la que estar y menos eventos a los que asistir
- Pena al pensar que las vacaciones han terminado o que no han ido tan bien como esperaba
- Insomnio debido al estrés o a demasiadas emociones negativas.
¿Cómo prepararse para la tristeza de fin de año?
Nunca es demasiado pronto para prepararse El periodo postnavideño puede hacer que muchos nos sintamos deprimidos. Afortunadamente, hay muchas maneras de levantar el ánimo después de las fiestas, y éstas son sólo algunas de ellas:
Pon límites saludables
A menudo, la depresión postnavideña tiene su origen en las propias celebraciones. La presión de asistir a reuniones familiares o eventos sociales con gente que no te cae bien puede ser muy frustrante. Además, en la era de las redes sociales, ver constantemente publicaciones felices de amigos o conocidos puede provocar sentimientos de melancolía o inadecuación.
Para sortear estos retos, es crucial aprender a establecer límites saludables, sobre todo si tiendes a querer complacer a los demás en detrimento de tu propio bienestar. Reconocer y respetar tus propias necesidades es un acto esencial de autocuidado.
Si prevés que ciertas situaciones van a ser estresantes, toma medidas para aliviarlas. Por ejemplo, si la idea de pasar una semana entera con tus padres te parece demasiado intensa, plantéate reducir la duración de tu estancia a un fin de semana. Esta decisión te permitirá mantener la tradición familiar al tiempo que conservas tu espacio personal y tu tranquilidad.
También es importante que te sientas libre de rechazar ciertas invitaciones. No tiene por qué asistir a todos los actos o reuniones, sobre todo si van a afectar a su salud mental. Elige acontecimientos que te aporten alegría y consuelo, y no dudes en decir no a los que te parezcan pesados o inútiles.
Hacer de tu salud mental una prioridad no es un acto de egoísmo, sino una necesidad para tu bienestar general. Al establecer límites saludables, te das permiso para disfrutar de las fiestas a tu manera, al tiempo que evitas situaciones que podrían contribuir a la depresión posfestiva.
Este enfoque, que puede requerir un poco de práctica y valentía, es esencial para mantener el equilibrio mental y emocional. Si te cuidas y respetas tus propios límites, no sólo evitarás la depresión postvacacional, sino que también aprovecharás al máximo los momentos de felicidad y convivencia que ofrece este periodo.
Exprese sus emociones
Expresar las emociones es fundamental para prevenir o gestionar la depresión postvacacional. Emociones como la tristeza, la ansiedad o la ira, si se guardan, pueden acumularse y empeorar la sensación de malestar. Por eso es esencial encontrar formas sanas y constructivas de liberarlas.
En primer lugar, reconocer y aceptar las propias emociones es un paso importante. Es normal sentirse un poco deprimido o ansioso después de un periodo de fiestas, sobre todo por el fuerte contraste entre la excitación de las celebraciones y la calma posterior. Aceptarse a uno mismo en estos momentos de vulnerabilidad puede ser liberador y es el primer paso para gestionar estas emociones.
Hablar de tus sentimientos con un amigo de confianza, un familiar o un colega también puede ser muy beneficioso. Compartir sus experiencias y emociones no sólo ayuda a aliviarlas, sino que también ofrece la oportunidad de recibir apoyo, consejo y, a veces, otro punto de vista que puede resultar esclarecedor. Estas conversaciones pueden reforzar los vínculos sociales y proporcionar un sentimiento de pertenencia y comprensión mutua.
En algunos casos, puede ser conveniente consultar a un profesional de la salud mental. Los psicólogos, terapeutas u orientadores están capacitados para ayudar a las personas en momentos difíciles. Pueden proporcionar estrategias personalizadas para gestionar las emociones negativas y ofrecer un espacio seguro y sin prejuicios para explorar sentimientos más profundos.
También es posible expresar las emociones por medios creativos. Ya se trate de escribir, pintar, tocar música o cualquier otra forma de arte, estas actividades pueden servir de catarsis y permitir que los sentimientos afloren de forma sana y constructiva.
Establecer una rutina de “tiempo para uno mismo
No siempre es fácil dedicarse tiempo a uno mismo durante las vacaciones familiares. Pero tener una actividad regular sólo para uno mismo puede ayudarle a pasar de una temporada a otra sin un bajón de moral. De hecho, esta constancia puede ayudar a superar la depresión. Es un poco como tener un hábito “mimoso”: salir a tomar el té con una amiga los martes por la mañana, dar un paseo escuchando tu música favorita los miércoles por la tarde, practicar la meditación o darte una mascarilla de belleza todos los viernes por la noche.
Planificar actividades para después de las vacaciones
La clave para superar la melancolía que suele seguir a las fiestas de fin de año reside en una planificación juiciosa y en la anticipación. Tras la emoción de las celebraciones, la vuelta a la rutina diaria puede parecer aburrida y desmotivadora. Sin embargo, si planifica con antelación actividades estimulantes para después de las fiestas, podrá crear momentos de alegría y placer que podrá esperar con impaciencia, prolongando así el espíritu festivo.
Empiece por pensar en actividades que le aporten felicidad y satisfacción. Puede ser algo tan sencillo como planear una serie de noches de cine con películas que le gusten, organizar reuniones con amigos o incluso apuntarse a un curso o taller que le interese. El objetivo es llenar tu calendario de acontecimientos positivos que te motiven y te ilusionen.
También es importante fijarse algunos objetivos personales o profesionales para el Año Nuevo. Estos objetivos pueden ser pequeños propósitos o grandes proyectos, pero lo importante es que tengan sentido para ti y sean alcanzables. El hecho de planificar y trabajar para conseguir estos objetivos puede proporcionarle una sensación de dirección y propósito, lo que resulta especialmente útil para combatir los sentimientos de vacío o tristeza tras las fiestas.
Anticiparse a los posibles retos post-festivos y preparar estrategias para afrontarlos es también una parte crucial de la planificación. Ya sea preparando comidas sanas con antelación, estableciendo un nuevo régimen de ejercicio o incluso reservando tiempo para la relajación y la meditación, estos preparativos pueden contribuir en gran medida a mantener el bienestar mental y físico.
En resumen, una planificación y anticipación cuidadosas pueden transformar el a menudo temido periodo postvacacional en uno lleno de positividad y oportunidades. Mirando más allá de las fiestas y creando momentos agradables por delante, puede mitigar eficazmente los efectos de la depresión estacional y empezar el Año Nuevo con entusiasmo y optimismo.
Lleve una dieta sana
Las celebraciones de fin de año están tradicionalmente marcadas por comidas copiosas y abundantes, en las que a menudo nos damos excesos. Sin embargo, para contrarrestar la depresión post-festiva, hay que prestar especial atención a lo que se come.
Después de un periodo de fiestas, nuestro cuerpo puede sentir la necesidad de reequilibrarse. Por eso es esencial seguir una dieta sana y equilibrada que favorezca un estado de ánimo positivo y el bienestar general. Incorporar una variedad de frutas y verduras a la dieta diaria es un excelente punto de partida. Ricas en vitaminas, minerales y fibra, ayudan a regular el estado de ánimo y a mejorar la salud en general.
Las proteínas también son una parte crucial de una dieta equilibrada. Desempeñan un papel importante en la construcción y reparación de los tejidos del organismo, y también pueden influir positivamente en el estado de ánimo. Opte por fuentes de proteínas magras como el pollo, el pescado, las legumbres o los huevos.
También es aconsejable incluir hidratos de carbono complejos en las comidas. A diferencia de los azúcares simples, los hidratos de carbono complejos como los cereales integrales, el arroz integral o la pasta integral proporcionan una fuente de energía estable y duradera. Ayudan a mantener un nivel constante de azúcar en sangre, evitando los cambios de humor y la fatiga.
También es importante limitar el consumo de alimentos y bebidas ricos en azúcar, grasas saturadas y alcohol. Aunque son atractivos y suelen asociarse a las fiestas, estos alimentos pueden afectar negativamente al estado de ánimo y a los niveles de energía.
Evite el alcohol y las drogas
El alcohol y las drogas pueden parecer una solución a la depresión post-festiva, pero sólo empeoran el problema. Evite consumir alcohol o drogas para sobrellevar sus emociones.
Practica la gratitud
Practicar la gratitud es una forma excelente de apreciar lo que tenemos, en lugar de buscar siempre algo nuevo, con la esperanza de sentirnos más felices. De hecho, la gratitud nos ayuda a volver a centrarnos en lo que tenemos, en lugar de en lo que nos falta .
Hay varias formas de practicar la gratitud para evitar deprimirse. He aquí una lista no exhaustiva:
- Meditación
- Escribir (escribir una carta de agradecimiento a un amigo, rellenar la agenda)
- Dar las gracias mentalmente a alguien
- Rezar.
Encuentra sentido a lo que haces
Encontrar sentido a lo que haces puede ayudarte a mantener una actitud positiva ante la vida. Haz una lista de tus objetivos, proyectos, sueños y aspiraciones. Intenta encontrar sentido a lo que haces y céntrate en tus pasiones.
Fuente:
- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8652666/