Eritema contagioso: una mirada más cercana a esta infección vírica de la piel

El ectima contagioso, también conocido como ORF, es una infección vírica de la piel. Afecta principalmente a ovejas y cabras, pero también puede transmitirse a los seres humanos. Esta enfermedad, causada por el virus ORF perteneciente a la familia Poxviridae, se manifiesta mediante lesiones cutáneas características. Puede provocar complicaciones en individuos inmunodeprimidos. Conocer los síntomas, los métodos de diagnóstico y las opciones de tratamiento del ectima contagioso es esencial para tratar eficazmente esta enfermedad y prevenir su propagación.

¿Qué virus causa el ectima contagioso?

El ectima contagioso, también conocido como Orf, es una zoonosis causada por el virus Orf de la familia Poxviridae, del género Parapoxvirus. Este virus se transmite al ser humano por contacto con animales infectados. Es extremadamente resistente en el medio ambiente, persistiendo en suelos, camas y equipos contaminados. Los animales infectados pueden seguir siendo portadores crónicos del virus, contribuyendo a su propagación.

La enfermedad se manifiesta en forma de lesiones cutáneas en los animales. Se ve favorecida por el contacto con cardos, heno, pastos desatendidos y rastrojos. Los talleres de engorde y el uso de pellets de pienso también pueden aumentar el riesgo de infección. Pueden causar lesiones alrededor de la boca, haciendo a los animales más vulnerables.

El contagioso virus del ectima afecta principalmente a los pequeños rumiantes, sobre todo a las cabras. También puede afectar a otras especies animales, así como a los seres humanos. Está presente en las costras y fluidos vesiculares de las lesiones cutáneas. Aunque es raro fuera de estas lesiones, puede persistir en el medio ambiente durante años.

El virus Ecthyma, perteneciente a la familia Poxviridae y al género Parapoxvirus, es un virus envuelto de ADN de doble cadena que mide 160-190 nm de diámetro y 250-300 nm de longitud. Se replica en el citoplasma de las células infectadas. Es sensible a ciertos agentes químicos como el ácido clorhídrico, el fenol, el yodo y la lejía. Sin embargo, es muy resistente al calor y a la radiación UV.

Esta enfermedad presenta diferentes cepas de virus, que varían en virulencia y provocan diferentes respuestas inmunitarias. El virus se replica en las capas superiores de la piel y en la mucosa oral y esofágica. Perdura en el ambiente, preservado por el frío, pero puede alterarse por el calor seco.

¿Cómo afecta a los animales?

La contaminación por el virus Orf se produce principalmente por la penetración del virus a través de pequeñas heridas imperceptibles a simple vista. Las primeras lesiones suelen aparecer en zonas de piel sin pelo como los labios, las ubres y las patas. El periodo de incubación varía entre tres días y una semana.

Ciertos factores parecen favorecer la infección, en particular el estrés animal y la elevada densidad de animales. Estas condiciones contribuyen a la propagación de la enfermedad y pueden aumentar el riesgo de transmisión del virus.

Síntomas

Las manifestaciones clínicas delectima contagioso incluyen lesiones costrosas en la piel y ulceraciones de las membranas mucosas . Se observan sobre todo en la boca, las fosas nasales, los párpados y las ubres. En casos graves, las lesiones de la lengua y las encías pueden provocar la muerte por desnutrición en animales jóvenes. Los síntomas pueden variar de un individuo a otro. Las zonas sin pelo, como alrededor de la cara y las patas, proporcionan un entorno favorable para el desarrollo de la enfermedad.

Los corderos gravemente afectados pueden tener dificultades para alimentarse durante varios días. Esto puede conducir a un deterioro de su salud y a una mayor susceptibilidad a otras enfermedades, o incluso a la muerte por inanición. Aunqueel ectima contagioso no es mortal en sí mismo, tiene un impacto significativo en las tasas de crecimiento de los animales. En las ovejas, las lesiones de la ubre pueden predisponer a la mastitis. Esto hace que el amamantamiento sea doloroso y a menudo es evitado por el cordero.

Las lesiones comienzan con la aparición de vesículas, que se convierten en pústulas llenas de líquido y luego en costras gruesas. Estas costras, junto con el pus y el líquido vesicular, son ricas en virus. Esto favorece la proliferación de las lesiones.

En los niños, las lesiones adoptan la forma de verrugas o pequeños hongos, principalmente en los labios. Suelen transmitirse a través de los pezones o por contacto directo hocico con hocico. En los adultos, las lesiones adoptan la forma de costras o lesiones supurantes. Se localizan en los espacios interdigitales, los pezones en las hembras y el escroto en los machos.

También pueden aparecer formas atípicas, como la forma papilomatosa o formas graves que combinan lesiones locales con neumonía o gastroenteritis, pero son poco frecuentes.

Diagnóstico

El diagnóstico clínico se basa en la observación de las lesiones cutáneas (costras, úlceras y pústulas) y su localización. Como la enfermedad es muy contagiosa, suele ser fácilmente identificable.

El diagnóstico de laboratorio implica el examen microscópico electrónico de las costras secas. Las muestras pueden enviarse en un frasco seco o en formol al 10% para su análisis en ANSES Maisons Alfort o Sofia Antipolis.

El diagnóstico diferencial debe hacerse con varias otras enfermedades. Entre ellas, la fiebre aftosa, la dermatitis ulcerosa, la viruela ovina, la necrobacilosis y la lengua azul. Estas enfermedades presentan síntomas similares pero etiologías diferentes.

Para confirmar el diagnóstico, se toman muestras de las lesiones mediante raspado. El examen de las costras al microscopio electrónico detecta la presencia del virus. La morfología característica del virus permite una identificación precisa. Aunqueel ectima contagioso suele ser identificable, las lesiones pueden modificarse por sobreinfección, lo que dificulta el diagnóstico.

Si se sospecha la presencia de ectima, en particular cuando aparecen lesiones pápulo-pustulosas en los labios de los cabritos durante el período de parto, las autopsias pueden revelar lesiones ulcerosas en todo el tubo digestivo.

Las muestras adecuadas incluyen costras, sustancias necróticas presentes en las úlceras y biopsias de lesiones tomadas de animales vivos o en la necropsia. Estas muestras pueden conservarse varios días a 4°C sin que se deterioren.

El virus puede detectarse por microscopía electrónica directa o por examen patológico. La microscopía electrónica de transmisión de las muestras detecta la presencia del virus.

Tratamiento y gestión

En caso de sobreinfección, se recomienda un tratamiento antibiótico sistémico. Como no existe un tratamiento específico, los cuidados locales pueden acelerar la curación, como la aplicación de :

  • Glicerina yodada
  • Spray cicatrizante
  • Arcilla
  • Producto vegetal desinfectante y cicatrizante de las lesiones de ectima.

En el caso del ganado muy afectado, la vacunación es especialmente útil para favorecer una rápida recuperación. Este tratamiento consiste en dos inyecciones con un intervalo de 10 a 12 días, a una dosis de 1 ml por vía subcutánea o de 0,2 ml por vía intradérmica (sin autorización de comercialización). La vacuna disponible en Francia es una vacuna viva. Sin embargo, su eficacia sigue siendo limitada debido a la presencia de varias cepas víricas. Esto significa que la respuesta inmunitaria de la vacuna es incompleta.

Las madres son vacunadas entre 3 y 4 semanas antes del parto. Los corderos nacidos de madres no vacunadas se vacunan a los 15 días de edad, con una dosis de 1 ml por vía subcutánea o 0,2 ml por vía intradérmica utilizando una jeringa automática. Ningún tratamiento elimina el virus, y la enfermedad suele evolucionar en tres o cuatro semanas.

La propagación de la enfermedad puede frenarse trasladando los rebaños afectados a pastos con menor riesgo de lesiones cutáneas, por ejemplo evitando las zonas con cardos o bardana. En los casos graves, puede ser necesario un tratamiento para combatir las infecciones secundarias.

Las ovejas que se recuperandel ectima contagioso desarrollan inmunidad de por vida frente a las infecciones graves. Sin embargo, siguen corriendo el riesgo de reinfectarse. Aunque poco frecuente, el tratamiento rara vez es beneficioso. Por lo tanto, la gestión de los pastos y la vacunación son los mejores métodos para controlar la enfermedad.

¿Cómo se transmite la enfermedad?

El virus del ectima contagioso se transmite en los animales principalmente por contacto directo de la piel o las mucosas lesionadas con fuentes contaminadas, como :

  • Animales ya infectados
  • Equipos contaminados utilizados para tatuar, marcar las orejas, esquilar, etc.
  • Suelo pedregoso o plantas nocivas que puedan causar heridas, incluso en la boca.

Las costras resultantes de la enfermedad pueden contaminar el medio ambiente durante mucho tiempo.

En el ser humano, la transmisión se produce principalmente por el contacto entre la piel lesion ada y animales infectados u objetos contaminados. Las personas más expuestas al riesgo de infección son los ganaderos, los veterinarios y todos los que trabajan en la industria cárnica. Las epidemias suelen alcanzar su punto álgido durante las fiestas religiosas, cuando tradicionalmente se sacrifican ovejas.

Los animales disponen de una vacuna para prevenir la enfermedad, que debe renovarse cada 6 u 8 meses. En los humanos, la enfermedad, conocida como enfermedad de Orf, es inmunizante, aunque pueden producirse reinfecciones con lesiones menos graves.

La contaminación puede producirse en ambas direcciones: los humanos se infectan al cuidar animales afectados, y los animales se infectan por personas enfermas. El periodo de incubación en humanos es de tres a siete días. Los casos más graves son posibles en personas inmunodeprimidas.

En cuanto al consumo de productos animales, los cadáveres de los animales afectados suelen ser comestibles, con excepción de las partes afectadas por lesiones. La leche presenta un riesgo de contaminación si los pezones están afectados por costras ricas en virus. Los métodos habituales de transformación de la leche no bastan para eliminar los virus. Por lo tanto, representa un riesgo potencial para los consumidores. Sin embargo, la transmisión de la enfermedad por esta vía parece ser poco frecuente en el ser humano.

¿Cuáles son los síntomas en el ser humano?

Los síntomas delectima contagioso aparecen inicialmente como una lesión cutánea que progresa a través de varias etapas. En el punto de inoculación, aparece una pápula que evoluciona hacia una vesícula y luego una pústula, a veces acompañada de un nódulo linfático. El periodo de incubación dura alrededor de una semana.

La pápula inicial varía de color (blanquecina, rojiza, azulada), tiene una consistencia firme y es sensible pero indolora. Suele localizarse en los dedos, las manos o los antebrazos, y a veces en la cara o el cuello. La pápula se agranda progresivamente hasta formar un nódulo tumoral, a veces cubierto por una pústula y luego por una costra central. Una zona eritematosa rodea la pápula.

Estos nódulos pueden ser únicos o múltiples, sobre todo en caso de mordedura por un animal infectado. Los signos generales son poco frecuentes, a menudo asociados a una sobreinfección, y pueden incluir linfangitis, linfadenopatía satélite y a veces fiebre.

La curación espontánea suele producirse en un plazo de 3 a 6 semanas, sin cicatrización en ausencia de sobreinfección local. Las formas graves, aunque raras, pueden darse en individuos con inmunidad alterada. La infección se manifiesta como un tumor maligno o una sobreinfección importante. El eritema multiforme puede desarrollarse en los primeros 8-10 días de la infección. También se han descrito casos de eritema nodoso secundario.

El paciente puede desarrollar adenopatías regionales, linfangitis y fiebre a lo largo del curso de la enfermedad.

¿Cuál es el tratamiento?

Cuando se sospechaun ectima contagioso, el diagnóstico suele basarse en los antecedentes de exposición del paciente a animales infectados o a entornos potencialmente contaminados. Sin embargo, la confirmación del diagnóstico suele requerir la exclusión de otras afecciones cutáneas con síntomas similares.

Las lesiones agudas delectima contagioso deben distinguirse de los nódulos del ordeñador. Estos últimos son lesiones benignas frecuentes en personas expuestas a trabajos agrícolas. Además, las infecciones causadas por Mycobacterium marinum, una bacteria que se encuentra en entornos marinos y de agua dulce, también pueden presentar síntomas similares.

En cuanto a las lesiones regresivas delectima contagioso, pueden confundirse con tumores cutáneos como la enfermedad de Bowen (carcinoma de células escamosas in situ) o el carcinoma de células escamosas (carcinoma de células escamosas invasivo). Estas diferentes posibilidades de diagnóstico diferencial subrayan la importancia de una evaluación clínica cuidadosa para identificar correctamente electima contagioso.

En cuanto al tratamiento, el ectimacontagioso es de origen vírico y no existen fármacos específicos para eliminar el virus. Por lo tanto, las opciones de tratamiento se limitan a controlar los síntomas y prevenir las complicaciones. Las sobreinfecciones bacterianas pueden evitarse utilizando antisépticos locales para limpiar las lesiones cutáneas. En la mayoría de los casos, las lesiones deectima contagioso se curan espontáneamente sin intervención médica y no suelen dejar cicatrices, salvo en casos de sobreinfección grave.

Sin embargo, en pacientes inmunodeprimidos, como los que tienen VIH o reciben tratamiento inmunosupresor, la evolución delectima contagioso puede ser más grave y difícil de tratar. En estos casos, puede considerarse el uso tópico del fármaco antivírico cidofovir para ayudar a controlar la infección cutánea.

¿Cómo puede prevenirse esta enfermedad?

Las medidas generales de prevención tienen por objeto reducir el riesgo de propagacióndel Orf en las explotaciones y proteger al personal que trabaja con animales. Incluyen prácticasgenerales de higiene en las explotaciones, como poner en cuarentena a los animales nuevos antes de introducirlos, y optimizar las condiciones de cría, incluida la gestión de la densidad de animales.

La limpieza y desinfección de las instalaciones y el equipo son esenciales para prevenir la transmisióndel Orf. Se recomienda el uso de desinfectantes autorizados, de acuerdo con las directrices disponibles en los sitios web oficiales del gobierno. Los desechos animales y los cadáveres deben almacenarse de forma adecuada, preferiblemente en el mismo lugar de la transformación.

Debe formarse e informarse a los empleados para que sean conscientes de los riesgos asociados al Orf y de las medidas preventivas que deben aplicarse. Deben proporcionarse instalaciones adecuadas, como agua potable, jabón, toallas de papel desechables y un botiquín de primeros auxilios elaborado en colaboración con el médico del trabajo. Se recomienda instalar taquillas independientes para separar la ropa de trabajo de la ropa de calle, a fin de reducir la contaminación de los efectos personales.

En caso de enfermedad animal confirmada, deben tomarse medidas específicas, como elaislamiento de los animales enfermos y el refuerzo de las prácticas de higiene, en particular la desinfección del material y del entorno. La instalación de un pediluvio también puede ayudar a reducir el riesgo de contaminación.

En cuanto a lahigiene personal, es esencial que el personal siga prácticas como lavarse las manos regularmente con jabón y agua potable, especialmente después de cualquier contacto con animales, residuos o heces de animales. También es aconsejable cambiarse regularmente de ropa de trabajo y limpiar adecuadamente los equipos de protección personal, como guantes y botas.

Estado de la enfermedad

En lo que respecta a la sanidad animal,el Orf no se considera una enfermedad con una gran capacidad de transmisión entre animales. A diferencia de otras enfermedades que pueden propagarse rápidamente por los rebaños, el Orf no presenta esta característica de contagio intenso. Esto significa que su prevalencia no es tan elevada como la de otras enfermedades animales muy contagiosas, como la fiebre aftosa o la peste bovina.

Desde el punto de vista de la salud pública, el Orf no es una enfermedad humana de declaración obligatoria. Esto significa que, aunque puedan darse casos humanos de la enfermedad, no es obligatorio legalmente notificarlos a las autoridades sanitarias. Esta distinción es importante para que las autoridades de salud pública den prioridad a las enfermedades que requieren una intervención inmediata para proteger la salud pública.

En lo que respecta al reconocimiento profesional, el Orf no es actualmente una enfermedad profesional oficialmente catalogada. Esto significa que las personas que contraen Orf en el curso de su trabajo, como los ganaderos o los veterinarios, no pueden beneficiarse del reconocimiento de esta enfermedad como vinculada a su actividad profesional, lo que puede tener implicaciones en términos de derechos y prestaciones sociales.

La clasificación del virus Orf en el grupo de riesgo 2, de conformidad con el artículo R.4421-3 del Código del Trabajo francés, indica que se considera que este virus presenta un nivel de riesgo moderado para las personas que puedan estar expuestas a él en el curso de su trabajo. Esto puede significar que es necesario establecer medidas de prevención y protección adecuadas para reducir los riesgos de exposición y transmisión del Orf en el lugar de trabajo.

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