Brucelosis: una zoonosis bacteriana en la interfaz hombre-animal

La brucelosis, zoonosis bacteriana de importancia mundial, suscita un interés creciente por sus repercusiones en la salud pública, la sanidad animal y la economía. La enfermedad está causada por bacterias del género Brucella. Puede transmitirse directa o indirectamente entre animales y seres humanos. Esta infección afecta sobre todo a los rumiantes domésticos y salvajes, así como a los cerdos. Además de causar importantes pérdidas económicas a los ganaderos, la brucelosis puede provocar graves complicaciones en el ser humano. Los síntomas pueden ir desde fiebres intermitentes hasta graves complicaciones osteoarticulares en los casos crónicos.

¿Cuál es el agente infeccioso?

La brucelosis es una zoonosis causada por bacterias del género Brucella. Es una enfermedad mundial que puede afectar tanto al ser humano como a la mayoría de las especies de mamíferos, en particular a los rumiantes domésticos y salvajes, así como a especies porcinas como el cerdo y el jabalí. Brucella spp son bacterias gramnegativas, de tamaño muy pequeño (0,5-0,7 x 0,6-1,5 µm), inmóviles, no encapsuladas, no formadoras de esporas, aerobias estrictas e intracelulares facultativas.

Varias especies de Brucella son patógenas para el ser humano, en particular B. melitensis, B. abortus bovis, B. suis y, secundariamente, B. canis.

Las Brucella son capaces de sobrevivir durante largos periodos de tiempo en el exterior, y su esperanza de vida varía en función de las condiciones. Pueden vivir hasta 32 días en ambientes secos no orgánicos, más de 125 días en ambientes orgánicos húmedos y hasta 135 días en ambientes orgánicos secos. En sangre almacenada a 4 °C, pueden sobrevivir hasta 180 días.

Los rumiantes domésticos, sobre todo ovejas y cabras, son el principal reservorio de la brucelosis humana. El ganado vacuno está infectado principalmente por Brucella abortus, mientras que el porcino lo está por Brucella suis.

La brucelosis está clasificada como riesgo biológico de nivel 3 en Francia. En Estados Unidos se considera un agente potencial de bioterrorismo. Su mecanismo patogénico sigue siendo poco conocido. Sin embargo, se sabe que implica la diseminación en los ganglios linfáticos y los órganos del sistema reticuloendotelial . Además, esta bacteria puede eludir el sistema inmunitario desarrollándose en el interior de células fagocíticas. En los animales, la Brucella tiene un tropismo particular por la placenta. Esto puede provocar graves complicaciones, incluida la muerte fetal.

¿Cómo se manifiesta la enfermedad en los animales?

La brucelosis, una zoonosis bacteriana de importancia mundial, afecta a una amplia gama de especies de mamíferos. Las bacterias del género Brucella, en particular B. abortus, B. melitensis, B. suis y B. canis, atacan principalmente a bovinos, pequeños rumiantes, cerdos, jabalíes, liebres y perros. Las manifestaciones de la enfermedad varían según la especie. Por lo general, incluyen abortos, trastornos reproductivos y lesiones articulares.

En los animales, la brucelosis suele ser asintomática, pero puede provocar abortos. Los agentes patógenos de la brucelosis tienen una especial afinidad por los órganos genitales. Esto facilita su transmisión a través de la leche o el contacto sexual. En el ganado vacuno, por ejemplo, la brucelosis puede persistir durante años en los ganglios linfáticos sin provocar ningún síntoma inmediato. En cambio, puede provocar abortos tardíos en las hembras preñadas.

La enfermedad confiere una inmunidad parcial, aunque algunos individuos pueden seguir abortando o producir una descendencia inferior. La transmisión es principalmente sexual en cerdos y pequeños rumiantes. En los perros, puede provocar fiebre, abortos tardíos y lesiones testiculares en los machos.

En los animales domésticos, la brucelosis puede causar importantes pérdidas económicas debido a la reducción de la fertilidad y los abortos. La prevención de la enfermedad implica estrictas medidas de bioseguridad. Entre ellas figuran los programas de detección y vacunación, sobre todo en los rebaños reproductores. Es esencial conocer a fondo laepidemiología y las manifestaciones clínicas de la brucelosis para aplicar estrategias eficaces de control y gestión de esta enfermedad infecciosa.

¿Cómo se transmite la brucelosis?

Los animales adultos con brucelosis pueden excretar la bacteria durante toda su vida en la leche, laorina y las secreciones genitales. Esta excreción es mayor en el momento delaborto o del parto. La transmisión de la madre al feto o al recién nacido es posible. La contaminación del entorno (locales de cría, pastos, etc.) y la retención de hembras jóvenes nacidas de madres infectadas (entre un 5 y un 10% albergan brucelas) están en el origen de la reaparición de la enfermedad en rebaños que han sido saneados.

La brucelosis se propaga generalmente en el momento de la reproducción, elaborto o el parto. Se encuentran altas concentraciones de bacterias en los productos del aborto y en el agua fetal de un animal infectado. Las bacterias pueden sobrevivir varios meses fuera del cuerpo del animal. Sobreviven principalmente en el ambiente exterior, especialmente en condiciones frías y húmedas. Estas bacterias en el medio ambiente siguen siendo una fuente de infección para otros animales que se infectan por contacto cercano(vía respiratoria o conjuntival, o incluso ingestión). Las bacterias también pueden colonizar la ubre y contaminar la leche.

La infección humana se produce de diferentes maneras. Lo más frecuente es que la transmisión al ser humano se produzca por ingestión de productos lácteos frescos (leche cruda) procedentes de animales infectados por la bacteria. También puede producirse por contacto con animales infectados de brucelosis. Es el caso, en particular, de ganaderos, veterinarios y personal de mataderos expuestos a la infección por manipular animales, crías y placentas infectados. Las personas también pueden infectarse al manipular estiércol u otros productos contaminados, ingerir vegetales procedentes de suelos tratados con estiércol oinhalar polvo de camas contaminadas.

¿Cuáles son los síntomas en los seres humanos?

Los síntomas y la evolución de la brucelosis varían según la forma de infección y el estadio de la enfermedad. Las formas más comunes, principalmente con B. abortus, se presentan como síntomas gripales leves. Se observan tres formas:

  • La forma aguda septicémica (o fiebre de Malta) se caracteriza por fiebre ondulante, sobre todo nocturna, con sudoración y dolor, que dura unos 15 días tras un periodo de incubación de 8 a 21 días.
  • La forma subaguda o localizada puede afectar a cualquier órgano, como los testículos, el corazón, los pulmones, las articulaciones, etc.
  • La forma crónica, sin fiebre, se caracteriza por una fatiga extrema y dolores osteoarticulares.

En las mujeres embarazadas, la brucelosis aguda puede provocar un aborto o un parto prematuro. La infección primaria puede ser asintomática o manifestarse con síntomas leves y pasar desapercibida. Posteriormente, la infección puede permanecer silente durante varios meses o incluso años antes de reactivarse. En el ser humano, la enfermedad presenta signos inespecíficos que van desde la fiebre aislada o un síndrome gripal común hasta infecciones localizadas como artritis, orquitis o meningitis.

Las complicaciones de la brucelosis son raras, pero pueden incluir endocarditis bacteriana subaguda, neurobrucelosis (meningitis, encefalitis, neuritis), orquitis, colecistitis, supuraciones hepáticas y osteomielitis. La enfermedad puede evolucionar a una forma crónica. Esta última se caracteriza por una astenia persistente y focos supurativos lentamente progresivos. Esto supone una pesada carga para el paciente en términos de salud y calidad de vida.

Algunos datos epidemiológicos

La brucelosis es una enfermedad mundial, pero su prevalencia varía de una región a otra. En Francia, la frecuencia de casos es generalmente baja, con sólo 25 casos diagnosticados en 2003 en Francia continental y 2 en Nueva Caledonia. La mayoría de los casos están relacionados con la infección en el extranjero, sobre todo en los países mediterráneos, donde la enfermedad está más extendida. Los viajeros pueden infectarse al consumir quesos o productos lácteos locales contaminados.

La situación de la brucelosis en Francia ha evolucionado con el tiempo. Desde 2005, Francia ha sido declarada oficialmente libre de brucelosis bovina en virtud de la normativa europea. Sin embargo, en 2012 se detectaron varios brotes de brucelosis bovina, lo que subraya la necesidad de una vigilancia permanente. Además, en 1993 reapareció la infección por brucelosis en el ganado porcino, especialmente en cerdos y jabalíes. Desde entonces se han descubierto numerosos focos.

La mayoría de los casos de brucelosis humana en Francia son importados. Se producen en personas que han viajado a países donde la enfermedad animal está presente y mal controlada. En 2017, la mayoría de los 32 casos notificados fueron importados, principalmente deArgelia, Túnez y Líbano. Los casos autóctonos se han vuelto raros. Ha habido menos de 1 caso por millón de personas al año desde la década de 2000.

La brucelosis sigue siendo un importante problema de salud pública. Requiere una vigilancia permanente y medidas de control eficaces para evitar su propagación, sobre todo en las zonas donde es endémica.

¿Cuáles son las repercusiones de esta zoonosis?

Entre las actividades profesionales con riesgo de contraer brucelosis se incluye el trabajo directo con animales infectados o su entorno contaminado. Esto se aplica en particular a los ganaderos, veterinarios, trabajadores de mataderos y personal de laboratorios veterinarios. Estos últimos están expuestos durante los partos, los abortos y la manipulación de los cadáveres. Por su impacto económico y su amenaza para la salud, las autoridades sanitarias nacionales e internacionales vigilan de cerca la brucelosis. El laboratorio zoosanitario de Anses en Maisons-Alfort es una referencia en este campo. Proporciona conocimientos especializados y asesoramiento técnico a los Estados miembros, con el apoyo de la OMS, para la gestión de la brucelosis en humanos y animales.

Acciones de la ANSES

El laboratorio zoosanitario ANSES de Maisons-Alfort es un centro de referencia nacional, europeo, de la OMS y de la FAO para la brucelosis animal . También es un centro nacional de referencia para la brucelosis humana. Desempeña un papel clave en la vigilancia de los animales y los casos humanos en Francia. El centro coordina las actividades de una red de laboratorios nacionales y europeos. También contribuye al desarrollo de estrategias de prevención, vigilancia y erradicación . Para ello colabora estrechamente con los organismos sanitarios nacionales e internacionales.

La investigación llevada a cabo en la Anses tiene como objetivo mejorar las herramientas de diagnóstico de la infección en animales y humanos, así como el conocimiento epidemiológico de la brucelosis en todas las especies susceptibles, tanto domésticas como salvajes.

Desde 2013, a raíz de la detección de brucelosis en determinados individuos, la Anses ha elaborado varios informes periciales sobre las poblaciones de cabra montés en el macizo de Bargy. El objetivo es limitar el riesgo de contaminación de los animales domésticos y favorecer laextinción natural de la enfermedad en la población salvaje.

La estrategia recomendada por la Agencia se basa en una combinación de captura y abatimiento selectivo de los animales con mayor riesgo de infectarse y transmitir la enfermedad. Este enfoque permite :

  • controlar el nivel de infección en las cabras montesas,
  • combatir la infección mediante la eutanasia de los animales infectados,
  • marcar a los animales no portadores del agente patógeno antes de soltarlos.

Esta estrategia se considera preferible a un sacrificio masivo de íbices. Esto eliminaría un gran número de individuos sanos. Además, este método dificultaría el seguimiento y la detección de cualquier rebrote o propagación de la infección a otras zonas.

Acciones de la OMS

LaOMS desempeña un papel crucial en la lucha contra la brucelosis. Proporciona asesoramiento técnico. También elabora normas y directrices para su gestión. Este asesoramiento tiene por objeto ayudar a los Estados Miembros a establecer medidas eficaces para prevenir, vigilar y tratar la enfermedad.

Una de las prioridades de la OMS es fomentar la coordinación entre los sectores de la salud pública y la sanidad animal. Esta colaboración es esencial para dar una respuesta integrada y coherente a la brucelosis. Tiene en cuenta las interacciones entre la salud humana, animal y medioambiental.

En colaboración con otras organizaciones como la FAO,la OIE y el Programa Mediterráneo de Control de Zoonosis, la OMS está aumentando la capacidad de los países para prevenir y gestionar la brucelosis. Esta colaboración adopta la forma del sistema mundial de alerta precoz y respuesta a las enfermedades animales. Este sistema permite compartir rápidamente la información y actuar de forma concertada para controlar la propagación de la enfermedad.

Situación de la enfermedad

Francia está oficialmente libre de brucelosis bo vina desde 2005, de acuerdo con la normativa europea. Entre 2003 y 2012, no se detectó ningún brote de brucelosis bovina, ovina o caprina en Francia. Sin embargo, en 2012 se confirmaron dos focos que exigen una mayor vigilancia. El primer foco estuvo relacionado con la importación de un bovino infectado y se controló rápidamente. El segundo foco se asoció a un gran reservorio salvaje descubierto en cabras montesas de la cordillera en cuestión.

La brucelosis se considera una enfermedad contagiosa en rumiantes de cría, cerdos y jabalíes. Desde el punto de vista de la salud pública, está clasificada como enfermedad humana de declaración obligatoria. Desde el punto de vista profesional, es indemnizable como enfermedad profesional en virtud del cuadro 6 del régimen agrícola y del cuadro 24 del régimen general. El trabajador o sus herederos deben notificar la enfermedad.

La brucelosis está clasificada en el grupo de riesgo 3 del Código del Trabajo francés. Desde el punto de vista reglamentario, la brucelosis está clasificada como enfermedad de categoría B, regulada por el Código Rural francés y los decretos ministeriales. En caso de sospecha de brucelosis, se adoptan medidas de vigilancia del ganado que incluyen el confinamiento y el aislamiento de los animales enfermos, así como la prohibición de vender leche cruda o queso fresco procedente de las explotaciones afectadas.

En caso de confirmación, el protocolo incluye el sacrificio de todos los animales del rebaño contaminado, la destrucción o el tratamiento térmico de los productos y la desinfección de los locales y efluentes contaminados. Estas medidas son necesarias debido al carácter altamente contagioso de la enfermedad, su largo periodo de incubación y la complejidad de la detección de animales contaminados dentro de un rebaño.

¿Cómo puede diagnosticarse esta enfermedad?

La brucelosis suele cursar con síntomas gripales, como fiebre, astenia, malestar general y pérdida de peso. Sin embargo, también puede adoptar diversas formas atípicas, lo que a veces dificulta su diagnóstico. El periodo de incubación varía de 1 semana a 2 meses, pero suele ser de 2 a 4 semanas.

El diagnóstico de la brucelosis se basa en varios métodos, como los hemocultivos, los cultivos de médula ósea y líquido cefalorraquídeo y las pruebas serológicas en fase aguda y de convalecencia. Para detectar la presencia de la bacteria se requieren hemocultivos, pero éstos pueden tardar más de 7 días en crecer y las muestras deben poder conservarse durante varias semanas. También pueden realizarse pruebas serológicas. Sin embargo, no son fiables para todas las especies de Brucella, en particular B. canis.

El diagnóstico positivo requiere exámenes biológicos y bacteriológicos específicos, así como pruebas serológicas. Los focos infecciosos pueden detectarse tomando muestras de las zonas afectadas. El diagnóstico molecular por PCR también puede utilizarse para detectar la presencia del agente patógeno.

El diagnóstico diferencial de la brucelosis debe hacerse a partir de los síntomas y los resultados de las pruebas, para excluir otras enfermedades como la fiebre Q, la yersiniosis o infecciones víricas como la infección primaria por citomegalovirus o la fiebre tifoidea.

¿Qué tratamiento existe en caso de contaminación?

El tratamiento de la brucelosis requiere un enfoque multifacético. Además de administrar antibióticos específicos durante varias semanas, es aconsejable limitar la actividad durante las fases agudas, con reposo en cama durante los episodios febriles. El dolor musculoesquelético intenso puede requerir analgésicos. La endocarditis por Brucella puede requerir cirugía además del tratamiento antibiótico.

Los antibióticos deben administrarse en combinación para reducir el riesgo de recurrencia, con protocolos específicos en función de la gravedad y la presentación de la enfermedad. Se recomienda un seguimiento clínico y de los títulos serológicos durante al menos un año después del tratamiento, ya que aproximadamente el 5-15% de los pacientes pueden recaer.

El tratamiento antibiótico debe iniciarse rápidamente para evitar la infección crónica. Las tetraciclinas suelen utilizarse en combinación con aminoglucósidos. Para las formas graves, la OMS recomienda una terapia dual con rifampicina y doxiciclina. Las pruebas de sensibilidad a los antibióticos no son necesarias debido a la alta sensibilidad de las cepas de Brucella a los antibióticos recomendados.

La duración del tratamiento varía según el estadio de la enfermedad, pero puede prolongarse en casos de brucelosis crónica. Puede ser necesario un tratamiento sintomático para aliviar la astenia y el dolor. El tratamiento antibiótico precoz puede reducir la duración de la fase aguda y prevenir las complicaciones viscerales y osteoarticulares.

¿Cómo prevenir la infección?

Las medidas generales de prevención incluyen prácticashigiénicas rigurosas en las explotaciones. Éstas incluyen

  • limpieza y desinfección periódicas de las instalaciones y el equipo,
  • almacenamiento adecuado de residuos y cadáveres de animales.
  • detección serológica periódica
  • la introducción de nuevos animales sólo procedentes deexplotaciones libres.

La vacunación de los animales está prohibida en Francia porque interfiere con las pruebas de detección serológica, salvo en determinadas condiciones específicas.

El personal debe conocer los riesgos asociados a la brucelosis y recibir formación sobre las medidas preventivas . Deben disponer de equipos de protección individual adecuados y de medios dehigiene apropiados.

En caso deinfección demostrada, es necesario adoptar medidas de control estrictas, que incluyan :

  • vigilancia del ganado
  • aislamiento de los animales enfermos
  • desinfección de las instalaciones y efluentes contaminados
  • y posiblemente elsacrificio de los animales infectados.

Para reducir las fuentes de contaminación, es aconsejable evitar el uso de chorros de agua a alta presión al limpiar los excrementos de los animales. También se debe llevar equipo de protección cuando se manipulen animales, cadáveres o residuos. El cumplimiento de las normas dehigiene personal, como lavarse las manos con regularidad y llevar equipo deprotección, también es esencial para prevenir la transmisión de la enfermedad.

Por último, la pasteurización de la leche es una medida crucial para prevenir la brucelosis en humanos. Se recomienda consumir productos lácteos pasteurizados. En la actualidad no existe ninguna vacuna comercial para el ser humano. La vigilancia epidemiológica, así como el cumplimiento de las normas dehigiene y bioseguridad, siguen siendo esenciales para controlar la propagación de la enfermedad.

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