Los vómitos acetonémicos en niños son una afección también conocida como “cetosis periódica”, porque los vómitos son contingentes. La hipercetonemia es consecuencia de una alteración transitoria del metabolismo lipídico cuando hay una falta momentánea de disponibilidad de glucosa tras una ingesta insuficiente o un gasto excesivo de hidratos de carbono:
- Desviaciones de la dieta (abuso de grasas, ayuno simple, ayuno de hidratos de carbono, diabetes)
- Reacción febril a un proceso infeccioso o inflamatorio
- Parasitosis intestinal
- Esfuerzo físico excesivo
- Viajes agotadores, cambio de clima o de altitud
- Asma, enfermedades neurológicas o endocrinas
- Emociones o alteraciones
¿Qué es la cetogénesis hepática?
La cetogénesis hepática es el destino normal del acetil coenzima A, pero se vuelve demasiado importante. El ácido acetilacético, el ácido β-hidrobutírico y la acetona se acumulan en la sangre, con niveles de cetonas que alcanzan varios gramos por litro (nivel fisiológico: 15 a 20 mg por litro). Se eliminan por la orina, aunque la cetonuria no sigue necesariamente a la cetonemia. En este artículo, sólo consideraremos el tratamiento homeopático de la crisis simple de vómitos acetonémicos y eliminaremos de la cuestión las enfermedades en las que la exageración de la cetogénesis sólo es una cara del problema: diabetes, hipertiroidismo…
Clínicamente, los vómitos , cuya cantidad es variable pero que a menudo contienen bilis, se acompañan de dolor abdominal, fiebre metabólica moderada, depresión, cierta palidez con ojeras alrededor de los párpados yun olor aromático en el aliento que recuerda a las manzanas. El diagnóstico de hipercetonemia se confirma por la presencia de cuerpos cetónicos en la orina, indicada por un indicador coloreado.
Los vómitos acetonémicos se producen sobre todo de forma intermitente, con mayor frecuencia en niños que no han alcanzado la pubertad, con un trasfondo particular: individuos delgados, cansados y emocionales, con un apetito voluble, atraídos por los alimentos salados o picantes, los embutidos y los quesos, que desdeñan los dulces a excepción del chocolate, a menudo propensos a la verminosis, y descendientes de padres con migraña o dispepsia. Esta afección es poco frecuente en Norteamérica debido a los hábitos alimentarios. El tratamiento homeopático del ataque debe ir acompañado de una prescripción médica.
Los principales medicamentos homeopáticos
Se pueden utilizar varias cepas homeopáticas en el tratamiento homeopático de los vómitos acetónicos en los niños. Estas cepas tienen propiedades específicas que ayudan a aliviar los síntomas y a restablecer el equilibrio del organismo. En esta sección, veremos los principales medicamentos homeopáticos utilizados para tratar los vómitos acetonémicos en los niños, sus propiedades y las dosis recomendadas. Es importante tener en cuenta que cada niño es único y que los medicamentos homeopáticos deben prescribirse en función de los síntomas individuales y del historial médico. Es aconsejable consultar a un profesional sanitario homeópata para obtener asesoramiento personalizado sobre la elección de medicamentos homeopáticos para el tratamiento de los vómitos acetonémicos en niños.
Sen :
El remedio senna es el medicamento principal porque provoca experimentalmente trastornos digestivos perfectamente similares a los observados durante una crisis de acetonemia :
- Olor aromático del aliento
- Náuseas, vómitos, cólicos y flatulencia
- Agotamiento rápido y palidez del rostro
El remedio homeopático Senna, además de su función principal en el tratamiento de los trastornos digestivos asociados a la acetonemia, ofrece un enfoque global para el tratamiento de esta enfermedad. En homeopatía, su eficacia está reconocida gracias a su capacidad para tratar síntomas que reflejan fielmente los de la crisis de acetonemia, como el olor aromático del aliento, las náuseas, los vómitos, los cólicos y la flatulencia. Además, su pertinencia se pone de relieve en los casos de agotamiento rápido acompañado de palidez del rostro.
Posología: Debe tomarse casi sistemáticamente, en 5 CH, en dosis repetidas de 5 gránulos cada media hora o cada hora, según la gravedad del caso.
Puede tomarse alternativamente con uno o varios de los siguientes medicamentos, según la reacción del paciente:
Lycopodium clavatum :
Generalmente utilizado como medicamento de fondo en este tipo de afecciones, el Lycopodium se utiliza como medicamento de crisis aguda en pacientes delgados, de piel amarillenta, que suelen presentar borborigma y flatulencia intestinal que a menudo es dolorosa y se agrava con los alimentos ricos en almidón, los huevos y el chocolate. Los pacientes tratados con el fármaco suelen ser también nerviosos, propensos al eczema y presentan con frecuencia dermatitis de nalgas antes de haber adquirido el aseo.
Posología: tomar 5, 7 ó 9 CH, 5 gránulos, de 2 a 3 veces al día.
Fósforo :
Los vómitos alimenticios son abundantes y quemantes para la boca y el esófago. A menudo contiene bilis. Hay fiebre moderada, sudoración y postración. La sed de agua fría es muy fuerte, pero las bebidas se rechazan rápidamente. La lengua está seca y roja.
Posología: Tomar 9 CH, 5 gránulos alternando con Senna.
¿Cuándo se puede utilizar el remedio homeopático Fósforo?
El remedio homeopático Fósforo se utiliza para tratar diversos problemas de salud en la práctica homeopática. He aquí algunas de sus principales aplicaciones:
- Problemas respiratorios: El fósforo se recomienda a menudo para tratar problemas respiratorios como la bronquitis, la neumonía y el asma. Es particularmente útil cuando estas afecciones van acompañadas de una tos seca y dolorosa.
- Trastornos digestivos: Este remedio también puede ser eficaz para ciertos trastornos digestivos, como vómitos, acidez y úlceras gástricas. A menudo se elige para las personas que experimentan una sensación de ardor en el estómago.
- Hemorragias: El fósforo es reconocido por su capacidad para ayudar a controlar las hemorragias, ya sean nasales, gastrointestinales o incluso relacionadas con problemas ginecológicos.
- Problemas nerviosos: También se utiliza para tratar ciertos trastornos nerviosos, como la ansiedad, la fatiga y los trastornos del sueño, sobre todo en personas sensibles, emocionales y extrovertidas.
- Efectos sobre el estado de ánimo: El fósforo puede ser beneficioso para las personas que sufren síntomas depresivos, en particular cuando se sienten indiferentes hacia cosas que antes les interesaban.
- Salud ósea: Este remedio también puede utilizarse para tratar ciertos problemas óseos, como la osteoporosis o la lenta cicatrización de las fracturas.
Ipecac :
Este remedio se utiliza en caso de vómitos profusos con lengua limpia o ligeramente cargada, hipersialorrea y falta de sed.
Posología: Tomar en dosis de 5 x 7 o 9 CH gránulos, a medida que se produzcan los vómitos.
¿Cuándo debo tomar Ipeca gránulos?
El remedio homeopático Ipeca, también conocido como Ipecacuanha, se utiliza en varios contextos en homeopatía. Sus principales aplicaciones son las siguientes
- Trastornos respiratorios: Ipeca se prescribe frecuentemente para tratar problemas respiratorios como la bronquitis, el asma y la tos ferina. Es particularmente eficaz en casos de tos húmeda con abundante flema.
- Náuseas y vómitos: Este remedio es muy conocido por su eficacia en el tratamiento de las náuseas y los vómitos, especialmente cuando son persistentes y van acompañados de una salivación excesiva y una lengua limpia (no cargada).
- Hemorragias: Ipeca también puede utilizarse para tratar ciertos tipos de hemorragias, como las hemorragias uterinas o las hemorragias nasales, especialmente cuando van asociadas a náuseas.
- Gastroenteritis: Está indicado en casos de gastroenteritis, especialmente cuando los síntomas incluyen náuseas, vómitos y diarrea.
- Fiebre y estados febriles: Ipeca también se utiliza en el tratamiento de estados febriles, especialmente cuando van acompañados de escalofríos, sudoración y respiración dificultosa.
Antimonium crudum :
Los gránulos homeopáticos de Antimonium crudum se utilizan en diversos contextos en homeopatía. He aquí algunas de sus principales indicaciones
¿Cuáles son las indicaciones de los gránulos homeopáticos de Antimonium crudum?
- Trastornos digestivos: Antimonium crudum se prescribe a menudo para tratar los trastornos digestivos, en particular la indigestión, la hinchazón y las náuseas. Está especialmente indicado cuando estos síntomas van acompañados de una lengua blanca y espesa.
- Problemas cutáneos: Este remedio puede ser eficaz en el tratamiento de ciertas afecciones cutáneas, como eczemas, verrugas y erupciones cutáneas. A menudo se elige para las erupciones pustulosas o que empeoran con el calor y la humedad.
- Afecciones emocionalesy del comportamiento: Antimonium crudum también se utiliza para tratar ciertas afecciones emocionales, como la irritabilidad, el mal humor y la tendencia a enfadarse u ofenderse con facilidad.
- Problemas otorrinolaringológicos: Puede estar indicado para la ronquera y la tos, especialmente cuando ésta se ve agravada por el calor o por comer en exceso.
- Trastornos gastrointestinales en niños: Este remedio se utiliza a veces para tratar los trastornos gastrointestinales en los niños, en particular cuando estos trastornos están asociados a la sobrealimentación o al consumo excesivo de dulces.
Este medicamento se toma en caso de vómitos profusos de alimentos, con una capa blanca como la tiza en la lengua y sed intensa, especialmente de bebidas ácidas o gaseosas. Este cuadro se observa con mayor frecuencia en los vómitos acetonaémicos que se producen después de comer en exceso.
Posología: Tomar 5 CH 7 ó 9 gránulos al mismo tiempo que los vómitos.
Algunos consejos dietéticos naturistas
En el tratamiento natural de los vómitos acetonémicos en los niños, la dietética desempeña un papel esencial para restablecer el equilibrio del organismo. Como la afección provoca deficiencia de glucosa y pérdida de agua y electrolitos, es importante proporcionar al paciente suficiente agua, hidratos de carbono y electrolitos para mantener una buena hidratación y prevenir complicaciones.
Para ello, es aconsejable dar abundantes bebidas azucaradas, como infusiones, zumos de fruta fresca, limonadas y refrescos, así como caldos vegetales salados para aportar electrolitos, sobre todo cloruro sódico para combatir la hipocloremia. Es importante dar estas bebidas en pequeñas cantidades, repetidas con frecuencia, según los deseos y la tolerancia del paciente.
También es aconsejable eliminar las grasas y las proteínas de la dieta, incluidos los productos lácteos, hasta que desaparezca la cetonuria, que puede controlarse con un indicador coloreado. Los alimentos sólidos deben incluir pan, pasta, patatas, arroz, zanahorias, harinas a base de agua, compotas y mermeladas. Es importante tener en cuenta las preferencias alimentarias del niño y respetar su tolerancia digestiva para garantizar una nutrición adecuada.
En resumen, la dieta es un elemento importante en el tratamiento natural de los vómitos acetonémicos en niños. Es esencial proporcionar suficiente agua, hidratos de carbono y electrolitos para mantener una buena hidratación y prevenir complicaciones. Deben administrarse bebidas azucaradas y caldos vegetales salados, evitando las grasas y las proteínas, hasta que desaparezca la cetonuria. La alimentación sólida debe consistir en alimentos de fácil digestión, como pan, pasta, patatas, zanahorias, harinas a base de agua, compotas y mermeladas.
Se produce un déficit de glucosa y una pérdida de agua y electrolitos. Por lo tanto, el paciente debe recibir abundante:
- Agua
- Hidratos de carbono
- Electrolitos (cloruro de sodio, especialmente para combatir la hipocloremia)
Se recomiendan abundantes bebidas dulces (infusiones, zumos de fruta fresca, limonadas, refrescos) y caldos vegetales salados. Éstos deben tomarse fríos, templados o calientes, en pequeñas cantidades repetidas con frecuencia, según los deseos y la tolerancia del paciente. También es esencial eliminar las grasas y las proteínas de la dieta, incluidos los productos lácteos, hasta que desaparezca la cetonuria, y controlarlo con un indicador coloreado.
Hasta entonces, los alimentos sólidos deben consistir en pan, pasta, patatas, arroz, zanahorias, harinas a base de agua, compotas y mermeladas.