La congelación es una lesión eritematosa en la punta de los dedos que se produce cuando la piel está fría. Pueden ser simples o dar lugar a complicaciones en forma de trastornos tróficos (ulceraciones, lesiones de las uñas). Provocadas por una vasoconstricción progresiva y repetida de las arteriolas, estas lesiones se asocian sobre todo a una vasodilatación con estasis en las vénulas. Son más frecuentes en mujeres con desequilibrio simpático y endocrino. El terreno es similar al de la acrocianosis.
En este artículo, describiremos los tratamientos sintomáticos de la congelación simple y la congelación ulcerada, seguidos de los tratamientos para afecciones específicas.
¿Qué es la congelación?
La congelación es una afección cutánea dolorosa que se produce cuando la piel se expone a temperaturas muy frías durante un largo periodo de tiempo. Se manifiesta en forma de lesiones cutáneas rojas e inflamadas, que pueden ser dolorosas, picar e incluso supurar. Suelen aparecer en las extremidades del cuerpo, como los dedos de las manos y los pies, la nariz y las orejas.
Causas de la congelación
La congelación se produce por una exposición prolongada a temperaturas muy frías. La congelación también puede deberse a una disminución de la circulación sanguínea en las zonas afectadas. Las personas con trastornos circulatorios, diabetes o enfermedades autoinmunes son más propensas a sufrir congelaciones.
¿Cuáles son los tratamientos convencionales?
Los tratamientos convencionales de la congelación incluyen el calentamiento gradual de la piel, el uso de medicación antiinflamatoria y la prevención de la congelación evitando la exposición prolongada al frío. También se recomienda a los pacientes con congelación que se mantengan abrigados y eviten rascarse o frotarse las lesiones, ya que esto puede empeorar la afección.
¿Cuáles son los beneficios de la homeopatía?
La homeopatía ofrece una serie de ventajas para el tratamiento de la congelación. En primer lugar, ofrece un enfoque natural, sin efectos secundarios indeseables. Además, permite adaptar el tratamiento a los síntomas específicos de cada paciente. Por último, la homeopatía es un método suave y no invasivo que puede utilizarse como complemento de otros tratamientos.
Medicación sintomática para la congelación
La medicación sintomática se utiliza para aliviar los síntomas de la congelación, como el dolor y la inflamación. Aunque estos medicamentos no tratan directamente la congelación, pueden ayudar a mejorar la comodidad del paciente durante el proceso de curación. Los medicamentos sintomáticos pueden utilizarse en combinación con tratamientos homeopáticos para el alivio completo de los síntomas de la congelación.
Congelación simple:
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Agaricus:
Este medicamento se utiliza para las congelaciones muy dolorosas con dolor punzante y ardiente las zonas afectadas pican. Hay parestesia.
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Apis :
La congelación comienza con un edema de color rojo rosado, con dolor punzante y ardiente, agravado por el calentamiento que da lugar a prurito, que mejora con aplicaciones frías.
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Arsenicum album :
La lesión cutánea es ardiente y muy dolorosa. Estos dolores empeoran por la noche, entre la 1 y las 3 de la mañana; preocupan mucho al paciente. Mejoran con aplicaciones calientes.
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Carbo vegetabilis :
Este medicamento está indicado para las congelaciones asociadas a una cianosis importante de las extremidades. Pueden ulcerarse de forma tórpida, provocando dolores ardientes mientras que los tegumentos muestran una frialdad glacial.
Posología: Estos cuatro medicamentos deben tomarse en dosis de 5 gránulos de 7, 9 o 15CH, de 2 a 4 veces al día en el período agudo.
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Hamamelis :
Se indica según su tropismo venoso, a razón de 20 gotas en 6DH, 2 veces al día durante la estación fría.
Indicado en sabañones dolorosos de los dedos, con prurito intenso y ardiente, agravado por el frío y el tacto, especialmente si se encuentran lesiones vesiculares que contienen un líquido hemático.
Posología: Tomar 5 gránulos 2 veces al día, en 7 o 9CH.
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Secale cornutum :
Puede tomarse sistemáticamente en 5CH, 5 gránulos 2 veces al día, por su acción sobre el espasmo arterial y arteriolar. El dolor urente mejora con el enfriamiento.
Sabañones ulcerados :
Las ulceraciones tienen bordes regulares, “como uñas” y sangran al menor roce; si hay secreción, es excoriante. Los dolores punzantes, como espinas o astillas, mejoran con aplicaciones calientes.
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Petróleo :
Este medicamento está indicado cuando el paciente presenta grietas y fisuras de aspecto sucio en los extremos de los dedos, con recrudecimiento invernal.
Posología: Tomar estos 2 medicamentos en 7 o 9CH, 5 gránulos 2 veces al día.
Localmente:
Para los sabañones simples, aplicarAgaricus 4% TM pomada. Para los sabañones ulcerados, pueden utilizarse como antisépticos baños de permanganato potásico y pomada de Caléndula o Cicaderma, bien aplicadas en capa fina.
Remedios caseros para la congelación
Los remedios caseros para la congelación son remedios homeopáticos utilizados para tratar la congelación de forma holística, teniendo en cuenta los síntomas individuales del paciente, así como su constitución y estado general de salud. Estos remedios homeopáticos pueden ayudar a mejorar la circulación sanguínea, reducir la inflamación y estimular el proceso de curación natural del organismo. Los remedios de campo pueden utilizarse solos o en combinación con medicamentos sintomáticos para un tratamiento completo y eficaz de la congelación.
Pulsatilla:
El paciente presenta eritrocianosis de las extremidades, agravada por el calor y el reposo, y mejora caminando al aire libre. La congelación es una complicación frecuente de esta afección.
Posología: Tomar 5 gránulos en 9 o 15CH, de una vez al día a una vez a la semana.
Silicea:
Indicado para los frioleros que supuran con facilidad, que presentan extremidades heladas con cianosis o palidez, congelaciones y dolores agudos en astilla cuando hace frío. Sudan fácilmente por los pies.
Posología: Tomar 5 gránulos en 9 o 15CH, de una vez al día a una vez por semana.
Psorinum:
Este medicamento está indicado para los ataques periódicos anuales y las afecciones causadas o agravadas por el frío. Por lo tanto, está perfectamente indicado para estos pacientes, que se ven especialmente perjudicados en invierno.
Posología: Tomar en dosis de 9 ó 15CH una vez por semana.
¿Cómo prevenir las congelaciones?
Para prevenir las congelaciones, es esencial poner en práctica algunas buenas prácticas. En primer lugar, es importante cubrirse bien llevando ropa de abrigo adecuada al clima. Ponerse varias capas es una técnica eficaz para conservar el calor corporal, y es mejor elegir materiales aislantes.
A continuación, no descuides la protección de las extremidades, como los dedos de las manos y los pies, la nariz y las orejas, que son especialmente sensibles al frío. Por ello, es muy recomendable llevar guantes, calcetines gruesos, gorro y bufanda. También es fundamental mantener los pies secos, ya que la humedad aumenta el riesgo de congelación. Así que opta por calzado impermeable y calcetines de material transpirable, y cámbialos en cuanto se mojen.
Por último, es mejor limitar la exposición al frío, sobre todo cuando el viento es fuerte. Procura pasar menos tiempo al aire libre durante los periodos de frío extremo y, si es posible, resguárdate del viento cuando viajes.