Burnout (BO) afecta hoy a un porcentaje impresionante de la población activa en Occidente. Después de resumir una breve historia de su descubrimiento y luego describirlo (un síndrome que agrupa el agotamiento emocional, la despersonalización y la realización personal reducida), el agotamiento nació en América del Norte como cien años antes síndrome). En el contexto de una sociedad de desborde, sería una patología de la entrega.
La expansión del término burnout resulta confusa por los límites imprecisos de esta realidad.
¿Qué es el agotamiento?
Esto se puede comparar con un trastorno de adaptación, un estado de estrés postraumático o un estado de depresión. También puede designar un cuadro de malestar psicológico de intensidad subclínica al requerido para designar una patología caracterizada. Podría llamarse desregulación del eje hipotalámico-pituitario-adrenocorticotrópico.
Quemar significa: fallar, desgastarse, agotarse ante una demanda excesiva de energía, fuerza, recursos. En el sector aeroespacial, el agotamiento se refiere al agotamiento del combustible de un cohete, lo que provoca un sobrecalentamiento y el riesgo de rotura.
Los factores etiológicos del burn out son los de riesgo psicosocial (demandas laborales, demandas emocionales, falta de autonomía, falta de apoyo y reconocimiento social, conflictos de valores, trabajo y precariedad laboral) y los vinculados a la personalidad del sujeto: factores individuales pueden ser determinantes de vulnerabilidad (neuroticismo, sobreinversión, antecedentes psicopatológicos, etc.)
¿Cómo explicar los síntomas del agotamiento?
Fatiga crónica, pérdida de motivación y eficiencia en el trabajo, sensación de agobio, autodesprecio, aumento de la irritabilidad y falta de concentración… El desgaste se produce cuando sentimos que estamos perdiendo el control de nuestro entorno, que nos tratan injustamente y perdemos apoyo. Este síndrome psicológico ligado al entorno y no a la persona se encuentra hoy en plena expansión y no concierne únicamente al entorno profesional.
La fatiga, el estrés y el sufrimiento psicológico son estados difíciles de objetivar y reconocer. Es por ello que las categorías a través de las cuales se configurarán e interpretarán estos estados contribuyen tan fuertemente a determinar la realidad de los fenómenos en cuestión, aunque sean objeto de cuestiones e intereses que van más allá de la simple reflexión científica.
Algunos consejos naturopáticos para evitar el agotamiento:
En todos los casos se debe poner en marcha un proceso de “exoneración” y exteriorización de la causa. Asumir un diagnóstico de agotamiento o síndrome de fatiga crónica evita así la psicologización de la fatiga.
- Aprenda a delegar:
Debe saber en qué debe concentrarse para delegar tareas de manera clara y efectiva. Se podría decir que para entrenar para delegar, simplemente tienes que empezar a delegar tareas.
- Duerme (al menos) 8 horas por noche:
¡El sueño es de suma importancia! Dormir bien por la noche puede ayudar a combatir el agotamiento característico del agotamiento, aunque los trastornos del sueño pueden ser un síntoma. Por tanto, es aconsejable dormir a horas regulares.
- Come (más) saludablemente:
La mala alimentación es una fuente de estrés para el cuerpo, mientras que una dieta saludable proporciona energía. Esto significa que ya es hora y vale la pena optar por alimentos y un estilo de vida más saludables.
- Entra en meditación:Respirar
La respiración está vinculada entre el cuerpo y la mente. Cuando llega una emoción fuerte, la respiración se acelera y viceversa. “Reenfocar se usa para encontrar tu respiración natural. Solo necesitas estar consciente de tu respiración. Este simple hecho lo modificará, lo ralentizará. Por tanto, será más eficaz y más completo. Es la respiración abdominal, que se acerca más a la del infante ”.
- Toma conciencia de tu condición
Como primer paso, la meditación de tres focos permite hacer un inventario general: “Analiza tus sensaciones corporales, así aprenderás a dirigir tu atención hacia las sensaciones físicas del cuerpo. Luego concéntrate en tu respiración, sin cambiarla. Y finalmente, analiza tus pensamientos y tus emociones para escanear tu mundo interior ”.
- Haga ejercicio (al menos) una vez a la semana:
En la fase de agotamiento, estás asfixiado. La práctica de una actividad deportiva revitalizará el cuerpo y restaurará rápidamente la energía física y luego mental.
- Pasar tiempo con sus seres queridos:
Muchos de nosotros tendemos a olvidar que hay vida después del trabajo y, lo más importante, que es necesario para el equilibrio personal. Es normal querer demostrar tu valía pero mucho menos si es en detrimento de tu familia y seres queridos. Sobre todo porque estos últimos son generalmente excelentes soportes. ¡No descuides a quienes te rodean!
- Rodéate de plantas:
Vivir y trabajar entre plantas es bueno para la salud. Estar rodeado de plantas mejora nuestro bienestar físico y moral, especialmente cuando pasamos mucho tiempo en interiores. En la oficina, la presencia de vegetación tiene un impacto positivo en el ambiente de trabajo, el compromiso de los empleados y el desempeño de la empresa. En casa, los elementos vegetales facilitan la relajación y el confort y limpian el aire ambiente.
- Desconectarse de las pantallas:
Trabajar frente a una pantalla no es nada fácil. Esta forma de trabajar puede desarrollar tanto dolor físico como malestar. Existe un vínculo real entre esta incomodidad y la sobreexposición a las pantallas. Así que tan pronto como sea posible, salga a respirar aire fresco y despeje su mente.
- Tómate un (buen) tiempo para ti:
Este tiempo es necesario para curar sus heridas, para permitir que su cuerpo sane, para recuperar la fuerza y la energía para ponerse de pie. Ahora es el momento de cuidarse. Abrirse a otras cosas también.
- Alimenta sus pasiones:
Alimentar tus pasiones es fundamental para el bienestar y el desarrollo personal. Exposiciones, talleres artísticos, clases de teatro o canto, restauración de muebles, tejido… ahorra tiempo para practicar una actividad que te anime.
- Aprecia las cosas simples de la vida:
Intercambia una sonrisa con un extraño, bebe una taza de café caliente, lee un libro, huele el aroma de un bonito ramo de flores… ¡Aprecia y aprende cómo aprovechar todos los pequeños placeres que la vida ofrece hace que el día a día sea mejor!
Plantas medicinales y agotamiento:
Es una de las plantas adaptógenas más poderosas. Mejora las capacidades mentales y la calidad del sueño. Tiene efectos ansiolíticos y antiestrés, medidos por la escala de Hamilton (HAM-A Hamilton Anxiety Rating Scale), y DASS-21 (Depression, Anxiety, and Stress Scale -21), por reducción de las hormonas del estrés crónico (cortisol y DHEA). ).
Ashwagandha está indicado en astenia, exceso de trabajo y favorece el descanso y la relajación.
La avena está indicada para trastornos nerviosos, insomnio, astenia y estados de agotamiento. El gramin que contiene es un alcaloide indol que tiene una estructura molecular similar a la de la serotonina.
El H.E de Pinus silvestris es corticoestimulante y, de hecho, eficaz en las astenias profundas, el agotamiento nervioso, la neurastenia, la depresión y el agotamiento.
En masaje a nivel lumbar y sacro donde se ubican las glándulas suprarrenales (zona lumbar). Esto estimula la síntesis natural de cortisol para devolver la vitalidad y la energía al cuerpo.
Con propiedades adaptógenas * y similares a la cortisona, este aceite esencial está indicado en astenia profunda, agotamiento, apatía y fatiga física.
* Una sustancia adaptógena es una sustancia farmacológica capaz de inducir en un organismo un estado de aumento de la resistencia inespecífica, permitiendo contrarrestar las señales de estrés y adaptarse a un esfuerzo excepcional. En otras palabras, una planta adaptógena ayuda al cuerpo a adaptarse al estrés.