Las virtudes medicinales de la artemisa

El arte de la fitoterapia está lleno de tesoros insospechados, y entre ellos destaca la artemisa por sus cautivadoras propiedades. En este artículo exploramos las múltiples facetas de esta enigmática planta, a menudo asociada con los sueños y la luna. Su esencia, a la vez hechizante y misteriosa, ha resistido el paso del tiempo, seduciendo a los amantes de los remedios naturales con sus virtudes terapéuticas y sus usos tradicionales. Descubramos juntos los secretos de la artemisa, un elixir vegetal que despierta la imaginación y promete revelar los estrechos vínculos entre la naturaleza y el mundo de los sueños.

¿Cuáles son las características de la artemisa?

LaArtemisia Vulgaris, comúnmente conocida comoartemisa, es una planta perenne con características morfológicas distintivas. La artemisa, cuyo nombre botánico es Artemisia vulgaris L., pertenece a la familia de las asteráceas.

¿Cuáles son sus atributos botánicos?

El tallo de la artemisa suele medir entre 7 y 12 decímetros. Es una planta herbácea con un tinte rojizo y una fina capa de pelos. Tiene un tallo ramificado.

Las hojas de esta planta pueden ser pinnadas o bipinnadas. Son oblongo-lanceoladas con la base auriculada. Las hojas son agudas y glabras, aunque en raras ocasiones pueden presentar un tinte blanquecino o ceniciento en su haz. En cambio, el envés de las hojas suele ser blanco y tomentoso.

El involucro de la artemisa es blanco y de textura tomentosa. El receptáculo de la planta carece de pelos. Los capítulos de la artemisa son ovado-oblongos y casi sin pedúnculo. Se agrupan en glomérulos en las ramas, que están extendidas y erguidas, formando una gran panícula frondosa. Las flores de la artemisa son de color amarillento o rojizo.

Cabe señalar que esta planta puede presentar variaciones, sobre todo cuando su tocón emite numerosos brotes. En tales situaciones, las hojas pueden tener segmentos más estrechos y alargados. Los capítulos florales pueden ser solitarios y de color rojizo. Esta variante se conoce comoArtemisia verlotorum Lamt.

¿Cómo se cosecha?

La Artemisia vulgaris se encuentra principalmente en zonas no cultivadas de toda Francia, incluida Córcega. Su área de distribución se extiende porEuropa, Siberia yel norte de África. Suele florecer de julio a septiembre.

Conocida como una de las siete plantas del solsticio de verano, la artemisa se recolectaba mejor en la época del solsticio de verano. Se recogía mejor al amanecer, antes de que los rayos del Sol tocaran la Tierra, en el signo de Virgo.

Las hojas, las sumidades floridas y las raíces se utilizan tradicionalmente en fitoterapia.

¿Para qué sirve el aceite esencial de artemisa?

Como el aceite esencial de artemisa es rico en cetonas, forma parte del monopolio farmacéutico. Según el artículo D. 4211-1 (modificado por el decreto nº 2007-1198 de 3 de agosto de 2007 – art 1 JORF 8 de agosto de 2007 corregido el 18 de agosto de 2007), el aceite esencial de artemisa sólo puede obtenerse por consejo de un farmacéutico o con receta médica.

¿Cómo actúa?

Compuesta por diversos principios activos, la artemisa se distingue esencialmente por las siguientes características:

  • Una concentración predominante de 1-8-cineol, alcanfor, linalol
  • cetonas como la tuyona
  • La presencia de resinas.
  • La presencia de taninos y flavonoides
  • Una proporción significativa de cumarinas como la umbeliferona
  • Lactonas sesquiterpénicas, como la yomogina y la vulgarina

Esta planta, con sus numerosas propiedades beneficiosas, se recomienda generalmente para aliviar las menstruaciones dolorosas. Su acción emenagoga es eficaz en el tratamiento de las irregularidades menstruales de la mujer. Es particularmente eficaz en la dismenorrea y la amenorrea, estimulando las contracciones uterinas.

La artemisa se recomienda con frecuencia para el tratamiento de una amplia gama de problemas de salud. Se utiliza para tratar trastornos digestivos,aliviar dolores articulares y musculares, estimular el apetito en casos de anorexia, aliviar espasmos,mejorar el sueño en casos de insomnio yerradicar lombrices intestinales. También tiene propiedades antibacterianas, tónicas y diuréticas. Por sus propiedades antifúngicas, antiparasitarias y antibacterianas, esta planta medicinal es inestimable en la lucha contra diversas infestaciones parasitarias. Se utiliza eficazmente para combatir las infecciones urinarias, tratar el catarro nasal, aliviar las afecciones de las vías respiratorias y combatir las infecciones bronquiales. Como diurético, también puede utilizarse para tratar los edemas y la hipertensión arterial. También es muy eficaz en casos de retención de líquidos.

Cabe señalar asimismo que esta planta medicinal actúa también como inhibidor de la monoaminooxidasa (IMAO). Esto la convierte en un antidepresivo potencial.

¿Cómo debe utilizarse?

El aceite esencial de artemisa se utiliza principalmente para fricciones en las zonas del cuerpo que sufren dolor. Puede deberse al cansancio, a tensiones musculares o a afecciones específicas como el reumatismo. Debe diluirse enaceite vegetal para evitar irritaciones cutáneas. La dosis recomendada es una mezcla de 30% de aceite esencial y 70% de aceite vegetal.

En uso interno, la artemisa es eficaz para aliviar diversos trastornos gastrointestinales. Entre ellos cabe citar los cólicos, la diarrea crónica, los dolores viscerales, la sensación de distensión y las flatulencias. También tiene un efecto estimulante sobre la secreción de jugos gástricos, lo que favorece el apetito. También es un potente vermífugo que ayuda a eliminar las lombrices intestinales.

Aplicada externamente, la artemisa, sobre todo en forma de fricciones, es muy eficaz para aliviar diversas dolencias. Puede aliviar eficazmente el dolor abdominal, el dolor torácico y la tensión muscular que se experimenta con frecuencia en las extremidades inferiores, sobre todo después de una actividad física extenuante. También es un tratamiento beneficioso para la flebitis y las varices, ya que estimula la circulación sanguínea y lo convierte en una buena opción para las piernas pesadas.

En la medicina tradicional china, el uso de ramitas secas de artemisa en la moxibustión está resultando extremadamente útil en el tratamiento de diversas dolencias.

Por último, cabe señalar que la artemisa tiene otros usos, como tratar los ataques epilépticos y repeler las plagas de insectos mediante la difusión de su aceite esencial.

¿Cuáles son las contraindicaciones?

Al ser similar a los estrógenos, la artemisa debe evitarse en varias situaciones:

  • Durante el embarazo, ya que podría interferir con el sistema hormonal.
  • Enpresencia de quistes, donde su acción podría agravar la situación.
  • En caso de mastosis, donde su efecto similar al de los estrógenos podría tener consecuencias indeseables.
  • En caso de cánceres hormonodependientes, ya que la Artemisa podría estimular el crecimiento de las células cancerosas.

Como en cualquier tratamiento fitoterapéutico, el cumplimiento de la posología es crucial. Una sobredosis o un tratamiento prolongado con Artemisa pueden tener efectos nocivos sobre el hígado y el sistema nervioso, lo que subraya la importancia de utilizar esta planta medicinal con prudencia y sabiduría.

¿Qué dice la investigación?

En cuanto a sus principales propiedades, un estudio publicado en 2009 por AU Khan y su equipo, realizado en parte in vitro y en parte in vivo, confirmó los efectos antiespasmódicos, antidiarreicos, broncodilatadores y traqueorrelajantes de un extracto de artemisa. Además, este estudio permitió explorar, al menos en parte, los mecanismos de acción subyacentes, en particular el efecto anticolinérgico y el antagonismo del calcio. Es importante señalar que estos resultados sólo representan una fase preliminar de la investigación, pero aportan valiosos conocimientos sobre algunas de las aplicaciones tradicionales de la artemisa.

Artemisa: ¿un arma eficaz contra la malaria?

Numerosos estudios han examinado la eficacia de la artemisinina extraída de la artemisa anual (Artemisia annua) en el tratamiento de la malaria. La industria farmacéutica utiliza derivados dela artemisinina, como el artesunato, en la fabricación de medicamentos contra la malaria. La artemisa anual es un antiguo componente de la farmacopea de la medicina tradicional china. Se ha utilizado durante siglos para tratar las fiebres relacionadas con la malaria.

El Plasmodium falciparum es el parásito más extendido en el mundo y la principal causa de malaria. Ha desarrollado resistencia a los tratamientos antipalúdicos convencionales, como la cloroquina. Aquí es donde entra en juego la artemisinina, ya que sigue siendo eficaz contra las cepas resistentes a la cloroquina. En 2018, la malaria causó más de 400.000 muertes en todo el mundo.

La artemisinina también está presente en la artemisa(Artemisia vulgaris), aunque esta planta ha sido objeto de menos estudios científicos. No obstante, las investigaciones existentes confirman sus efectos antipalúdicos.

Un estudio de 2013 realizado por GS Bamunuarachchi y su equipo validó la actividad antiparasitaria de un extracto de hojas de Artemisia vulgaris en un modelo de malaria en ratones, similar a la causada por Plasmodium falciparum. El estudio también demostró la ausencia de toxicidad, sobre todo a nivel hepático, renal y hematológico.

En 2014, el mismo equipo realizó otro estudio para evaluar la eficacia antiparasitaria de un extracto de hojas deArtemisia vulgaris en un modelo de malaria en ratón. Esta vez con una forma grave de la enfermedad. Los resultados confirmaron el efecto antiparasitario. También destacaron un aumento de la supervivencia, una reducción de las formas graves de la enfermedad y la actividad antipirética del extracto de artemisa. Además, se observaron mejoras en las anomalías hematológicas asociadas a la enfermedad, sobre todo en lo que respecta a las plaquetas sanguíneas.

Aceite esencial de artemisa: ¿un arma antiviral contra el COVID-19?

Aunque la artemisa no se ha probado directamente, los estudios científicos se han centrado en laeficacia antivírica de la artemisinina. El objetivo de esta investigación era evaluar los efectos antivirales de la artemisinina y sus derivados, utilizados por la industria farmacéutica, sobre diversos virus ADN y ARN. Estos virus incluían el citomegalovirus humano, el virus del herpes simple humano, el virus de la hepatitis B, el virus de la hepatitis C, el virus de la inmunodeficiencia humana, el virus Zika y el poliomavirus.

Se han puesto en marcha estudios científicos para evaluar los efectos in vitro de la artemisinina y sus derivados sobre el SARS-CoV-2, el virus responsable de la pandemia Covid-19. Este enfoque parte de la sólida documentación de las propiedades antivirales de la artemisinina. Su objetivo es conocer mejor su potencial como tratamiento contra el coronavirus. Los primeros resultados han confirmado la actividad antivírica in vitro de la artemisinina y sus derivados contra el SARS-CoV-2. Aunque alentadores, estos resultados siguen siendo preliminares. Aunque alentadores, estos resultados siguen siendo preliminares, y se necesitan más investigaciones para profundizar en esta cuestión.

Artemisa: ¿un aliado en la lucha contra el cáncer?

La artemisa ha sido objeto de numerosos estudios comoagente anticancerígeno, tanto in vitro como en modelos animales. Estos estudios han arrojado resultados especialmente prometedores. Han revelado efectos anticancerígenos sobre varios tipos de células cancerosas, en particular las del colon, el hígado y los pulmones. También se han identificado parcialmente algunos de los mecanismos subyacentes. En consecuencia, la artemisa se ha convertido en una interesante vía de exploración para el desarrollo de nuevas moléculas en la quimioterapia del cáncer.

Por ejemplo, un estudio realizado por G. Lian y su equipo en 2018 confirmó que la aplicación de un extracto de Artemisia vulgaris a células de cáncer de colon producía efectos antitumorales. Estos efectos se manifestaron mediante la inducción de la autofagia, la supresión de la migración celular y la pérdida del potencial de membrana mitocondrial. Los mecanismos convergen hacia un efecto citotóxico del extracto de artemisa sobre las células cancerosas.

Estos resultados, aunque preliminares, allanan el camino para seguir explorando la artemisa como posible agente anticancerígeno. Sugieren su potencial como fuente de inspiración para el desarrollo de nuevas terapias en oncología.

¿Qué papel histórico ha desempeñado la artemisa a lo largo de los siglos?

Si nos fijamos únicamente en los últimos tres mil años, está claro que la carrera de la artemisa comenzó de forma bastante tímida. Los autores de la colección de tratados hipocráticos rara vez la mencionan. No obstante, le atribuyeron cierta importancia en el tratamiento de determinadas afecciones relacionadas con el útero, reconociendo su eficacia a este respecto. Hipócrates se atrevió incluso a reconocer su poder para expulsar la placenta. La artemisa esuna planta de la mujer (y en parte de la madre, pero no sólo), por lo que es un gran remedio ginecológico (del griego gunế, “mujer”).

¿Qué usos tenía la artemisa en la antigüedad?

La historia de la artemisa es muy antigua y está profundamente arraigada en las culturas de todo el mundo. Originaria de regiones templadas como Europa, Norteamérica y Asia, esta planta herbácea ha sido reconocida desde la Antigüedad. Los galos se referían a ella como “ponema “, mientras que el nombre de su género es una referencia a Artemisa, la diosa griega de la naturaleza y la caza, asociada a la feminidad y los asuntos de la mujer.

Según la leyenda, Artemisa descubrió la artemisa. Luego compartió la planta con el centauro Quirón, que la bautizó con el nombre de la diosa. Estas historias nos remiten a los inicios de la interacción entre el ser humano y la artemisa, una historia que se remonta a miles de años y sigue evolucionando.

Descubrimientos recientes también han arrojado nueva luz sobre esta relación. Por ejemplo, se han encontrado restos de artemisa en las proximidades del yacimiento de Lascaux, datados entre 18.000 y 17.000 a.C. Estos descubrimientos sugieren que los humanos y la artemisa han mantenido una relación durante casi 20.000 años.

La medicina griega (Dioscórides en el siglo I) y árabe-persa (Avicena en el siglo X) mencionan la artemisa para tratar diversas dolencias. Entre ellas, dolores de cabeza, resfriados, coriza y regulación de la menstruación.

Dioscórides y Plinio identificaron la artemisa con el nombre común de “Artemisia “. La planta se asocia a menudo con aplicaciones ginecológicas. Por ejemplo, se utilizaba para preparar a las mujeres para el parto y favorecer las contracciones uterinas. También gozaba de reputación por su eficacia en el tratamiento de la litiasis urinaria y como diurético.

Incluso los legionarios romanos conocían los beneficios de la artemisa. Solían introducir esta planta en sus zapatos para aliviar la fatiga asociada a la marcha.

La tradición médica china también adoptó la artemisa, utilizándola en forma de moxas. Estos palos de artemisa seca se quemaban cerca de los meridianos para calentar los puntos de acupuntura. Esta práctica se denomina moxibustión.

Así pues, la historia de la artemisa es una historia rica en cultura y tradición. Sigue revelando nuevas perspectivas sobre los beneficios de esta planta milenaria.

¿Cómo se utilizaba en la Edad Media?

La artemisa, también conocida comofireweed, tiene una historia rica y diversa de uso en diferentes culturas y épocas. Sus usos tradicionales se remontan a la Edad Media y más allá.

En la Edad Media, la artemisa se utilizaba para fabricar tinta de color bronce mezclando alumbre y sales de hierro. También la recomendaban médicos de renombre. En el siglo XIII, Ibn al Baytar la recomendaba para tratar los mareos y como vermífugo.

El nombrede “hierba de fuego” procede de una tradición medieval según la cual la artemisa se llevaba en rosarios (a menudo en asociación con la verbena) durante la fiesta de San Juan. Se creía que mirar a través de los aerosoles de artemisa mientras se llevaba el rosario protegería los ojos y la salud en general para el año siguiente. Se creía que la artemisa protegía de los malos espíritus, el veneno, el agua, el fuego y cualquier forma de mal.

Herb-aux-centgoûts, otro nombre dado a la artemisa, se remonta al siglo XII. Santa Hildegarda recomendaba cocinarla como verdura, ya que calmaba los intestinos enfermos y calentaba los estómagos fríos. También se utilizaba para tratar úlceras y heridas infectadas e inflamadas. A la artemisa se le reconocían propiedades ginecológicas y abortivas, como mencionaba laescuela de Salerno.

La artemisa tenía una amplia gama de usos, incluidos los rituales proféticos. Por ejemplo, la gente utilizaba la artemisa para predecir el rostro de su futuro prometido, pasando una ramita de artemisa por las llamas del fuego del solsticio de verano. La infusión de artemisa también se utilizaba para purificar las bolas de cristal y facilitar las adivinaciones.

En resumen, la artemisa ha sobrevivido a lo largo de los siglos como una planta con múltiples usos, entre ellos medicinales, mágicos y adivinatorios. Esto refleja su versatilidad e importancia en las culturas antiguas.

¿Qué decimos de ella en los tiempos modernos?

Los usos de la artemisa varían y tienen una larga historia en diferentes culturas. Los indios americanos suelen considerarla una forma de “salvia”. La utilizan principalmente para la purificación espiritual, para alejar los malos espíritus y las energías negativas.

También se atribuyen a la artemisa propiedades asociadas a la inducción de sueños lúcidos y viajes astrales. Se cree que fumar o consumir esta planta antes de dormir intensifica los sueños, refuerza su control y facilita su recuerdo. Las antiguas civilizaciones americanas, como los aztecas, la utilizaban con fines rituales y medicinales.

En la Normandía del siglo XVIII, la artemisa se utilizaba para teñir la lana en tonos “almizcle” y “oliva”. Sin embargo, esta planta no despertó mucho interés entre los tintoreros, a excepción de algunos usos en el norte de Europa.

Medicinalmente, la artemisa era conocida por sus propiedades estimulantes y antiespasmódicas. Su raíz se utilizaba desde el siglo XVI para tratar la histeria y la epilepsia. También se utilizaba para inducir la menstruación y combatir la clorosis. Médicos como Jean Fernel, Zacutus Lusitanus, Simon Paulli y otros apoyaron la eficacia de la raíz de artemisa contra la epilepsia, sobre todo entre los siglos XVI y XVIII.

A pesar de las opiniones encontradas, la artemisa ha conservado su reputación de planta de múltiples usos. Frecuentemente vinculada a rituales de purificación, protección contra influencias nocivas, estimulación de los sueños, aplicaciones como tintura y su uso en la medicina tradicional, la artemisa ha sido reconocida a lo largo de su historia como una planta importante para las mujeres y un tratamiento eficaz para diversas dolencias.

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