La tos ferina, también conocida como tos convulsa, es una infección bacteriana aguda de las vías respiratorias causada por la Bordetella pertussis. Esta enfermedad es especialmente peligrosa para lactantes y niños pequeños. Puede afectar a todos los grupos de edad. La tos ferina se manifiesta inicialmente con síntomas similares a los del resfriado común. Sin embargo, evolucionan rápidamente hacia ataques de tos violentos y característicos, seguidos de una inspiración ruidosa y sibilante. La vacunación es el medio de prevención más eficaz, pero siguen produciéndose epidemias esporádicas a medida que la inmunidad vacunal disminuye con el tiempo.
¿Cuál es el agente infeccioso responsable de la tos ferina?
La tosferina es una infección bacteriana muy contagiosa de las vías respiratorias bajas, con poca o ninguna fiebre . Está causada principalmente por Bordetella pertussis y a veces por Bordetella parapertussis. Se transmite por vía aérea, a menudo en el seno de la familia o en grupos, a través del contacto con una persona enferma que tose. Las gotas de saliva expulsadas al toser o estornudar propagan la bacteria. Una vez inhalada, la Bordetella pertussis se multiplica en el epitelio ciliado de los bronquios y la tráquea. A continuación, esta bacteria libera toxinas específicas que provocan los síntomas característicos.
En los adultos, una de cada tres toses crónicas no diagnosticadas suele deberse a la tos ferina. La Bordetella pertussis, un cocobacilo gramnegativo, fue descrita por primera vez por Jules Bordet en 1900. Se adhiere a las células ciliadas traqueales y sintetiza toxinas responsables de síntomas como la destrucción de las células ciliadas y laacumulación de mucosidad, lo que provoca tos prolongada sin fiebre.
Los niños en edad preescolar y escolar son las principales fuentes de infección, pero los adultos y los ancianos también pueden ser portadores sanos. Los factores de riesgo incluyen la proximidad a una persona infectada, especialmente en espacios reducidos. El contagio es mayor en la fase catarral (primera etapa) y disminuye tras cinco días de tratamiento antibiótico eficaz. Sin tratamiento, la fase contagiosa puede durar hasta tres semanas.
La tos ferina es especialmente peligrosa para los lactantes, los ancianos y las mujeres embarazadas. En las regiones donde los niños están vacunados, los adolescentes y adultos pueden transmitir la enfermedad a los lactantes que aún no han sido inmunizados. La tos ferina puede transmitirse de la madre al recién nacido después del parto por vía respiratoria.
¿Cuáles son los síntomas?
La tos ferina típica se presenta en tres fases distintas:
- Fasede incubación: Sin síntomas, esta fase dura de siete a veintiún días, con una media de diez días.
- Faseparoxística: Se caracteriza por una tos persistente, sin fiebre, que dura más de siete días. La tos se manifiesta en ataques repentinos y violentos, a menudo seguidos de vómitos y dificultades respiratorias. En los lactantes, puede producirse apnea y bradicardia, a veces acompañadas de cianosis. En adolescentes y adultos, los ataques son más frecuentes por la noche.
- Fase de convalecencia: Esta fase puede durar varias semanas. Los niños pequeños pueden desarrollar neumonía o afecciones neurológicas como convulsiones y encefalitis. En los lactantes, la tos ferina puede ser mortal, causando insuficiencia respiratoria o multiorgánica.
Si no se trata, los accesos de tos pueden durar hasta seis semanas. El contagio es mayor en la primera semana de tos. Disminuye tras tres semanas sin tratamiento o cinco días después de una terapia antibiótica eficaz.
Las complicaciones son graves en los lactantes (convulsiones, problemas cardíacos, dificultad respiratoria) y poco frecuentes en los adultos (infecciones de oído, neumonía). Las mujeres embarazadas pueden sufrir contracciones uterinas debido a los ataques de tos. La tos ferina es muy contagiosa, por lo que hay que prestar especial atención a la prevención y el tratamiento.
El diagnóstico de la tos ferina se basa en varios criterios. Clínicamente, es sospechosa una tos persistente de más de siete días que empeora y se vuelve paroxística. Desde el punto de vista biológico, se realiza un frotis nasofaríngeo seguido de un cultivo o PCR, sobre todo si la tos dura menos de tres semanas. Epidemiológicamente, la presencia de un caso primario en la familia o los amigos refuerza la sospecha de tos ferina. La PCR sigue siendo la prueba más sensible, y debe realizarse en cuanto aparezcan los primeros síntomas para un diagnóstico preciso.
¿Cuál es la situación en Francia?
Tras un llamamiento a la vigilancia en abril de 2024 en relación con el resurgimiento de la tos ferina en Europa y Francia en el primer trimestre de 2024, Santé publique France informa de una situación epidémica con una circulación muy importante de la bacteria en los primeros meses del año.
En el primer trimestre de 2024, se notificaron varios casos de conglomerados en comunidades de Francia, con un número de conglomerados superior al de todo el año 2023. En el espacio de unas semanas, siete regiones (Île-de-France, Bretagne, Pays de Loire, Auvergne Rhône-Alpes, Grand-Est, Occitanie y Nouvelle-Aquitaine) notificaron más de veinte con glomerados, principalmente en escuelas y guarderías.
A principios de junio de 2024, los indicadores de vigilancia de la tos ferina mostraron un resurgimiento de la enfermedad, con aumentos significativos. Santé publique France registró casi 7.000 PCR positivas durante los cinco primeros meses de 2024 (frente a 518 durante todo el año 2023). La red hospitalaria RENACOQ notificó 46 casos en lactantes menores de 12 meses (frente a 41 en 2023). Los datos de las redes OSCOUR y SOS Médecins muestran un marcado aumento de las visitas a urgencias y las hospitalizaciones por tos ferina, que se han multiplicado por siete entre la semana 11 y la 22.
En Europa, también se ha producido un aumento significativo del número de casos, con 32.037 casos notificados por el ECDC entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2024, frente a los 25.130 de 2023. La tos ferina evoluciona en ciclos de recrudecimiento cada tres a cinco años. El último ciclo en Francia data de 2017-2018. El inicio de este nuevo ciclo significa que el público en general y los profesionales sanitarios deben estar más concienciados sobre la enfermedad, especialmente antes de las grandes concentraciones estivales y de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.