La rapamicina es conocida por sus efectos inmunosupresores, pero también podría actuar como modulador inmunitario. Esta doble capacidad abre nuevas perspectivas para su uso en el rejuvenecimiento del sistema inmunitario. Al inhibir la vía mTOR, la rapamicina influye en varios procesos de envejecimiento, lo que ofrece un potencial significativo en el tratamiento de las enfermedades relacionadas con la edad.
Rapamicina y sus derivados: breve historia
La rapamicina, también conocida como sirolimus, se introdujo por primera vez en la década de 1990 por sus propiedades inmunosupresoras. Su uso se adoptó rápidamente en los trasplantes de órganos. Sin embargo, debido a su patente, su potencial comercial era limitado, lo que frenó el interés por profundizar en su investigación. Para ampliar su aplicación se desarrollaron los rapalogos, derivados de la rapamicina.
La rapamicina se une a la proteína FKBP12, formando un complejo que inhibe la diana de rapamicina en mamíferos(mTOR), concretamente el complejo mTORC1. Esta inhibición reduce la síntesis de proteínas y altera diversos procesos celulares, incluida la autofagia, una vía de degradación celular esencial para mantener la homeostasis celular.
Rapamicina y rejuvenecimiento inmunitario: lo que dice la ciencia
En 2009, un estudio pionero demostró que la rapamicina podía rejuvenecer el sistema inmunitario de ratones envejecidos. Los ratones tratados con rapamicina durante seis semanas antes de recibir una vacuna antigripal mostraron una protección comparable a la de los ratones jóvenes, lo que sugiere un restablecimiento de la función inmunitaria. Estudios realizados en otras especies animales, como levaduras, gusanos, moscas y peces, también han demostrado que la reducción de la señalización mTOR puede prolongar la vida útil hasta en un 60%.
Más concretamente, los ratones envejecidos no tratados mostraron una protección reducida tras la vacunación, con sólo un 30% de supervivencia tras la exposición a una dosis letal del virus de la gripe. En cambio, los ratones tratados con rapamicina tuvieron una tasa de supervivencia del 100%, similar a la de los ratones jóvenes vacunados. Esto demuestra que la rapamicina puede mejorar la respuesta inmunitaria de los ratones envejecidos, posiblemente restaurando funciones celulares esenciales alteradas por el envejecimiento.
Un estudio de Joan Mannick y sus colegas mostró resultados similares en humanos. Los ancianos a los que se administróeverolimus, un derivado de la rapamicina, mostraron una mejor respuesta a la vacunación contra la gripe. Otros estudios en humanos han demostrado que la rapamicina y sus derivados mejoran los parámetros fisiológicos asociados al envejecimiento en los sistemas inmunitario, cardiovascular e integumentario. Por ejemplo, en ensayos clínicos, los participantes mostraron una mayor respuesta inmunitaria, una reducción de la inflamación y una mejora de la salud cardiovascular sin efectos adversos graves.
Este estudio incluyó a 218 participantes mayores de 65 años, divididos en varios grupos que recibieron distintas dosis de everolimus o un placebo. Los resultados mostraron que los grupos que recibieron everolimus tuvieron respuestas inmunitarias significativamente mejores, medidas por títulos más altos de anticuerpos tras la vacunación.
Además, este estudio reveló que las dosis de everolimus administradas no inducían efectos secundarios significativos, con un perfil de tolerancia similar al del placebo. Esta ausencia de efectos secundarios notables es crucial, ya que refuerza la idea de que la rapamicina y sus derivados pueden utilizarse sin mayores riesgos en una población que envejece. Los resultados indican que la rapamicina podría utilizarse no sólo para mejorar la respuesta inmunitaria en los ancianos, sino también potencialmente para reducir la incidencia de infecciones en general, allanando el camino para nuevas e importantes aplicaciones clínicas.
Potencial terapéutico de la rapamicina
El potencial terapéutico de la rapamicina va más allá del simple rejuvenecimiento inmunitario. Al reducir la inflamación estéril crónica y modular la respuesta inmunitaria, la rapamicina podría mejorar la resistencia a las infecciones y aumentar la longevidad. Los estudios también han sugerido que la rapamicina puede tener efectos beneficiosos en otros sistemas orgánicos, como el corazón, el cerebro y el hígado. Por ejemplo, los ensayos clínicos han demostrado mejoras significativas en la función cardiaca y una reducción de los daños causados por el envejecimiento, así como un aumento de la neurogénesis y protección contra las enfermedades neurodegenerativas.
La inflamación estéril crónica, sello distintivo del envejecimiento, se asocia a muchas enfermedades degenerativas y a un deterioro general de la salud. Al actuar sobre esta inflamación, la rapamicina puede retrasar la aparición de estas enfermedades y mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
Además, estudios preliminares sugieren que la rapamicina puede tener efectos beneficiosos en otros sistemas orgánicos, como el corazón, el cerebro y el hígado. En el corazón, por ejemplo, la rapamicina ha demostrado efectos cardioprotectores al mejorar la función cardiaca y reducir los daños causados por el envejecimiento. En el cerebro, podría promover la neurogénesis y mejorar la función cognitiva, reduciendo potencialmente el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Por último, en el hígado, la rapamicina podría mejorar la regeneración hepática y proteger contra las enfermedades hepáticas relacionadas con la edad.
Estos descubrimientos abren interesantes perspectivas para el uso clínico de la rapamicina en el envejecimiento y las enfermedades relacionadas con la edad. Sin embargo, es crucial seguir investigando para comprender mejor los mecanismos de acción de la rapamicina y optimizar los protocolos de tratamiento a fin de maximizar los beneficios terapéuticos y minimizar al mismo tiempo los posibles riesgos. Los estudios a largo plazo son esenciales para evaluar los efectos duraderos y la seguridad de la rapamicina y sus derivados, sobre todo en sistemas de órganos que aún no se han estudiado.
Fuentes
- Targeting ageing with rapamycin and its derivatives in humans: a systematic review (en inglés)
- El papel de la rapamicina en la prolongación de la esperanza de vida mediante el retraso del envejecimiento orgánico