Vid roja: la planta para las piernas ligeras

La vid roja(Vitis vinifera L.), miembro de la familia Vitaceae, es una planta ampliamente cultivada en todo el mundo, principalmente para la producción de vino y uva de mesa. Sin embargo, además de su importante función económica en la industria vitivinícola, la vid roja ha despertado un creciente interés por sus propiedades terapéuticas y medicinales. Las hojas de la vid roja concentran compuestos fenólicos, en particular flavonoides y antocianinas, reconocidos por sus efectos antioxidantes, antiinflamatorios y venotónicos. La fitoterapia utiliza desde hace mucho tiempo estos compuestos bioactivos para tratar los trastornos de la circulación venosa, en particular la insuficiencia venosa crónica, caracterizada por una mala circulación sanguínea en las piernas.

¿Qué es la vid roja?

La Vitis vinifera, comúnmente conocida como vid cultivada, pertenece a la familia de las Vitáceas y procede de las regiones templadas del Viejo Mundo, que se extienden desde el sudeste de Europa hasta Asia central. En la actualidad, se cultiva en todos los continentes excepto en la Antártida. Esta planta trepadora se aferra a sus soportes mediante zarcillos, y sus tallos pueden alcanzar los seis metros de longitud. La vid se cultiva principalmente por su fruto en racimos, la uva, que puede consumirse fresca, seca o fermentada para producir vino.

Es la principal especie de vid en Europa y en todo el mundo, con una gran variedad de cepas como Cabernet, Merlot y Sauvignon. Las raíces de la vid pueden penetrar hasta 15 metros de profundidad. La morfología de las hojas y los frutos varía considerablemente de una variedad a otra, por lo que se utiliza la ampelografía para identificar las variedades.

Las hojas caducas y las flores verdosas de la vid dan lugar a bayas agrupadas en racimos, cuyo color varía según la subespecie. En fitoterapia, la vid roja se utiliza por sus propiedades astringentes y antiinflamatorias, debidas principalmente a la presencia de antocianinas y flavonoides. Estos compuestos mejoran el tono venoso y se utilizan para tratar trastornos circulatorios como varices, hemorroides y rosácea.

¿Qué contiene?

La vid roja es rica en taninos, flavonoides (quercetina, kaempferol), antocianósidos, ácidos orgánicos (málico, tartárico) y resveratrol, que le confieren interesantes propiedades farmacológicas. Como factores de vitamina P, las antocianinas protegen y tonifican los capilares y las venas, por lo que son ideales para tratar trastornos venosos como las varices, la rosácea y la pesadez de piernas.

Las hojas de vid roja, ricas en polifenoles y flavonoides, sobre todo quercetol y kaempferol, tienen un efecto astringente y protector de los pequeños vasos sanguíneos, reduciendo los edemas. Las semillas contienen oligo-proantocianidinas (OPC), potentes antioxidantes que desempeñan un papel clave en la prevención de las enfermedades cardiovasculares y el tratamiento de los edemas.

La piel de las uvas rojas es especialmente rica en resveratrol, un compuesto con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerígenas. Interviene en la protección vascular y en la lucha contra el síndrome metabólico y la diabetes. Se ha demostrado que los extractos de resveratrol, también presentes en el vino tinto, ralentizan el proceso de envejecimiento y reducen el riesgo cardiovascular.

En consecuencia, la vid roja y sus componentes bioactivos ofrecen una amplia gama de aplicaciones terapéuticas, sobre todo en fitoterapia, para reforzar el sistema vascular y mejorar la circulación sanguínea.

¿Cuáles son sus propiedades?

La vid roja tiene efectos protectores y estimulantes sobre los pequeños vasos sanguíneos, reduciendo eficazmente los edemas. La Agencia Europea del Medicamento reconoce el uso bien establecido de sus hojas en el tratamiento de la insuficiencia venosa crónica, caracterizada por síntomas como varices, sensación de piernas pesadas, fatiga, calambres y picores. Las hojas de vid roja también se utilizan tradicionalmente para aliviar las hemorroides y tratar la fragilidad capilar.

Las hojas, ricas en antocianósidos y flavonoides (quercetina, kaempferol), tienen propiedades similares a las de la vitamina P, refuerzan las paredes de los vasos sanguíneos y reducen la hinchazón. Los estudios en animales han demostrado que los extractos de vid roja refuerzan las fibras de colágeno de los capilares, mejorando su resistencia.

Las semillas de vid roja contienen oligo-proantocianidinas (OPC), que tienen propiedades antioxidantes y protegen las células contra la oxidación. Estos compuestos se están estudiando en particular para prevenir las enfermedades cardiovasculares y reducir los edemas postoperatorios.

La piel de las uvas rojas es rica en resveratrol, un potente antioxidante y antiinflamatorio. Este compuesto se utiliza para prevenir enfermedades metabólicas y trastornos relacionados con el envejecimiento. Los productos a base de vid roja, en diversas formas galénicas, son eficaces en el tratamiento de los trastornos circulatorios venosos y capilares.

¿Cómo debe utilizarse?

La vid roja se utiliza en diversas formas en fitoterapia, como infusiones, preparados sólidos para uso oral y cremas semisólidas para uso cutáneo. La dosis recomendada para adultos oscila entre 360 y 720 mg de extracto seco por vía oral, con una duración recomendada de 12 semanas. Puede ser necesario esperar hasta 4 semanas para observar los primeros efectos beneficiosos.

Para tratar la insuficiencia venosa, se recomiendan varias formas de administración:

  • En tisana, infusión de 5 a 10 g de hojas secas de vid roja en 250 ml de agua, dos veces al día.
  • Como crema de extracto suave (282 mg por 10 g de crema), aplicar una fina capa sobre la zona afectada, de una a tres veces al día.
  • Como extracto seco, tomar de 270 a 350 mg por vía oral, de tres a cinco veces al día, durante un período de tratamiento de cuatro semanas.

Para el tratamiento de las hemorroides o la fragilidad capilar, se utilizan la misma tisana y el mismo extracto seco, con un periodo de tratamiento recomendado de una semana.

Los productos a base de vid roja están disponibles en polvo, cápsulas, extractos secos o líquidos, o cremas. Las variaciones en la composición obligan a elegir productos estandarizados para garantizar una concentración constante de principios activos. Respetar la posología recomendada por el fabricante garantiza la eficacia del tratamiento.

¿Cuáles son las precauciones de empleo?

Las hojas de vid roja tienen una contraindicación principal: la hipersensibilidad al principio activo. Los niños menores de 18 años, así como las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, no deben utilizarlo, a falta de datos suficientes sobre su seguridad. Los efectos secundarios incluyen náuseas, problemas gastrointestinales, dolores de cabeza, mareos y reacciones cutáneas como picor, urticaria o eritema.

En dosis elevadas, las proantocianidinas de la vid roja podrían interactuar con plantas o medicamentos con efectos anticoagulantes, como el ajo, el ginseng o la warfarina. El resveratrol presente en la vid roja tiene propiedades hormonales, por lo que se recomienda evitar esta planta a las personas con antecedentes de cáncer hormonodependiente.

En cuanto a las interacciones medicamentosas, evite combinar la vid roja con anticoagulantes, antiinflamatorios o suplementos dietéticos ricos en omega-3. Además, es esencial dejar de tomar vid roja 15 días antes de una intervención quirúrgica para evitar cualquier riesgo de hemorragia.

La aplicación de vid roja sobre la piel dañada es arriesgada y requiere consulta médica en caso de problemas graves como tromboflebitis, dolores intensos o úlceras en las piernas.

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