Evitar la obesidad: consejos para preparar la merienda de nuestros hijos

Para evitar la creciente epidemia deobesidad infantilpara evitar la creciente epidemia de obesidad, es importante fijarse en lo que nuestros hijos deben comer en lugar de centrarse en lo que no deben comer. De hecho, centrarse en las privaciones no es la mejor estrategia ni para un niño ni para un adulto.

¿Cuál es la merienda ideal para mi hijo?

Muchos padres piensan que el viejo adagio “no picar entre horas” sigue siendo válido para los niños. De hecho, los investigadores han demostrado que este viejo consejo no debería aplicarse ni siquiera a los adultos. En definitiva, reducir el número de calorías consumidas en un día es una buena idea. Sin embargo, suprimir los tentempiés y comer sólo a la hora de las comidas puede hacer que los niveles de azúcar en sangre disminuyan y puede animar a su hijo a comer en exceso durante las comidas. Por lo tanto, dar un bocadillo a tu hijo es algo bueno, siempre que los alimentos elegidos sean saludables. De hecho, si quieres optimizar el equilibrio nutricional de las meriendas de tu hijo, planifícalas con antelación en lugar de esperar hasta el último momento. Aquí tienes algunos ejemplos de aperitivos saludables para tu hijo:

  • Fruta fresca
  • Smoothies
  • Verduras crudas
  • Yogur
  • Nueces
  • Tartas caseras

Aquí tienes un ejemplo de merienda que puedes preparar para tu hijo cada día:

Fruta fresca o compota con frutos secos, avellanas, almendras o pistachos (puedes sustituirlos por un puré de semillas oleaginosas, que puedes comprar en bote o hacer tú mismo si tienes un robot de cocina). Puedes optar por serviragua, zumo de frutas o una bebida vegetal. Por último, evita dar a tu hijo alimentos demasiado grasos o demasiado dulces. ¡Es mejor tener una dietaequilibrada!

Cómo ayudar a nuestros hijos a tener una relación sana con la comida

En primer lugar, se trata de establecer un clima sano, equilibrado y flexible en torno a la alimentación.

No hay alimentos “buenos” o “malos”

No es necesario poner restricciones para ayudar a nuestros hijos a desarrollar una relación sana con la comida. Por supuesto, esto no se aplica a las alergias o intolerancias, ni a las creencias religiosas y culturales. De hecho, ningún alimento debería estar prohibido. Etiquetas como “comida basura”, “buena” o “mala”, “sana” o “insana”, pueden llevar a las personas a restringirse, a comer a escondidas o a abusar de alimentos que consideran prohibidos. A veces los padres, con la mejor intención, evitan dar dulces (caramelos, refrescos) en casa. Esto crea una sensación de prohibición. Desgraciadamente, esto puede llevar a los niños a excederse en las raras ocasiones en que tienen la oportunidad de consumir esos alimentos y a sentirse culpables. Además, este es un patrón que puede continuar fácilmente en la edad adulta. En conclusión, crear una categoría de alimentos que “nunca se coman” nunca es una buena idea, como tampoco lo es poner a los niñosa dieta.

Involucra a tus hijos en la elaboración de la merienda

Cuando los niños participan en la compra y la preparación de las comidas, suelen interesarse por una gran variedad de alimentos. Como resultado, se sienten orgullosos y dueños cuando comen una comida, un plato o un pastel que han ayudado a preparar de principio a fin. También ofrece la oportunidad de hablar con los niños sobre una relación sana y flexible con la comida. Por ejemplo, puedes indicarle a tu hijo que un plato equilibrado suele ser tan colorido como un arco iris. Explica a los niños que los diferentes colores de los alimentos están asociados a sus vitaminas.

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