Tratar la halitosis (mal aliento) de forma natural

La halitosis es especialmente frecuente si se bebe poco, se tienen dificultades para digerir o se toman medicamentos. “Halitosis” es el término científico que designa el mal aliento o la emisión de olores desagradables a través del alientoolores desagradables ya sean de origen oral o nasal. Sin embargo, la noción de “olor desagradable” varía según la cultura, la época y las sensibilidades individuales. En nuestra sociedad, este trastorno se considera una desventaja que puede obstaculizar el desarrollo de relaciones sociales armoniosas.

La halitosis, comúnmente conocida como mal aliento, puede ser una fuente de vergüenza para muchas personas. Se caracteriza por un aliento desagradable y puede deberse a diversos factores. Sin embargo, existen formas naturales de tratar la halitosis y recuperar un aliento fresco y agradable.

¿Cómo se desarrolla la halitosis?

La halitosis suele deberse a la fermentación de partículas de alimentos por bacterias anaerobias Gram negativas presentes en la boca. Esto produce compuestos volátiles de azufre como el ácido sulfhídrico y el metilmercaptano. Las bacterias implicadas pueden estar presentes en zonas de enfermedad periodontal, sobre todo donde hay ulceración o necrosis. Los microorganismos responsables residen en las bolsas periodontales profundas alrededor de los dientes. Si el tejido periodontal está sano, estas bacterias pueden proliferar en el dorso de la lengua.

¿Qué factores contribuyen a la halitosis?

Entre los factores que contribuyen al crecimiento excesivo de las bacterias responsables se encuentran la reducción del flujo salival(patología parotídea, síndrome de Sjögren, agentes anticolinérgicos), el estancamiento salival y el aumento del pH salival.

Tras la digestión, ciertos alimentos o especias liberan su olor en los pulmones; el olor exhalado puede resultar desagradable para quienes le rodean. Por ejemplo, el olor del ajo puede detectarse en el aliento 2 o 3 horas después de su consumo, mucho después de que el ajo haya desaparecido de la cavidad bucal.

¿Cuáles son las causas de la halitosis?

Algunas de las principales causas de la halitosis son una higiene bucal deficiente, una dieta inadecuada y la presencia de afecciones médicas subyacentes.

Lascausas más comunes son

  • Enfermedad de las encías o enfermedad periodontal
  • Fumar
  • Ingesta de alimentos que contienen un compuesto volátil

Los trastornos gastrointestinales rara vez causan halitosis porque el esófago está normalmente cerrado. Es erróneo pensar que los olores del aliento reflejan el estado de la digestión y la función intestinal.

Otros olores anormales del aliento :

Varias enfermedades generales son responsables de la producción de sustancias volátiles detectables en el aliento, aunque no causan los olores particularmente fétidos y desagradables de la halitosis. La cetoacidosis diabética produce un olor a acetona dulce o afrutado; la insuficiencia hepática produce un ligero olor sulfuroso; y la insuficiencia renal produce un olor a orina o amoníaco.

Entre las patologías no orales identificadas como factores inductores de la halitosis figuran las otorrinolaringológicas, las infecciones del tracto gastrointestinal y de las vías respiratorias altas y bajas, y determinadas enfermedades metabólicas, psicológicas o iatrogénicas. Las principales patologías gastrointestinales son la enfermedad por reflujo gastroesofágico, el divertículo de Zenker, la acalasia, el cáncer de esófago, laúlcera péptica, la estenosis pilórica y la infección gástrica por Helicobacter pylori (H. pylori).

Consejos naturópatas para la halitosis

Si tiene mal aliento, adopte una higiene bucal impecable: cepíllese los dientes al menos dos veces al día, utilice hilo dental o cepillos interdentales al menos una vez al día. Cepíllese la lengua todos los días, o incluso dos veces al día, de atrás hacia delante, con un cepillo suave empapado en un colutorio de clorhexidina. Estimule la salivación chupando caramelos de menta sin azúcar o masticando chicles sin azúcar. Beber al menos litro y medio de agua al día.

Otras medidas de higiene alimentaria también pueden ser útiles en caso de mal aliento:

  • Si llevas aparatos removibles, quítatelos después de cada comida y cepíllatelos con un cepillo de dientes reservado para este fin.
  • Comer con regularidad: masticar y tragar limpian la boca, estimulan la salivación y evitan los malos olores y la cetosis.
  • Seguir una dieta equilibrada, reduciendo los alimentos que pueden provocar mal aliento.
  • Puede ser útil enjuagarse la boca con un colutorio antiséptico, preferiblemente sin alcohol, ya que reseca las mucosas. El uso de colutorios no debe prolongarse sin el consejo de su dentista. Una buena higiene bucal también significa un aliento fresco.
  • Si tiene tendencia a tener mal aliento, desconfíe de alimentos como el ajo o la cebolla, así como del alcohol.

Para el mal aliento se recomiendan numerosos productos parafarmacéuticos. Se trata de colutorios, dentífricos, pastillas y sprays bucales. Suelen contener extractos de plantas para neutralizar los compuestos sulfurosos malolientes o refrescar el aliento.

¿Qué plantas medicinales deben utilizarse para combatir el mal aliento?

Hay muchas soluciones terapéuticas, la mayoría curativas, pero todas dependen de la causa.

Algunas plantas tienen fama de neutralizar los compuestos azufrados responsables del mal aliento: perejil, menta, albahaca, cilantro y anís verde, por ejemplo. Masticar las hojas o semillas de estas plantas puede devolver el aliento fresco. Los restaurantes indios ofrecen sistemáticamente una mezcla de estas semillas al final de la comida.

También se dice que los plátanos y el kiwi ayudan a combatir los problemas de aliento.

Ailanthe:

Indicaciones homeopáticas: angina de pecho grave, infecciones malignas, mucosas cianóticas, aliento fétido.

Aceite esencial de apio:

El aceite esencial de apio está especialmente recomendado en casos de mal aliento, insuficiencias hepáticas leves y flatulencias.

Esencia de cáscara de limón :

El limón se recomienda para los problemas digestivos, hepáticos y pancreáticos, así como para el mal aliento.

Literatura médica y ensayos clínicos:

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