¿Qué deben saber los consumidores sobre los complementos alimenticios?
En estos días, es común tomar complementos alimenticios. Esto es para mantener y fortalecer la salud en general.
Pero también por motivos más concretos como:
- Asegurar las ingestas nutricionales recomendadas (ANC);
- Compensar los malos hábitos alimenticios;
- Prevenir un riesgo permanente o temporal de deficiencias;
- Abordar las posibles deficiencias graves en el contexto de una dieta restrictiva;
- Corregir una deficiencia diagnosticada;
- Fortalecer el sistema inmunológico para resistir mejor y, si es necesario, combatir posibles enfermedades;
- Gana tono y vitalidad;
- Promover el aumento de masa o la pérdida de peso;
- Impulsa determinadas funciones corporales como la digestión, el tránsito intestinal, el proceso de curación, etc.
Los complementos alimenticios orgánicos o sintetizados químicamente ofrecen innegables beneficios para la salud. Sin embargo, estos productos no pueden garantizar la seguridad alimentaria. Además, en algunas circunstancias, el uso indebido de suplementos podría incluso provocar efectos no deseados.
Además, tenga en cuenta que la adición de suplementos a la dieta nunca debe ser sistemática. Se realiza por consejo médico, en función de tu estado de salud y tus hábitos alimentarios. Además, antes de elegir un complemento alimenticio, debe consultar a su farmacéutico o médico. Son los profesionales sanitarios más capaces de identificar y comprender sus necesidades. Y si es necesario, le indicará la suplementación adecuada para prevenir o corregir una deficiencia nutricional.
¿Qué es un suplemento dietético y cuáles son los beneficios de consumirlo?
Los complementos alimenticios orgánicos o sintetizados químicamente son fuentes concentradas de uno o más nutrientes. Están destinados a apoyar los aportes nutricionales y / o fisiológicos que aporta la dieta.
Generalmente se presentan en forma medicinal (comprimidos, cápsulas, sobres de polvo, soluciones bebibles en ampolla o en frasco con gotero, etc.). Pero también pueden ser cápsulas vegetales, por lo tanto a base de plantas, o incluso preparaciones a base de hierbas que se venden en herbolarios y que se consumen con mayor frecuencia como té de hierbas. Y cualquiera que sea su forma, se venden sin receta en farmacias y droguerías. Sin embargo, no tienen propensión a tratar o curar una enfermedad. Por otro lado, varios estudios epidemiológicos y experimentales han demostrado el valor preventivo de los complementos nutricionales.
Aún así, como sugiere su nombre, los complementos alimenticios enriquecen los alimentos y no pueden reemplazarlos de ninguna manera. Además, tenga cuidado con su uso, que requiere algunas precauciones. En particular, debe evitarse la sobredosis. Porque un exceso de vitaminas y minerales puede provocar trastornos funcionales. Por eso es fundamental consultar a su farmacéutico antes de tomar cualquier suplemento dietético. Si es necesario, se le recomendarán para mantener su metabolismo en equilibrio proporcionándole la cantidad adecuada de nutrientes esenciales. Precisamente, cuando las comidas diarias no cubren dichas necesidades.
De hecho, solo una dieta variada puede cubrir el ANC. Además, los complementos alimenticios se utilizan de forma ad hoc para satisfacer una necesidad específica. Como recordatorio, la comida suficiente es saludable y equilibrada; distribuido adecuadamente a lo largo del día; y que aporta todas las calorías y nutrientes que el organismo necesita a diario: lípidos, carbohidratos, proteínas, pero también vitaminas y oligoelementos. Además, una dieta diversificada que incluya cereales, frutas, verduras, carne, pescado, huevos y productos lácteos aporta todos estos elementos en cantidad suficiente para los adultos.
¿Existe algún riesgo asociado con el uso de suplementos dietéticos?
El análisis de los hábitos alimentarios y la ingesta nutricional correspondiente debe ser un requisito previo para la ingesta de cualquier suplemento dietético. El objetivo es detectar posibles déficits, pero también sobrecargas. Además, puede haber una interacción entre los ingredientes activos de las sustancias suplementarias y el tratamiento farmacológico en curso. Esto lo expone a posibles efectos secundarios que a menudo son molestos. Una vez más, su farmacéutico está en la mejor posición para identificar el riesgo potencial de correlación.
Además, se requiere la mayor vigilancia y requiere imperativamente asesoramiento médico en caso de:
- Embarazo y lactancia
- Tomar ciertos medicamentos de forma temporal o prolongada.
- Enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión arterial, enfermedades del corazón …
- Enfermedad renal o hepática
- Colesterol alto
- Osteoporosis
- Trastornos intestinales
No es raro que los médicos remitan a los pacientes a su farmacéutico para obtener información específica sobre las sustancias utilizadas y las posibles interacciones. Por ejemplo, un suplemento de magnesio recetado para la falta de sueño o un calambre muscular puede empeorar a una persona con un problema renal. Asimismo, una ingesta excesiva de vitamina E puede perjudicar a un paciente propenso a la patología cardíaca.
Por todos estos motivos, el papel de su farmacéutico es fundamental en la elección de sus complementos alimenticios. Conocedor de los últimos avances en productos farmacéuticos, ¡podrá brindarte los mejores consejos! También es el profesional más indicado para ahorrarte molestias o incluso complicaciones de salud.