Cómo tratar con los remedios herbarios y la medicina herbaria

La fitoterapia ofrece soluciones para tratarse con plantas. Ya sea para dormir mejor o para adelgazar, la fitoterapia -el uso de plantas medicinales- es una forma natural de tratar los problemas cotidianos. Es a la vez una alternativa y una solución complementaria a los tratamientos médicos convencionales, cada vez más populares y cuya eficacia está cada vez más reconocida. Este artículo examina las diferentes formas de utilizar las plantas medicinales: tisanas, polvos y extractos de plantas, tinturas madre, etc

“Las plantas medicinales se utilizan para tratar “patologías menores”. A partir de cierto punto, hay que saber entregarse a un profesional de la salud, un médico o un farmacéutico, que son los únicos que pueden hacer un diagnóstico y prescribir un tratamiento con medicamentos”- Olivier Escuder, investigador del Muséum national d’Histoire naturelle

Tisanas

La tisana, definida por la Farmacopea francesa como una mezcla de plantas para preparados oficinales, normaliza estos preparados. Incluye tres apéndices: listas de plantas medicinales y drogas vegetales para mejorar el sabor y el aspecto de las tisanas. Las mezclas consisten en drogas vegetales para su uso en tisanas. Las normas son estrictas: no más de 10 plantas medicinales, cinco de ellas activas en un 10% del peso total, tres para mejorar el sabor (máximo 15%) y dos para mejorar el aspecto (máximo 10%).

Las drogas activas deben tener propiedades medicinales similares o complementarias y métodos de preparación idénticos (maceración, infusión, decocción). No deben combinarse fármacos con diferentes grados de fragmentación, y las mezclas deben almacenarse en un lugar seco, al abrigo de la luz, dependiendo el almacenamiento de cuál de los fármacos tiene una vida útil más corta.

La EMA y el HMPC, a través del “Glosario sobre infusiones”, están normalizando el léxico de las infusiones medicinales. Se centran en los medicamentos a base de plantas (HMP) y los medicamentos tradicionales a base de plantas (THMP), haciendo hincapié en la importancia de los métodos de preparación. Las monografías comunitarias creadas por el HMPC especifican la posología y el método de administración.

Según la EMA, las tisanas son preparados acuosos orales (decocciones, infusiones, maceraciones). El documento del CMBP armoniza los términos para la preparación de tisanas medicinales, a falta de directrices existentes. Debe consultarse junto con la legislación sobre monografías comunitarias y listas de sustancias vegetales.

Las tisanas liberan diversos componentes de la planta en el medio acuoso. Puede tratarse de compuestos polifenólicos (ácidos fenólicos, flavonoides, taninos catequicos o gálicos, antocianósidos), mucílagos, sales minerales, oligoelementos, vitaminas B1, B2 y C, y fitohormonas.

Infusión

Los primeros vestigios de tisanas se remontan al siglo V a.C., cuando Hipócrates elogiaba el “ptisanè”, una decocción de cebada descascarillada. Hoy en día, la tisana es una forma líquida, caliente o fría, en la que una o varias plantas secas se ponen en contacto con agua a una temperatura variable. El preparado filtrado contiene los principios hidrosolubles de las plantas.

En Francia, el método más común es la infusión. Consiste en verter agua hirviendo sobre la droga fragmentada y dejarla enfriar. Cada libro de fitoterapia propone métodos diferentes. La infusión es adecuada para las drogas frágiles y ricas en aceites esenciales.

Una infusión se hace generalmente con las flores y las hojas de las plantas, pero en algunos casos también es posible infusionar raíces y cortezas. El principio es sencillo: se vierte agua hirviendo sobre la planta (aproximadamente una cucharadita de planta por taza) y se deja en infusión entre diez y veinte minutos. La infusión puede conservarse en el frigorífico hasta 48 horas. En principio, es preferible no endulzar las infusiones. Como no todas las plantas son igual de agradables al gusto, puedes endulzar tu t isana con una cucharada de miel.

Decocción

Las decocciones son más adecuadas para las partes subterráneas de las plantas, como las raíces y la corteza, que tienen dificultades para liberar sus principios activos cuando se infusionan. Plantas como el regaliz, el ginseng y el diente de león suelen tomarse en decocción. Este método extrae las propiedades de las plantas cociéndolas a fuego lento en agua hirviendo. Utilice una cucharada de hierbas por taza.

Pica o tritura las plantas con una batidora o un molinillo de café. A continuación, colóquelas en un cazo, cúbralas con agua fría, llévelas a ebullición y cuézalas a fuego lento durante unos veinte minutos hasta que el líquido se haya reducido a un tercio. Dejar infusionar y enfriar durante una hora antes de colar. Conservar la decocción en el frigorífico durante tres días.

La técnica de la decocción consiste en mantener las plantas en ebullición entre 15 y 30 minutos, lo que resulta eficaz para extraer los componentes activos de las partes resistentes de las plantas, como las raíces, los rizomas y la corteza. Para las plantas medicinales leñosas, siga estos pasos:

  • Poner 1 cucharada (de 5 a 8 g) de planta en un cazo de acero inoxidable.
  • Añadir 500 ml de agua y llevar a ebullición.
  • Cocer a fuego lento de 5 a 30 minutos, tapado para evitar la evaporación.
  • Colar y consumir la decocción, azucarada o no, en un plazo de 24 horas, caliente pero refrigerada.

La decocción tarda de 15 a 30 minutos. Después de hervir, filtrar tras un breve reposo. Una alternativa es echar la planta en el agua hirviendo. Este método, aunque eficaz para plantas duras, puede destruir ciertos componentes. La decocción puede utilizarse para infusionar otras plantas.

Maceración

La maceración de plantas medicinales es un método sencillo y eficaz de crear remedios naturales. Consiste en sumergir la droga vegetal, fresca o seca, en un líquido como agua o alcohol, a temperatura ambiente (unos 25°C), durante al menos 30 minutos. Las hojas, flores, semillas y partes blandas maceran entre 10 y 12 horas, mientras que los tallos picados, la corteza y las raíces blandas lo hacen entre 16 y 18 horas. Las partes duras maceran entre 22 y 24 horas antes de filtrarse.

Este método conserva las sales minerales y las vitaminas de las plantas. A menudo se utilizan plantas como la manzanilla, el tomillo, la lavanda, la caléndula y la menta piperita, con diversas propiedades terapéuticas. Las maceraciones alcohólicas son más concentradas y fuertes, por lo que es importante respetar la dosificación.

Hacer maceraciones en casa contribuye al bienestar natural y puede aliviar muchas dolencias comunes. Sin embargo, es aconsejable consultar a un profesional de la salud antes de utilizarlas. La maceración consiste en sumergir las plantas en agua fría durante varias horas, con dosis precisas en función del volumen de agua. También puede hacerse en alcohol, glicerina u otros disolventes.

La maceración a temperatura ambiente dura entre 30 minutos y 48 horas. En el caso de las infusiones, el disolvente utilizado es el agua. Este método suave es adecuado para los principios activos termolábiles y permite excluir ciertos componentes indeseables. El macerado obtenido se consume el mismo día.

Las desventajas son el riesgo de contaminación bacteriana en ausencia de ebullición, los tiempos de preparación más largos y el tiempo de conservación limitado. La maceración también se utiliza para preparar otras formas fitogénicas con distintos disolventes como el vino, el aceite, el alcohol o la glicerina.

Otros métodos

La digestión, poco practicada, consiste en mantener una droga vegetal en contacto con agua potable a una temperatura inferior a la de ebullición, pero superior a la temperatura ambiente, durante un período de 1 a 5 horas. Se trata, de hecho, de una forma de maceración en caliente. Este proceso se utiliza raramente, salvo en el caso de algunas plantas como la raíz de Polygala de Virginia (Polygala senega L.), conocida por sus efectos antitusígenos, antiinflamatorios, bronquiales y diuréticos, o el rizoma de Valeriana officinalis (Valeriana officinalis L.), utilizado contra la agitación nerviosa, la ansiedad y los trastornos del sueño.

La lixiviación también es una forma poco habitual de tisana. Se trata de una técnica de extracción de productos solubles que consiste en dejar que el agua fluya lentamente, por gravedad, a través de un sólido en polvo: la droga vegetal. El líquido arrastra entonces los principios activos solubles. Este principio es similar al de una cafetera, que produce un líquido llamado lixiviado.

Tinturas

Las tinturas presentan dos ventajas principales: pueden conservarse hasta tres años y los principios activos vegetales que contienen son absorbidos rápidamente por el organismo. El principio de las tinturas es capturar los principios activos de la planta macerándolos, normalmente en alcohol. Se puede utilizar alcohol etílico de venta en farmacias, pero también vodka. Las plantas se maceran en alcohol de 60° o en una mezcla de alcohol y agua, durante varias semanas (entre dos y cinco).

El producto resultante se denomina tintura madre. Es mejor macerar plantas secas, ya que algunas frescas pueden ser tóxicas. Coloca las plantas en un tarro de cristal y vierte sobre ellas el alcohol (o la mezcla de alcohol y agua). Cierra el tarro y guárdalo en un lugar fresco durante unas semanas, agitándolo de vez en cuando. A continuación, filtra la mezcla y viértela en una jarra antes de verter el líquido en pequeñas botellas y etiquetarlas. Si la tintura tiene más de tres años, hay que volver a filtrarla.

Ejemplo de utilización: 200 gramos de hierbas frescas o 40 gramos de hierbas secas para un litro de una mezcla de agua y alcohol de 25°. Para obtener alcohol de 25° a partir de vodka de 40°, añada 37,5 cl de agua a 60 cl de alcohol.

También se pueden triturar las plantas en un disolvente, contando cinco volúmenes de disolvente líquido para el equivalente de un volumen en peso seco de plantas. Ponga la mezcla en una batidora y déjela macerar durante varias semanas, removiendo a diario. A continuación, filtrar la mezcla y guardarla preferiblemente en un frasco de vidrio tintado: la luz puede alterar los principios activos contenidos en la tintura. Mantenga el frasco protegido de la luz y el calor.

Infusiones de aceite

Las infusiones de aceites medicinales son un arte milenario que combina los beneficios de la naturaleza con la sabiduría de la medicina tradicional. La esencia de este arte reside en la capacidad de los aceites para captar la esencia y las propiedades terapéuticas de diversas plantas y hierbas. Estos preparados oleosos, obtenidos mediante la infusión de materias vegetales en aceites portadores, ofrecen un método suave y natural de apoyo a la salud y el bienestar.

A lo largo de los siglos, muchas culturas han desarrollado sus propias técnicas y recetas de infusión, aprovechando la riqueza de las plantas locales para crear remedios contra multitud de dolencias. Las infusiones de aceites medicinales se han convertido en una parte esencial de la farmacopea natural, desde calmar los dolores musculares hasta favorecer la relajación y revitalizar la piel.

Infusión de aceite en frío

La técnica de la infusión fría de aceite consiste en llenar un gran tarro de cristal con plantas y cubrirlas con aceite. Instrucciones: 250 gramos de hierbas secas o 500 gramos de hierbas frescas por 50 cl de aceite vegetal puro (aceite de almendras dulces, girasol o pepitas de uva). Cerrar el frasco y dejar macerar durante quince días en un lugar soleado. Transcurrido este tiempo, filtrar el aceite vertiéndolo en una jarra. A continuación, vierta el líquido en botellas de cristal oscuro. Es mejor elegir botellas pequeñas: una vez abiertas, el aceite se estropea muy rápidamente. Nota: para obtener un mayor contenido de principios activos, puedes repetir la misma operación varias veces con el mismo aceite, cambiando las plantas cada vez.

Infusión con aceite caliente

Para hacer cremas, ungüentos o aceites de masaje, puedes infusionar hierbas medicinales en aceite caliente. Se recomiendan los aceites de girasol, almendras dulces o cártamo. Modo de empleo: preparar un baño maría colocando un recipiente de cristal sobre un cazo con agua hirviendo a fuego lento. Verter el aceite y las hierbas en el recipiente, en una proporción de 250 gramos de hierbas secas o 500 gramos de hierbas frescas por 50 cl de aceite vegetal puro (de almendras dulces, girasol o semillas de uva). Dejar “cocer” durante dos horas a fuego lento, antes de colar en una jarra. Exprima el aceite que quede en el filtro y viértalo en botellas de cristal oscuro. Conservar en un lugar fresco durante tres meses.

Aplicaciones tópicas

Aparte de la administración oral, el uso tópico es muy recomendable para los preparados de hierbas. Los siguientes productos son muy beneficiosos para el cuidado de la piel en caso de heridas, contusiones e infecciones locales.

Pomadas

Las pomadas pueden elaborarse a partir de diversas grasas animales (lanolina, manteca de cerdo, manteca de karité o manteca de coco).

Preparar pomadas es sencillo: están compuestas de aceite vegetal (como el de almendras dulces), cera de abeja y aceites esenciales. Estas grasas forman una capa protectora sobre la piel. Para prepararlos, utilice 25 gramos de cera de abeja por 10 cl de aceite vegetal y de 20 a 30 gotas de aceites esenciales. Fundir la cera y el aceite al baño maría, retirar del fuego y remover con una cuchara de madera hasta que la mezcla se endurezca. A continuación, añada los aceites esenciales y viértala en pequeños tarros de cristal tintado para conservarla durante varios meses.

La pomada, una formulación tópica semisólida de uso medicinal, está compuesta de lípidos, ceras y resinas. No contiene agua, es estable y de larga duración. Para elaborarlo, se mezclan 250 g de grasa animal (lanolina, manteca de karité) con hierbas, se calienta al baño maría, se deja toda la noche, se recalienta y se añaden aceites esenciales si es necesario. Filtrar y verter en recipientes de boca ancha, después guardar en un lugar fresco.

Históricamente utilizado en diversas culturas, el ungüento trata diversos problemas cutáneos. Libera principios activos de forma controlada, creando una barrera protectora en la piel. Para las grietas, se aplica una capa gruesa; para la sequedad, una capa fina después de calentarla; para otras irritaciones, se aplica lo mismo. Las pomadas también se utilizan para calmar la piel irritada del bebé, tratar problemas dermatológicos como el eccema, después del afeitado o en las puntas del pelo seco.

Cremas y pomadas

La preparación de un ungüento sigue el mismo principio que la pomada, con la adición de agua. Para ello, ponga 25 gramos de cera de abeja y 10 cl de aceite vegetal en un recipiente de cristal y caliéntelo al baño maría. Calentar también al baño maría 2,5 cl de agua en otro recipiente. Tras retirar los recipientes del fuego, verter lentamente el agua sobre la mezcla de aceite y cera. Remover hasta que la crema espese y se enfríe y, a continuación, añadir los aceites esenciales sin dejar de remover. Vierte la mezcla en pequeños tarros de cristal tintado para conservarla durante varios meses.

Las pomadas son formulaciones semisólidas que se aplican sobre la piel y liberan principios activos localmente o ejercen una acción protectora y emoliente. Suelen estar compuestas por un excipiente lipídico monofásico, a veces enriquecido con sólidos o líquidos.

Las pomadas herbáceas, ricas en principios activos vegetales, son absorbidas eficazmente por la piel. La bardana, la manzanilla y el llantén son adecuados para pieles sensibles, mientras que el jengibre o la cayena en pequeñas cantidades son útiles para una acción termogénica sobre las articulaciones.

La elección del aceite base depende del uso: aceite de ricino para un efecto intensivo, aceite de oliva para una base versátil, y aceite de almendras o argán para tratamientos faciales. Sin embargo, el aceite de coco puede ser menos adecuado debido a su solidez a temperatura ambiente y a su efecto secante en determinados tipos de piel.

Para preparar la pomada

  • Calentar 10 cucharadas de aceite medicinal y 2 ½ cucharadas de cera de abeja al baño maría.
  • Remover hasta incorporar la cera y añadir unas gotas de aceites esenciales cuando la preparación esté tibia pero líquida.
  • Colocar en un frasco y dejar cuajar.

Compresas de extractos vegetales

Para hacer una compresa, utiliza una infusión o decocción de plantas, empapa un paño limpio en ella y colócalo sobre la zona dolorida. Puedes atarlo con una toalla o venda.

Las compresas de hierbas, un método tradicional, tratan eficazmente diversas dolencias y problemas de salud. Utilizando plantas frescas o secas, alivian el dolor, reducen la inflamación, estimulan la cicatrización y mejoran la salud general.

Una compresa medicinal consiste en aplicar una pasta, decocción o infusión caliente de plantas directamente sobre la piel. Los principios activos de las plantas penetran así en la piel, proporcionando un efecto terapéutico local.

Existen varios métodos para preparar compresas. La decocción se hace hirviendo las plantas en agua y aplicando después el líquido sobre la zona afectada. La infusión se consigue vertiendo agua hirviendo sobre las plantas, seguida de la aplicación sobre la piel. Otra opción es triturar las plantas frescas hasta obtener una pasta y aplicarla sobre la zona afectada.

Las compresas medicinales reducen la inflamación, calman el dolor, favorecen la cicatrización de los tejidos, previenen las infecciones y alivian el estrés gracias a los aromas de las plantas. Son útiles para :

  • Aliviar lesiones musculares y articulares
  • Tratar problemas dermatológicos
  • Aliviar los dolores menstruales
  • Reducir los síntomas del resfriado
  • Tratar lesiones leves.

Es importante consultar a un profesional sanitario antes de utilizarlas, sobre todo si se padece alguna enfermedad o se está tomando medicación. Las compresas están especialmente indicadas para problemas cutáneos, esguinces, fracturas y dolores musculoarticulares. Son de un solo uso.

Para utilizarlas, se empapa una compresa o paño limpio en una infusión o decocción de la planta, se aplica sobre la piel, se sujeta con una venda y se deja actuar durante unos veinte minutos, repitiendo la operación al cabo de unas horas.

Cataplasmas

El principio es el mismo que el de las compresas, con la diferencia de que en este caso son las hierbas las que se utilizan directamente, en lugar de una infusión. Las plantas se pican gruesas y se calientan en una cacerola, cubiertas con un poco de agua. Se dejan hervir a fuego lento durante dos o tres minutos. Se exprimen las hierbas y se colocan sobre la zona a tratar. Cubrir con una venda o gasa. Se puede mantener la cataplasma durante tres o cuatro horas, cambiando las hierbas cada hora si es necesario.

A base de plantas medicinales

Una cataplasma es un preparado de plantas medicinales frescas o cocidas que se aplica directamente sobre la piel. Para prepararla, se pican las plantas y se hacen puré, ajustando la textura con agua si es necesario. Se extiende este preparado sobre una gasa y se coloca sobre la zona a tratar, untándola con aceite para evitar que se pegue. Fije la cataplasma con una venda y vuelva a colocarla al cabo de varias horas para garantizar una distribución uniforme de los principios activos.

En el caso de las plantas frescas, píquelas o tritúrelas para extraer el jugo, o cuézalas al vapor. Con las plantas secas, formar una pasta mezclándola con agua caliente. Para mantener el calor, cubrir la cataplasma con una bolsa de agua caliente. Si se produce irritación, retire la cataplasma y aplique una pomada de caléndula.

Las cataplasmas aplican los beneficios de las plantas directamente sobre la piel. Se utilizan para extraer sustancias extrañas de las heridas o para calmar inflamaciones. Por ejemplo, una cataplasma de jengibre fresco alivia el dolor articular.

Las cataplasmas se utilizan para cicatrizar, aliviar dolores musculares, reducir inflamaciones o tratar afecciones cutáneas. Entre las plantas habituales para las cataplasmas están la consuelda para los huesos y los esguinces, la arcilla verde para la inflamación, la col para el dolor articular, la mostaza para el dolor muscular, el lino para las heridas, la manzanilla para las irritaciones cutáneas, el jengibre para el dolor, el llantén para las picaduras y los cortes, el fenogreco para la inflamación y el ajo por sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias.

Algoterapia

La algoterapia, incluidos los tratamientos con algas marinas, es un componente esencial de la talasoterapia, que ofrece una gran cantidad de beneficios para la salud. Las algas son un filtro natural, absorben elementos del agua de mar y contienen minerales, vitaminas, aminoácidos y otros componentes beneficiosos. Tienen propiedades antibacterianas y antivirales y se utilizan para tratar dolores musculares, problemas cutáneos y muchas otras dolencias.

Las algas marinas, como el kelp y el fucus vesiculosus, ofrecen propiedades específicas como la desintoxicación y la estimulación de la sudoración. Los métodos de aplicación varían desde envolturas y aplicaciones locales hasta baños y otras técnicas.

La algoterapia, que utiliza algas marinas, es rica en oligoelementos, aminoácidos y vitaminas, y está reconocida por sus propiedades antisépticas, antiinflamatorias y desintoxicantes. Los tratamientos consisten en envolturas o baños calientes de algas, que relajan, desintoxican y remineralizan el organismo.

Esta práctica 100% natural atrae cada vez a más gente por sus beneficios. Algunas algas pueden incluso tener un efecto supresor del apetito, al tiempo que aportan nutrientes esenciales.

La algoterapia alivia los problemas musculares y articulares gracias a su efecto desintoxicante y remineralizante. Cada tipo de alga retiene los elementos marinos de forma diferente, como el fucus, que induce a la sudoración para eliminar toxinas y tiene propiedades adelgazantes gracias a su alto contenido en yodo.

En las envolturas, las algas calientes aplicadas sobre el cuerpo estimulan la circulación sanguínea y ayudan a eliminar toxinas. Estos tratamientos suelen realizarse en salones de belleza y centros de talasoterapia, donde podrá relajarse y sentirse bien.

Arcilloterapia

La arcilloterapia, combinada con cataplasmas de hierbas, aprovecha las propiedades terapéuticas de la arcilla. Esta antigua práctica utiliza la arcilla para eliminar toxinas, reducir la inflamación, aliviar el dolor y promover el bienestar. La arcilla, rica en silicatos de aluminio, magnesio y calcio, tiene propiedades antisépticas, antiinflamatorias, analgésicas y cicatrizantes. Es eficaz contra los dolores musculares, las infecciones cutáneas, el acné, las quemaduras, los hematomas, las picaduras de insectos, los dolores de cabeza, los dolores menstruales y los trastornos digestivos.

  • En la arcilloterapia se utilizan distintos tipos de arcilla, como el caolín, las esmectitas y la illita, cada una con sus usos específicos. Se aplican en forma de cataplasmas, mascarillas, baños o bebidas. Al actuar sobre la piel, estimulan la circulación sanguínea y linfática, acelerando la cicatrización y reduciendo la inflamación.
  • La arcilla, que procede de la erosión de la roca volcánica, debe ser pura y natural. El caolín, blanco y equilibrado en aluminio y sílice, se utiliza en cosmética. Las esmectitas, como la montmorillonita, son buenas para el aparato digestivo. La illita, rica en calcio y hierro, absorbe las impurezas y cura los hematomas.
  • Las arcillas se presentan en varios colores, cada uno con propiedades únicas. La arcilla verde es remineralizante, la blanca es calmante, la roja y la amarilla son depurativas. Las arcillas azul y caramelo desintoxican, mientras que la rosa, mezcla de roja y blanca, es suave con la piel y el cabello. El rhassoul marroquí es ideal para pieles grasas.
  • Los beneficios de la arcilla verde incluyen el tratamiento de heridas, reumatismo y trastornos gastrointestinales. La arcilla blanca combate la sudoración y mejora la higiene bucal. La arcilla roja, rica en hierro, es útil contra la anemia.

Plantas tóxicas

Pasemos ahora a un tema crucial para la salud y la seguridad: las plantas tóxicas, esos elementos naturales que, a pesar de su apariencia a menudo inofensiva, pueden presentar graves peligros para el hombre y los animales.

Casos de envenenamiento

Los accidentes con plantas son motivo de gran preocupación, ya que casi el 10% de la flora de Francia podría ser mortal. Las plantas utilizan metabolitos activos como defensa y, como decía Paracelso en el siglo XV, “la dosis hace el veneno”. Sin embargo, en Francia, la información epidemiológica al respecto sigue siendo limitada. Cada año se producen unas 100.000 llamadas a los centros de toxicología, es decir, más de 250 llamadas al día, de las cuales un 4-5% se refieren a plantas.

En 2017, se creó una red de reconocimiento de plantas basada en fotografías llamada “Phytoliste “. Esto permite a los botánicos ayudar a los centros toxicológicos y a los servicios de emergencia. En 2017 y 2018, se procesaron 1.265 solicitudes, con aumentos durante el verano y el otoño. Las respuestas, basadas en el análisis fotográfico, se proporcionan generalmente entre 2 y 15 minutos.

Los niños de 0 a 4 años se ven especialmente afectados, debido a su reducida masa corporal. En el caso de los animales de granja, las plantas implicadas son diversas, a menudo relacionadas con forrajes contaminados. En el caso de los animales de compañía, como los gatos, los datos son menos abundantes.

En cuanto a la intoxicación por plantas, el 7% es potencialmente mortal, el 39% es asintomática, el 23% provoca síntomas graves y el 31% causa problemas digestivos leves. Los casos mortales son raros y suelen producirse tras la ingestión de pequeñas cantidades.

Según el Phytolist 2017-2018, el 59% de los casos notificados presentaban síntomas, principalmente digestivos. Las ingestiones accidentales suelen producirse por confusión con plantas alimenticias. También pueden ser deliberadas, como en casos de suicidio o uso de plantas psicotrópicas. También son frecuentes los errores relacionados con la fitoterapia, debidos a la falta de conocimientos botánicos o al desconocimiento de los peligros, así como a la falsificación o identificación errónea de especies medicinales.

Las plantas tóxicas más comunes

Las plantas tóxicas más comunes son :

  • Acónito: Provoca náuseas y mareos. Una dosis de esta raíz es tóxica a partir de 2 gramos en un adulto. Puede ser mortal.
  • Árnica: Peligrosa si se ingiere, provoca náuseas, mareos e incluso la muerte.
  • Belladona: Planta venenosa que provoca dilatación de las pupilas y paro cardíaco. La dosis tóxica es de 2 a 3 bayas para un niño y de 10 a 15 para un adulto.
  • Consuelda: Tóxica para el hígado. Una tisana puede provocar un descenso de la frecuencia cardiaca hasta 30 lpm y la muerte.
  • Datura: Provoca vómitos, alucinaciones y paro cardíaco. La mayoría de las intoxicaciones son involuntarias, debidas a la contaminación de los alimentos.
  • Dedalera amarilla: Venenosa, ralentiza los movimientos del corazón. Las intoxicaciones suelen ser intentos de suicidio.
  • Dedaleramorada: Provoca náuseas, vómitos, diarrea y graves problemas cardíacos.
  • Efedra: Puede provocar palpitaciones, nerviosismo e insomnio.
  • Euforbia: Tóxica.
  • Germander: Provoca problemas hepáticos.
  • Muérdago: Sus bayas son tóxicas. Las bayas pueden provocar vómitos y diarrea.
  • Adelfa: Puede provocar vómitos, pérdida del pulso y la muerte. La intoxicación suele confundirse con el laurel o el eucalipto.
  • Lobelia: Provoca náuseas y vómitos.
  • Menta verde: Peligrosa en aceite esencial o tintura, prohibida para uso interno.
  • Liriode los valles: Riesgo de parada cardiaca y respiratoria. El lirio de los valles se confunde a menudo con el ajo silvestre. Se cree que sólo las raíces son letales.
  • Saponaria: Puede causar parálisis muscular.

Es fundamental conocer bien estas plantas y sus efectos para evitar intoxicaciones, sobre todo cuando se parecen a plantas no tóxicas o se utilizan en fitoterapia.

Conclusión

En resumen, la fitoterapia es el uso de plantas en diversas formas: tisanas, cápsulas o tinturas para tratamientos preventivos y curativos. Hace más de 2.500 años, Hipócrates, el padre de la medicina, ya ensalzaba las propiedades curativas de las hierbas. Hoy en día, la fitoterapia es parte integrante de muchas medicinas tradicionales, como la china, que a menudo utiliza diversas plantas para preparar “pócimas”.

Las propiedades, indicaciones y métodos de uso enumerados en este artículo no constituyen en modo alguno un consejo médico. Se han extraído de libros y sitios web especializados en aromaterapia. Esta información se facilita a título meramente informativo y no asumimos responsabilidad alguna por ella. Para cualquier uso terapéutico de los aceites esenciales, consulte a su médico, farmacéutico o profesional de la aromaterapia.

Fuentes

  • https://ansm.sante.fr/uploads/2020/10/22/tisanes.pdf
  • https://ansm.sante.fr/uploads/2020/10/23/melange-pour-tisanes-pour-preparations-officinales.pdf
  • https://www.doctissimo.fr/html/dossiers/phytotherapie/articles/16337-infusion-plante-medicinale.htm
  • https://www.ema.europa.eu/en/documents/regulatory-procedural-guideline/glossary-herbal-teas_en.pdf
  • https://www.passeportsante.net/fr/Actualites/Dossiers/DossierComplexe.aspx?doc=teinture-mere
  • https://ansm.sante.fr/uploads/2020/10/23/sirop-simple.pdf
  • https://fr.wikipedia.org/wiki/Sirop
  • https://www.altheaprovence.com/confection-dun-sirop/
  • https://www.agripedia.nc/conseils-techniques/sante-au-travail/les-preparations-de-plantes-medicinales
  • https://jardinaturel.com/le-cataplasme-de-plantes-medicinales/jardinage-naturel/
  • https://www.rustica.fr/tisanes/bien-etre-naturel-preparer-infusions-decoctions-cataplasmes,5204.html#:~:text=El%20cataplasma%20es%20una%20pr%C3%A9paración,que%20cubre%20toda%20la%20zona%20de%20dolor.
  • https://www.centre-europeen-formation.fr/blog/bien-etre/argilotherapie/
  • https://www.vidal.fr/parapharmacie/utilisation/bon-usage-phytotherapie-plantes/plantes-preparation.html
  • https://jardinaturel.com/les-compresses-de-plantes-medicinales/jardinage-naturel/
  • https://fr.wikipedia.org/wiki/Pommade

Deja un comentario