La inteligencia emocional de los niños (agitación, ansiedad, enfado, celos, …)
Los primeros años de vida son un período clave en el desarrollo físico y psicológico de un niño. En particular, aprenderá a analizar y canalizar sus emociones. Los arrebatos emocionales de un niño pequeño provienen de su incapacidad para expresarlos y, de hecho, pueden resultar en un comportamiento excesivo que no permite a los padres identificar la verdadera emoción.
¿Cuál es el papel de la homeopatía en las emociones?
La homeopatía, basada en la escucha atenta del niño pero también de quienes lo rodean, es un activo considerable en el cuidado de los niños en su conjunto.
Los medicamentos homeopáticos pueden proporcionar una solución eficaz y segura porque no tienen efectos secundarios y no son adictivos.
Por supuesto, la homeopatía no transformará al niño, pero, correctamente elegida, la medicina homeopática puede proporcionar una respuesta integral a la situación del niño y ayudarlo a él y a sus padres a superar sus dificultades.
Durante la consulta, el médico se esfuerza por recopilar una gran cantidad de información: la descripción de los síntomas y cómo empeoran o mejoran, la etiología (cualquier cosa que pueda desencadenar un síntoma, una conducta o una enfermedad), el conocimiento más preciso del niño (historia personal, rasgos de carácter) y sus antecedentes familiares.
La determinación de los medicamentos homeopáticos requiere esta precisión de descripciones para responder a las numerosas y variadas indicaciones que pueden afectar al comportamiento del niño.
- El material médico homeopático, por su riqueza de contenidos, ofrece un tratamiento diferente en función de si el niño es:
- Inquieto, siempre en movimiento e infeliz, enojado.
- Inquieto, temeroso, hipersensible.
- Caprichoso, siempre de mal humor.
- Caprichoso, con rabia de frustración que no puede expresar.
- Distraído, poco motivado por la escuela, cometiendo muchos errores de lectura y escritura.
- Miedo, muy tímido, le gusta jugar solo en su rincón, con cualquier objeto.
- Niño que llora ante la menor molestia o dificultad. Incapaz de hacer cosas en
público. - Niño muy cambiante: malhumorado sin razón, volviéndose feliz al momento siguiente.
- Niño violento, sujeto a terrores nocturnos.
- Etc.
Este enfoque, tanto global (se aprecia al niño desde el punto de vista físico, psicológico y emocional) como individualizado, caracteriza a la homeopatía, que se libera de la estandarización de los cuidados. Sin embargo, existen medicamentos homeopáticos que combinan varias cepas, que de hecho son menos específicas pero que, no obstante, pueden remediar ciertos síntomas debidos a las emociones en los niños.
Sabías ?
Existe un tratamiento homeopático apto para niños a partir de 1 año, en forma de comprimido sublingual indicado en estados de ansiedad y emocionales y trastornos leves del sueño.
La dosis recomendada es de 2 comprimidos 3 veces al día.
Niños menores de 6 años: disolver los comprimidos en un poco de agua, por el riesgo de tomar la ruta equivocada.
También existe un tratamiento homeopático apto para niños a partir de 1 año, en forma de jarabe en caso de nerviosismo temporal y trastornos leves del sueño.
La dosis recomendada es una dosis de 5 ml, utilizando la taza medidora, por la mañana y por la noche.
Si los síntomas persisten, el tratamiento debe reevaluarse de acuerdo con una opinión médica.
Este artículo ofrece información a modo de ejemplo, son posibles otras soluciones. Es preferible consultar a un profesional de la salud para definir la galénica, la posología y la posología del tratamiento.