A menudo confundida con la celulitis, la retención de agua es la causa de la hinchazón. Con la llegada de los días soleados, la retención de agua y la celulitis se están convirtiendo en un problema importante para muchas mujeres. Sin embargo, no podemos abordar este problema sin analizar las causas de su aparición.
¿Cuál es la diferencia entre celulitis y retención de agua?
Debajo de nuestra piel tenemos un panículo de capa de grasa sostenido por tejido reticular y colágeno, y vascularizado por microcirculación que suministra (o sustrae) energía en forma de grasa al cuerpo según sea necesario. Sin embargo, puede suceder que el equilibrio fisiológico se deteriore debido a elementos exógenos.
En estos casos, las células del tejido adiposo se descomponen y liberan triglicéridos en los espacios intercelulares, lo que comprime la red de microcirculación, lo que afecta en gran medida su eficacia y promueve el edema y la piel de “piel de naranja”. Los sistemas circulatorio y linfático también tienen la tarea de drenar los líquidos y desechos metabólicos. El deterioro de estos sistemas facilita la retención de líquidos y toxinas en los tejidos y, en consecuencia, los procesos inflamatorios en el tejido adiposo. Las personas con celulitis a menudo también tienen problemas circulatorios periféricos, como insuficiencia venosa con drenaje linfático insuficiente. La retención de líquidos también puede afectar la presencia de celulitis.
¿Qué es la celulitis?
Conocemos bien los mecanismos de aparición de esta forma de celulitis, que resulta de una acumulación de grasas (adipocitos) en los tejidos subcutáneos. Esta patología afecta preferentemente a las mujeres y puede deberse a uno o más factores, entre los que se encuentran los más frecuentes: herencia, ingesta excesiva de calorías (demasiada comida o una dieta demasiado rica en hidratos de carbono y lípidos), desequilibrios hormonales (sobre todo, exceso de estrógenos), insuficiencia Circulación venosa y / o linfática.
Tenga en cuenta que, incluso si esto no es muy bueno para la moral, la celulitis moderada, también calificada como fisiológica, preocupa al 95% de las mujeres. Es en la pubertad cuando se manifiesta por primera vez, en su forma firme y sensible y luego da como resultado una piel que gradualmente se vuelve roja y granulada en los muslos y las nalgas. Desde el final de la adolescencia hasta la menopausia, la celulitis se vuelve blanda y flácida con la formación de bolas subcutáneas. Luego hablamos de hoyuelos o piel de naranja.
Ciertamente, existe una predisposición genética (hereditaria), pero la obesidad y el sobrepeso también son considerados por muchos como un elemento importante de riesgo y, de hecho, aunque las mujeres delgadas no están exentas de esta patología, aún tienen manifestaciones más limitadas. En particular, estamos hablando de piernas hinchadas y dolorosas donde los líquidos acumulados no pueden subir hacia arriba y se estancan en las extremidades inferiores.
¿Qué es la retención de agua?
Hablar de retención de agua no es sinónimo de celulitis, pero sin duda es una condición que puede favorecer su aparición. La retención de líquidos es un desequilibrio entre los sistemas venoso y linfático y se caracteriza por la presencia de edema subcutáneo generalizado, debido al drenaje insuficiente de líquidos, favorecido por la tendencia de las células a retener líquidos, toxinas y sales minerales.
Habitualmente, la retención de agua se produce por un desequilibrio entre dos sales minerales específicas, el potasio y el sodio, que agravan la escasa eficiencia del sistema linfático en su actividad, afectando también a los miembros superiores y la zona abdominal. Las causas que determinan la aparición de la retención de líquidos suelen estar relacionadas con una mala alimentación y un estilo de vida sedentario. En el caso de que, además de problemas de microcirculación, se agregue celulitis real, esta es una señal de que también pueden estar involucrados otros factores: desequilibrios hormonales (como exceso de estrógeno), toma de medicamentos (como píldoras anticonceptivas), períodos de estrés y nerviosismo.
Algunos consejos naturópatas para evitar la retención de agua:
- Participar en una actividad física saludable que promueva la circulación y el metabolismo.
- Adopte una dieta equilibrada y específica
- Opta por masajes drenantes
La nutrición juega un papel fundamental en este desequilibrio, tanto como factor causal como posible remedio. Por tanto, es importante establecer si la hinchazón edematosa está relacionada con malos hábitos alimenticios y / o sobrepeso para poder intervenir. Por ejemplo, un exceso de sodio aumenta la retención de agua, así como una introducción excesiva de calorías.
- Reduzca el consumo de harina y carbohidratos refinados.
- Quitar el alcohol.
- Reduzca el consumo de productos lácteos.
- Evite el exceso de grasas saturadas y trans.
Desde el punto de vista dietético, es bueno contar con la ayuda de un especialista en dietética competente para establecer el verdadero equilibrio calórico y la elección de un enfoque dietético adecuado para apoyar la microcirculación, la reducción del estado inflamatorio y el metabolismo eficiente.
¿Qué plantas medicinales luchar contra la retención de agua?
Debido a sus propiedades tónicas amargas, el trébol de agua combate eficazmente la retención de agua. Sin embargo, nada supera a una dieta equilibrada que complementa su efecto, pero no lo sustituye.
Esta cepa ayuda en la lucha contra la retención de agua a razón de 2 gránulos tres veces al día y permitirá un buen drenaje.
Espárragos verdes:
La temporada de espárragos comenzará pronto, aprovecha para curarla. Diuréticos, los espárragos están indicados en la eliminación renal de agua.
El ortosifón facilita las funciones de eliminación renal y digestiva así como la eliminación renal de agua. Es un complemento de los tratamientos para adelgazar.
Estos aceites se utilizan localmente en el drenaje linfático de las extremidades inferiores y la celulitis.