La aromaterapia es una rama especializada de la fitoterapia. Consiste en el uso de aceites esenciales con fines terapéuticos. El término ” aromaterapia ” fue acuñado en 1928 por un perfumista y químico francés llamado René-Maurice Gattefossé. La aromaterapia se basa en un profundo conocimiento de los aceites esenciales, sus componentes químicos y sus interacciones con el cuerpo humano. Estos aceites se extraen de diversas partes de las plantas: hojas, flores, corteza, raíces y semillas. Cada uno de estos aceites puede tener propiedades específicas, desde relajantes hasta antibacterianas o antiinflamatorias.
¿Qué es la aromaterapia?
La aromaterapia, una antigua disciplina terapéutica, se basa en el uso de aceites esenciales extraídos de plantas para promover la salud y el bienestar. Estos aceites, que son concentrados de compuestos aromáticos naturales, se utilizan por sus propiedades fisiológicas y psicológicas beneficiosas. La aromaterapia combina la ciencia de las plantas con la comprensión de la química de las fragancias. Se utiliza para tratar una serie de dolencias, desde la ansiedad y el estrés hasta trastornos cutáneos y respiratorios. Forma parte de un enfoque holístico de la salud, que integra el cuerpo y la mente en el proceso de curación.
¿Cuál es su historia?
La aromaterapia, cuyos orígenes se remontan a la India, China y la cuenca mediterránea, ha evolucionado a lo largo de los siglos. En el siglo XV, los boticarios europeos, conocidos como Aromaterii, empezaron a utilizar aceites esenciales.
La medicina moderna se interesó por la aromaterapia en 1887 con Chamberland. En 1928, René-Maurice Gattefossé, considerado el padre de la aromaterapia moderna, introdujo el término “aromaterapia”. Los trabajos de J. Valnet, Lapraz, Durafour y Belaiche en los años sesenta y el concepto de quimiotipo propuesto por P. Franchomme en 1970 permitieron profundizar en el conocimiento de los aceites esenciales.
La historia de la aromaterapia, que tuvo puntos en común con la fitoterapia hasta el siglo XVI, se caracteriza por la destilación y extracción de aceites, practicada en Egipto, China y la India. Los griegos y los romanos también utilizaban estos extractos aromáticos, como recoge Dioscórides en el siglo I. El alambique, inventado por el médico alquimista persa Jabir ibn Hayyan en el siglo X, supuso un avance significativo en la extracción de aceites esenciales.
En el siglo XIX, la clasificación de los principios activos de las moléculas aromáticas permitió un uso más específico. Gattefossé, tras un experimento personal con aceite esencial de lavanda verdadera en 1910, publicó una obra fundamental sobre aromaterapia en 1931. De 1929 a 1931, el farmacéutico Sevelinge estudió la relación entre la estructura química y la actividad terapéutica de los aceites esenciales.
En el Reino Unido, la aromaterapia se asoció a la aromacología, gracias sobre todo a Marguerite Maury en los años sesenta. En 1964, Jean Valnet publicó “Aromathérapie, Traitement des maladies par les essences des plantes”, una obra de referencia. Pierre Franchomme y el Dr. Daniel Pénoël profundizaron en el conocimiento de los aceites esenciales con sus conceptos de aromaterapia científica y quimiotipo.
A finales del siglo XX, los avances en los métodos analíticos, en particular la cromatografía, permitieron comprender mejor los compuestos aromáticos. Esto condujo al perfeccionamiento de su prescripción en medicina.
¿Qué es la aromaterapia?
La aromaterapia utiliza aceites esenciales extraídos de plantas con fines medicinales. A veces se percibe como una pseudomedicina. Sin embargo, en Francia también se recomienda en algunos planes nacionales de salud. Se utiliza, por ejemplo, para combatir las infecciones hospitalarias y los efectos indeseables de la quimioterapia. Basada en un enfoque tradicional, la aromaterapia se considera actualmente una rama de la fitoterapia. En algunos casos, se la califica de pseudociencia, debido a la falta de pruebas de su eficacia.
Se ha demostrado científicamente la eficacia de la aromaterapia contra determinadas infecciones y dolores de cabeza. En cambio, no parece aliviar los dolores menstruales o relacionados con el parto. La complejidad de sus efectos se explica por la diversidad de los aceites esenciales. Su composición varía en función de diversos factores, como el suelo y la estación del año. Las interacciones entre aceites y con otros productos también complican su estudio.
René-Maurice Gattefossé introdujo el término “aromaterapia” en 1935. Combina “aroma” por “aroma” y “therapeia” por “cuidado”. La aromaterapia se asocia a menudo con la fitoterapia, y los especialistas utilizan a veces el término “fitoaromaterapia”.
Los aceites esenciales pueden aplicarse de diversas formas, como ungüentos, cremas, lociones, por vía oral, en cápsulas, en aerosoles o difundidos en el aire. El uso de supositorios es más específico y suele reservarse a la profesión médica.
Los aceites esenciales se utilizan habitualmente para automedicarse, sobre todo para tratar dolencias comunes. La aromaterapia es mucho más que la simple difusión de olores agradables; es un enfoque complejo del tratamiento, que utiliza las esencias de plantas aromáticas, cítricos, resinas o maderas. Estas esencias, conocidas como aceites esenciales, se utilizan en todo el mundo desde hace miles de años. La aromaterapia utiliza estos aceites con fines terapéuticos.
¿Qué es un aceite esencial?
La Farmacopea Europea describe los aceites esenciales como sustancias aromáticas complejas extraídas de determinadas plantas por destilación al vapor, destilación seca o métodos mecánicos sin calentamiento. Utilizados en farmacia, permiten un asesoramiento médico personalizado y un enfoque interdisciplinar de la asistencia. En función de los objetivos terapéuticos, las dosis y la frecuencia de administración de los aceites esenciales varían, ofreciendo regímenes preventivos o curativos.
Las esencias vegetales, presentes en pequeñas cantidades (1-3%) en las plantas, desempeñan un papel crucial en su inmunidad, energía y protección contra depredadores o agentes patógenos. Los aceites esenciales se obtienen principalmente por destilación al vapor de plantas aromáticas como la lavanda o la menta. Este método libera los compuestos volátiles de las plantas, que luego se condensan en un líquido concentrado.
Existen dos métodos principales de extracción: la expresión mecánica para la piel de los cítricos y la destilación para las plantas aromáticas.
Los aceites esenciales, compuestos por moléculas aromáticas activas, se extraen de distintas partes de la planta y se regulan en función de su uso(cosméticos, biocidas, medicamentos). Su clasificación como medicamentos depende de sus propiedades terapéuticas y farmacológicas. También pueden utilizarse como excipientes en medicamentos, como preparados magistrales o en forma pura.
El concepto de quimiotipo en aromaterapia se refiere a una entidad química específica de una especie vegetal, que varía según el origen geográfico. Esta distinción ayuda a comprender las variaciones en la composición química de los aceites esenciales y sus propiedades terapéuticas.
Físicamente, los aceites esenciales son líquidos a temperatura ambiente, no grasos, menos densos que el agua y solubles en alcohol y determinados disolventes. Su complejidad química, compuesta por cientos de constituyentes, desempeña un papel clave en sus efectos terapéuticos. El aromatograma analiza la correlación entre su estructura bioquímica y su eficacia. Estos aceites tienen propiedades muy diversas.
Papel de los emuntorios en la aromaterapia
Cuando se aplican sobre la piel, los aceites esenciales atraviesan los poros de la piel y penetran en los capilares sanguíneos. Estos los guían hasta el órgano diana. De este modo, tienen un efecto profundo en todo el cuerpo. Una vez absorbidos, los emuntorios se encargan de eliminarlos.
Los emuntorios son los órganos encargados de eliminar las toxinas
- Los pulmones a través de los esputos o mucosidades
- La piel a través del sebo y la transpiración
- Los riñones a través de la orina y el intestino a través de las heces
Por lo tanto, es esencial utilizar aceites esenciales de calidad:
- 100% puros y naturales
- De origen y quimiotipo controlados
- Utilizarlos siempre diluidos y en dosis bajas
- No deterpenados
- Con denominación AEBBD (que significa que el Aceite Esencial está Botánica y Bioquímicamente Definido)
- Conservar en buenas condiciones (frasco bien cerrado y protegido de la luz)
La mayoría de los aceites esenciales deben diluirse 1:5 (alta concentración, reservada al uso médico), más a menudo 1:10 o incluso 1:20 o 1:100 (baja concentración, habitual para el uso de laaromaterapia en cosmetología. No obstante, desaconsejamos mezclar más de 3 A.E. en un mismo preparado.
Marco reglamentario y precauciones
El marco reglamentario de los aceites esenciales es crucial para su uso seguro y eficaz. Este marco define las normas de calidad, pureza y etiquetado, y varía en función del uso previsto de los aceites, ya sea terapéutico, cosmético o alimentario. Impone controles estrictos para evitar los riesgos asociados a la automedicación y garantizar la protección del consumidor. En Francia, por ejemplo, algunos aceites esenciales están regulados por organismos sanitarios, y su venta está a veces restringida a las farmacias. La normativa también pretende evitar la publicidad engañosa y garantizar una información clara y precisa sobre los productos. Esta introducción explora las distintas facetas de la regulación de los aceites esenciales y su impacto en la salud pública.
¿Cuáles son las obligaciones legislativas y de formación?
La venta de aceites esenciales está regulada de forma diferente en función de su uso previsto, lo que exige una clara distinción entre uso terapéutico y cosmético. Desaconsejamos encarecidamente el uso de aceites adquiridos en perfumerías o tiendas de cosméticos con fines culinarios o de automedicación, debido a los riesgos asociados a su composición.
Jean-Pierre Willem, médico y aromaterapeuta, advierte contra la automedicación, citando el peligro potencial incluso en pequeñas cantidades. En Francia se han impuesto multas a empresas por engañar a los consumidores sobre las propiedades de determinados aceites.
En cuanto a la enseñanza y la formación en aromaterapia, la oferta es variada y heterogénea en 2018. Son escasas las titulaciones universitarias especializadas, mientras que otras formaciones son ofrecidas por entidades privadas, a menudo con un potencial conflicto de intereses y sin evidencia científica avalada. Además, existen numerosas obras de divulgación, pero su fiabilidad es a menudo cuestionable.
En términos económicos, la aromaterapia representa alrededor del 2% del comercio mundial de aceites esenciales, dominado por las industrias alimentaria y cosmética. En Francia, el mercado de la farmacia creció significativamente entre 2012 y 2016.
Las controversias en torno a la aromaterapia se refieren principalmente a sus indicaciones terapéuticas, su eficacia y sus métodos de administración. En Francia, la legislación sobre la práctica de la aromaterapia no es muy restrictiva, lo que permite a cualquier persona declararse aromaterapeuta sin formación específica.
Algunos aceites esenciales están regulados y reservados a la dispensación en farmacias, debido a su composición química y a sus propiedades potencialmente peligrosas. La legislación francesa incluye decretos y leyes que regulan específicamente la distribución de determinados aceites esenciales. La ley nº 84-534 de 30 de junio de 1984, completada por el decreto de 23 de junio de 1986, regula la dispensación de 8 aceites esenciales específicos. Un decreto del 3 de agosto de 2007 amplió esta lista a 15 aceites esenciales. Se trata principalmente de aceites esenciales ricos en tuyona y pinocamona.
Algunas precauciones en aromaterapia
Por regla general, es desaconsejable utilizar aceites esenciales en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, especialmente durante los tres primeros meses de embarazo, cuando se está formando el tejido fetal, así como en niños debido asu inmadurez enzimática. Laaromaterapia debe adaptarse especialmente a los animales de granja y de compañía, ya que algunas especies carecen de determinados sistemas de metabolismo enzimático.
Algunos aceites esenciales pueden ser tóxicos y peligrosos si no se toman las precauciones de uso. Por ello, es aconsejable recurrir a la homeopatía, la fitoterapia o la hidrolaterapia (aguas florales) para las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, así como para los niños.
No es aconsejable tomar aceites esenciales por vía oral de forma habitual, a pesar de ciertas ideas preconcebidas. Algunos aceites esenciales pueden ser tóxicos y peligrosos para el hígado, los riñones, el aparato digestivo y el sistema nervioso. En caso de duda, opte por la aplicación cutánea o la vía respiratoria(inhalación, olfacción, difusión).
Los aceites esenciales deben utilizarse con sumo cuidado. Evite inyectárselos. Salvo algunas excepciones, los aceites nunca deben aplicarse sin diluir en los ojos o las mucosas. Evite utilizarlos en el agua del baño y no los exponga al sol. En caso de alergia, realice una prueba cutánea. Compruebe siempre el modo de administración y la dosis. En caso de ingestión accidental, póngase en contacto con un centro toxicológico y utilice aceite vegetal para diluirlo. En caso de irritaciones cutáneas u oculares, aplicar inmediatamente un aceite vegetal. La menta piperita puede tomarse rápidamente por vía oral, pero está prohibida para determinadas poblaciones y no se recomienda a personas con problemas gástricos. Los asmáticos deben evitar la menta piperita.
Cómo conservar los aceites esenciales
Un aceite esencial debe conservarse en un frasco tintado, al abrigo del calor y la luz, con la cabeza hacia arriba y bien cerrado (para evitar la desnaturalización de las moléculas), generalmente durante 5 años. No obstante, la duración de conservación de un aceite esencial puede variar en función de su contenido:
- Familias cítricas(cítricos) → Bergamota, limón, mandarina, etc. considerados aceites esenciales ligeros, pueden conservarse hasta 1 año en buenas condiciones.
- Aceitesricos en fenoles→ Ajedrea, orégano, clavo, canela, etc. considerados aceites esenciales pesados, pueden conservarse hasta 5 años en buenas condiciones.
Para conservar los aceites esenciales, es esencial mantenerlos fuera del alcance de los niños y guardarlos en posición vertical. Deben conservarse protegidos de la luz, preferiblemente en frascos de color o aluminio, en un armario. Deben conservarse entre 5 y 35 grados centígrados. La vida útil de los aceites esenciales suele ser de 5 años y la de las esencias de 3 años. Es importante tener en cuenta las contraindicaciones específicas de algunos aceites y consultar a un profesional de la salud para un asesoramiento personalizado.
¿Cómo reconocer un aceite esencial potencialmente peligroso en aromaterapia?
Hay una cosa esencial que debe saber: un aceite esencial es un extracto vegetal aromático líquido, concentrado y complejo, obtenido por destilación al vapor de plantas aromáticas u órganos vegetales (flor, hoja, madera, raíz, corteza, fruto, etc.). Es laesencia destilada de la planta aromática. Como resultado, concentran moléculas activas, algunas de cuyas familias bioquímicas deben utilizarse con precaución:
Aceites esenciales ricos en fenoles (ácidos fénicos), aldehídos y terpenos
Como el limón litsea, el tomillo y el timol, el ylang-ylang, etc. Estos aceites son potencialmente peligrosos porque son dermocáusticos, alergénicos e irritantes para las mucosas y la piel. Son potencialmente peligrosos porque en estado puro pueden provocar quemaduras, irritaciones e incluso necrosis cutáneas. Por eso es esencial diluirlos siempre como máximo al 20% en una sustancia grasa (aceite vegetal, manteca vegetal, etc.).
Los Aceites Esenciales con Fenoles contienen compuestos notables como el Timol, el Carvacrol y el Eugenol. Estos compuestos son conocidos por su alto potencial irritante de la piel, que puede provocar quemaduras si se utilizan sin la dilución adecuada. Algunos ejemplos de AE de esta categoría son el Tomillo ct timol, la Ajedrea, el Orégano compacto y el Clavo.
Los aldehídos aromáticos, entre los que destaca el Cinamaldehído, presentan un alto riesgo de irritación de la piel y las mucosas. Su uso requiere una dilución cuidadosa. La canela (hojas y corteza) son ejemplos de AE de esta categoría.
Los aldehídos terpénicos, que contienen compuestos notables como Citrals y Citronnellal, se consideran moderadamente irritantes para la piel e irritantes para las membranas mucosas. Estos compuestos se encuentran en aceites esenciales como los de Verbena, Eucalipto Limón, Citronela, Lima Limón y Toronjil.
Estos aceites esenciales también pueden ser hepatotóxicos. La toxicidad hepática es una de las principales preocupaciones cuando se administran por vía oral. Los fenoles, en particular, están asociados a este riesgo. Se recomienda tomarlos por vía oral con precaución, en una dosis limitada a 1 gota 3 veces al día, sin superar los 500 mg al día, y durante un máximo de 3 semanas. Algunos expertos sugieren utilizar un aceite esencial protector del hígado, como la Verbenona de Limón o de Romero.
Aceites esenciales ricos en cumarinas
Entre ellos se encuentran el perejil, la angélica, el apio, la bergamota, la naranja amarga, etc. Estos aceites son potencialmente peligrosos porque suelen ser fotosensibilizantes para la piel. Esto significa que pueden aumentar la sensibilidad de la piel a la radiación solar, especialmente a los rayos ultravioleta. Esta sensibilidad suele provocar erupciones cutáneas. Se cree que esta reacción al sol provoca mutaciones en la epidermis que pueden conducir al cáncer de piel. Por ello, es esencial aplicar un aceite esencial fotosensibilizante unas 6 horas antes de la exposición al sol. Preferiblemente por la noche, al acostarse, por ejemplo. En caso de quemadura provocada por un aceite esencial, evite que le caiga agua encima. Dilúyalo inmediatamente con aceite vegetal
La exposición a los rayos ultravioletas, ya sean solares o artificiales, puede provocar reacciones adversas cuando se utilizan determinados aceites esenciales sobre la piel o se ingieren por vía oral, debido principalmente a la presencia de furocumarinas.
Entre los aceites esenciales que contienen furocumarinas se encuentran las cáscaras de cítricos como el limón, la naranja, el pomelo y la mandarina, así como la bergamota, especialmente rica en bergapteno, una furocumarina. Las Apiáceas, como la Angélica, la Khella y el Comino, también se ven afectadas.
Para minimizar los riesgos, es esencial evitar la exposición directa al sol o a los rayos UV durante al menos 6 horas tras la aplicación cutánea o la ingestión oral de un aceite esencial que contenga furocumarinas. Es aconsejable evitar la exposición al sol o a fuentes de radiación UV durante el periodo de riesgo. Estas precauciones son esenciales para prevenir las reacciones cutáneas adversas relacionadas con la fotosensibilidad de estos aceites esenciales.
Aceites esenciales ricos en lactonas y cetonas
Como la menta piperita, la lavanda aspic, el romero ct verbenona, la artemisa, etc. son potencialmente peligrosos. Estos aceites son potencialmente peligrosos. Una dosis incorrecta de estos aceites puede causar toxicidad neurológica. Algunos también pueden ser abortivos (riesgo de aborto), dependiendo del nivel de cetona que contengan.
Algunos aceites esenciales (AE) pueden presentar un riesgo alergénico, que varía en función de la sensibilidad individual del paciente. Se sabe que algunos compuestos, en particular las lactonas sesquiterpénicas, tienen potencial alergénico. Es esencial realizar una prueba cutánea antes de aplicar estos AE sobre la piel para evaluar la reacción individual.
Los AE que contienen lactonas sesquiterpénicas, como el Laurel noble, la Artemisa anual y la Bandera dulce, requieren precauciones especiales. Se recomienda realizar una prueba cutánea antes de cualquier aplicación tópica de estos AE.
La menta piperita presenta riesgos específicos, y no debe ser utilizada por niños menores de 12 años debido al riesgo de broncoespasmo. Tampoco se recomienda a personas asmáticas o epilépticas, y su uso cutáneo es limitado.
Algunos AE pueden tener efectos neurológicos tóxicos y efectos abortivos. Esto se aplica en particular a los que contienen cetonas específicas, reconocibles por su sufijo “uno”. Estos AE están contraindicados para las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, los lactantes y niños menores de 6 años, las personas con antecedentes de epilepsia, los ancianos y cuando se administran por vía oral. Es imprescindible tomar precauciones específicas para evitar los riesgos asociados a estos AE.
Aceites esenciales ricos en sesquiterpenoles y sesquiterpenos
Los aceites esenciales ricos en sesquiterpenoles y sesquiterpenos, como el ciprés, la salvia, el niaulí, la zanahoria, etc., son potencialmente peligrosos. Estos aceites son potencialmente peligrosos. De hecho, son lo que se conoce como aceites similares a los estrógenos, lo que significa que estimulan las hormonas femeninas que actúan sobre el sistema urogenital, la glándula mamaria, el esqueleto, el sistema cardiovascular, el cerebro, el sistema digestivo, la piel y las mucosas. Por tanto, están contraindicados en caso de cánceres hormonodependientes, mastosis, fibrosis, cáncer de próstata o antecedentes de cánceres hormonodependientes.
¿Qué es un hidrolato en aromaterapia?
Un hidrolato es un agua de destilación o agua floral obtenida por destilación al vapor de una planta aromática o medicinal para obtener un aceite esencial. Durante el proceso de destilación en el alambique, las moléculas aromáticas de las materias primas destiladas son arrastradas por el vapor. Éstas se condensan y se recuperan en un decantador. El destilado obtenido se compone del aceiteesencial sobrenadante y del agua de destilación. Una ínfima parte del aceite esencial se solubilizaen esta agua floral.
Un hidrosol no es tan potente como un aceite esencial, pero al estar compuesto de agua (agua floral), conserva las moléculas de olor hidrosolubles y permanece ligeramente perfumado, con ciertas propiedades terapéuticas, como elagua de azahar utilizada para regular el sueño de los niños.
Es preferible utilizar un hidrosol a un aceite esencial en platos cocinados. Los hidrosoles también son preferibles a los aceites esenciales cuando se trata de bebés, niños, mujeres embarazadas o personas sensibles. Esta preferencia también se aplica a los animales domésticos, como los gatos.
Los hidrolatos se conservan mejor en el fondo del frigorífico hasta 2 meses después de abrirlos. La vida útil puede prolongarse unas semanas añadiendo un agente antibacteriano.
La aromaterapia es sin duda una medicina natural, pero dista mucho de ser la medicina alternativa que se suele describir. Para el aromaterapeuta Jean-Pierre Willem, “no es medicina alternativa. No es posible automedicarse”. Una sola cucharadita de aceite esencial de cedro, por ejemplo, puede bastar para provocar la muerte. Es mejor evitar jugar con la salud mezclando ciertos aceites esenciales sin conocer su contenido molecular y las dosis adecuadas.