Embarazada en pleno verano: Instrucciones de uso

El verano, con sus días soleados y sus altas temperaturas, trae alegría y vitalidad. Sin embargo, para las mujeres embarazadas, esta estación puede presentar retos específicos. Los cambios fisiológicos del embarazo conllevan necesidades especiales, sobre todo en el calor del verano. En este artículo, examinamos algunas estrategias esenciales para aprovechar al máximo este delicado periodo. Nos centraremos en la importancia de controlar el calor, la hidratación y una alimentación sana. Además, exploraremos consejos prácticos para mantener un bienestar óptimo, tanto física como emocionalmente. Nuestro objetivo es dar a las futuras mamás las claves para un verano sereno y satisfactorio, en armonía con su embarazo.

Embarazo de verano: ¿cuáles son los retos?

El embarazo estival conlleva una serie de retos, entre los que destaca el aumento de las temperaturas. Durante este periodo, el cuerpo de la embarazada experimenta cambios fisiológicos que pueden verse exacerbados por el calor. La termorregulación, es decir, la capacidad del cuerpo para mantener su temperatura interna, suele ser más difícil durante el embarazo. Las embarazadas pueden sentir más calor y sudar más, lo que puede causar molestias notables.

Comprender las dificultades relacionadas con el calor

Además, el embarazo provoca un aumento del volumen sanguíneo, lo que ejerce una mayor presión sobre el sistema cardiovascular. En verano, con las altas temperaturas, el corazón tiene que trabajar más para mantener una temperatura corporal normal, lo que puede hacer que te sientas cansada yagotada más rápidamente. Por eso es vital que las embarazadas reconozcan estos retos y adopten estrategias para mantenerse frescas y cómodas.

Los problemas de la deshidratación y la fatiga

La deshidratación es un riesgo importante durante el embarazo, sobre todo en verano. La necesidad de una hidratación adecuada se amplifica durante este periodo debido a la mayor necesidad de agua del organismo. La deshidratación puede tener graves consecuencias tanto para la madre como para el bebé, incluido el riesgo de infecciones urinarias, contracciones prematuras y complicaciones durante el parto. Es fundamental beber agua con regularidad a lo largo del día, aunque no sientas sed enseguida.

La fatiga también es un problema habitual durante un embarazo de verano. Las altas temperaturas pueden agravar la fatiga asociada normalmente al embarazo. Esto se debe a una serie de factores, como los trastornos del sueño, el trabajo extra que tiene que hacer el cuerpo para regular la temperatura y la sobrecarga del corazón. Es importante que las embarazadas se lo tomen con calma,eviten las actividades extenuantes durante las horas más calurosas del día y descansen regularmente.

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Evitar la deshidratación y comer bien durante el embarazo

No es fácil estar embarazada cuando hace calor
Sin embargo, las reglas básicas para las embarazadas son las siguientes:

  • Comer sano, dando prioridad a la fibra y a las frutas y verduras frescas.
  • Beber agua o zumos de fruta con regularidad. Es importante hidratarse bien Sin embargo, cuidado con las bebidas con demasiado azúcar o con gas, que no son buenas para la salud.
  • Prefiera las comidas ligeras para facilitar la digestión, que es una actividad generadora de calor.

Embarazada y cómoda con su ropa

Durante el embarazo, la comodidad de la ropa cobra protagonismo, sobre todo en verano. Es esencial encontrar la ropa adecuada que combine comodidad y estilo. Aquí tienes algunos consejos para ir cómoda y elegante al mismo tiempo.

  1. Opta por la fluidez y la ligereza: elige prendas holgadas que permitan que el aire circule libremente. Los vestidos largos, los pantalones fluidos y las faldas acampanadas de materiales naturales como el algodón o la seda son perfectos para mantenerse fresco.
  2. Estilo y personalidad: Incluso con unos kilos de más, es importante sentirse bien con uno mismo. Elige prendas que reflejen tu personalidad y te hagan lucir lo mejor posible, para sentirte guapa y segura de ti misma.
  3. Elección del calzado: El embarazo puede provocar cambios en la postura y la forma de andar. Elige zapatos cómodos, como planos o de tacón bajo, para mantener una buena postura y evitar dolores y molestias.

En conclusión, si eliges prendas adecuadas y cómodas, podrás pasar los meses de verano con facilidad, sin dejar de ser fiel a tu estilo personal.

Embarazada en verano: ¿cómo protegerse del sol y el calor?

La protección contra los rayos UV del sol es esencial para las mujeres embarazadas, sobre todo en verano. Por lo tanto, el uso de crema solar es imprescindible. Recomendamos una crema solar de amplio espectro, que ofrezca protección frente a los rayos UVA y UVB, con un FPS ( factor de protección solar) de al menos 30. Es importante aplicarla de forma generosa. Es importante aplicarla generosamente en todas las partes expuestas del cuerpo y reaplicarla cada dos horas, así como después de cada baño o transpiración excesiva.

Uso de la crema solar

La piel durante el embarazo puede ser más sensible y propensa a irritaciones o alergias. Por eso es aconsejable elegir cremas solares hipoalergénicas y sin perfume, especialmente diseñadas para pieles sensibles. También es importante probar la crema en una pequeña zona de la piel antes de utilizarla de forma prolongada para asegurarse de que no provoca una reacción adversa.

Busque la sombra y evite las horas de calor

Además de utilizar crema solar, es esencial que las embarazadas busquen la sombra y eviten la exposición al sol durante las horas más calurosas del día, generalmente entre las 10.00 y las 16.00 horas. Durante estas horas, los rayos UV son más intensos y pueden aumentar el riesgo de insolación y quemaduras solares.

Ponerse a la sombra, bajo una sombrilla, un árbol u otro refugio, reducirá considerablemente la exposición al sol. Llevar un sombrero de ala ancha, gafas de sol y ropa ligera, cubriente y de colores claros también puede proporcionar una protección adicional contra los rayos nocivos del sol.

Tomando estas precauciones, las embarazadas pueden disfrutar de las actividades veraniegas minimizando los riesgos asociados a la exposición al sol y al calor, lo que garantiza un mayor confort y seguridad para ellas y sus bebés.

Consejos dietéticos específicos para embarazadas en verano

Durante el embarazo, y especialmente en verano, es importante centrarse en ciertos alimentos que son beneficiosos tanto para la salud de la madre como para el desarrollo del bebé. Las frutas y verduras frescas son esenciales, ya que aportan vitaminas, minerales y una buena hidratación. Opciones como los melones, los cítricos, los pepinos y las ensaladas son perfectas para mantenerse hidratada y nutrida.

Alimentos a elegir

Las proteínas también son cruciales. Opta por fuentes de proteínas magras como las aves de corral, el pescado (cuidado con las variedades con alto contenido en mercurio), los huevos y las legumbres. Los cereales integrales, como la quinoa, la avena y el arroz integral, son excelentes para proporcionar energía duradera y facilitar la digestión gracias a su contenido en fibra.

También es importante incluir alimentos ricos en hierro para prevenir la anemia, como las espinacas, las lentejas y algunas carnes rojas, pero hay que asegurarse de que estén bien cocinados. Los lácteos, por su parte, son una buena fuente de calcio, necesario para el desarrollo óseo del bebé.

Alimentos a evitar

Algunos alimentos deben evitarse o consumirse con precaución durante el embarazo, sobre todo en verano. Es aconsejable limitar el consumo de cafeína, presente en el café, el té, algunas bebidas gaseosas y el chocolate. La cafeína puede aumentar la frecuencia cardiaca y la tensión arterial, y en grandes cantidades podría afectar al feto.

Los alimentos demasiado picantes o grasos pueden provocar acidez y malestar, sobre todo durante el embarazo. Además, los alimentos crudos o poco cocinados, como algunos quesos blandos, mariscos y carnes, pueden presentar riesgo de contaminación bacteriana o parasitaria, por lo que deben evitarse.

El consumo de alcohol debe evitarse por completo durante el embarazo, ya que puede tener efectos perjudiciales en el desarrollo del bebé.

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¿Cómo puedo evitar la toxoplasmosis?

La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa causada por el parásito Toxoplasma gondii. Aunque la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas, esta enfermedad puede suponer riesgos importantes para las mujeres embarazadas y sus bebés. Para prevenir la infección por toxoplasmosis, las mujeres embarazadas que no hayan sido inmunizadas deben tomar ciertas precauciones, como :

  1. Evitar comer carne cruda o poco hecha, sobre todo cordero y cerdo.
  2. Evitar el contacto directo con gatos y sus heces, ya que pueden ser portadores del parásito.
  3. Utilizar guantes al manipular tierra o arena, que pueden estar contaminadas por las heces de los gatos.
  4. Lave bien las frutas y verduras crudas para eliminar cualquier rastro de tierra que pueda estar contaminada.
  5. Lávese bien las manos después de manipular carne cruda, tierra o excrementos de gato.

En Francia, todas las mujeres embarazadas se someten a la prueba de la toxoplasmosis durante la primera visita prenatal. Si no han sido vacunadas, se les realizarán pruebas periódicas a lo largo del embarazo para detectar cualquier nueva infección. En caso de infección, se puede administrar un tratamiento para reducir el riesgo de transmisión al feto y minimizar los efectos de la infección.

Calor y exposición a pesticidas durante el embarazo

El verano puede plantear retos únicos a las embarazadas, sobre todo en lo que se refiere a la gestión del calor y la exposición a sustancias potencialmente nocivas, como los plaguicidas. Investigaciones recientes están arrojando luz sobre estas cuestiones.

  1. Estrés térmico y actividad física: Una revisión sistemática exploró los límites ambientales para el ejercicio y el estrés térmico pasivo durante el embarazo. Los resultados sugieren que las embarazadas pueden, en determinadas condiciones, realizar una actividad física moderada y exponerse al calor sin superar el umbral crítico de temperatura corporal de 39,0 °C, por encima del cual aumenta el riesgo de teratogenicidad. Esto indica que ciertas formas de ejercicio y exposición al calor son seguras durante el embarazo, siempre que se controlen bien.
  2. Exposición a plaguicidas organofosforados: Otro estudio realizado en los Países Bajos puso de relieve la relación entre la dieta y la exposición a plaguicidas en mujeres embarazadas. El estudio descubrió que el consumo de fruta era una fuente importante de exposición a plaguicidas organofosforados. Los niveles de metabolitos de estos plaguicidas en la orina eran superiores a los registrados en otros estudios, lo que plantea interrogantes sobre los posibles efectos en la salud de los fetos. Se necesitan más investigaciones para determinar el impacto preciso de esta exposición en la salud del feto.

Estos estudios subrayan la importancia de que las mujeres embarazadas se mantengan informadas y sean precavidas. Sobre todo durante el verano, en lo que respecta a su actividad física y su dieta. El conocimiento de los riesgos y la gestión adecuada de la exposición al calor y a los plaguicidas pueden contribuir a un embarazo más sano y seguro.

Referencias:

  1. Br J Sports Med. 2019 Jul;53(13):799-805. doi: 10.1136/bjsports-2017-097914. Epub 2018 mar 1.
    Estrés por calor y riesgo fetal. Límites ambientales para el ejercicio y el estrés térmico pasivo durante el embarazo: una revisión sistemática con síntesis de la mejor evidencia
  2. Int J Hyg Environ Health. 2018 abr;221(3):489-501. doi: 10.1016/j.ijheh.2018.01.013. Epub 2018 feb 3.
    Determinantes de la exposición a plaguicidas organofosforados en mujeres embarazadas: un estudio de cohortes basado en la población en los Países Bajos

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