La permeabilidad intestinal, a menudo denominada “intestino permeable”, es un concepto cada vez más estudiado en el campo de la gastroenterología y la medicina integrativa. Esta afección se refiere a un estado en el que la barrera intestinal, normalmente impermeable a ciertas sustancias, se vuelve más permeable. La barrera intestinal incluye una mucosa superficial, una capa epitelial y defensas inmunitarias. Su función principal es controlar el paso de elementos de la luz intestinal al torrente sanguíneo, regulando así la absorción de nutrientes y protegiendo contra sustancias nocivas.
Las alteraciones de esta barrera son el resultado de un aumento del transporte paracelular, de la apoptosis o de la permeabilidad transcelular. Las funciones de la barrera pueden comprobarse in vivo administrando moléculas sonda por vía oral o in vitro utilizando biopsias de la mucosa humana. Evaluar la función de la barrera intestinal más allá de la capa epitelial es esencial para una comprensión completa.
Estudios recientes han demostrado que factores de estrés como el ejercicio de resistencia, la administración de antiinflamatorios no esteroideos, el embarazo y los tensioactivos (como los ácidos biliares y ciertos factores dietéticos como los emulsionantes) pueden aumentar la permeabilidad intestinal. Estas alteraciones pueden revertirse mediante factores dietéticos, lo que subraya la importancia de la dieta en el control de la permeabilidad intestinal. Aunque las enfermedades inflamatorias o ulcerosas del intestino provocan un aumento de la permeabilidad intestinal, ninguna de estas enfermedades puede curarse simplemente normalizando la función de la barrera intestinal. Todavía no hay pruebas de que el restablecimiento de la función de la barrera pueda mejorar las manifestaciones clínicas de las enfermedades gastrointestinales o sistémicas, pero los clínicos deben ser conscientes de la posibilidad de disfunción de la barrera en las enfermedades gastrointestinales y de la barrera como diana para futuras terapias. (4)
En este artículo, nos sumergimos en los detalles de este fascinante fenómeno, explorando las causas, consecuencias y formas de reparar la barrera intestinal para mantener una salud óptima.
Comprender la barrera intestinal
La barrera intestinal desempeña un papel crucial en nuestra salud general, actuando como un guardián selectivo que regula la absorción de nutrientes y protege frente a sustancias nocivas.
Estructura y función de la barrera intestinal
La barrera intestinal es una estructura multicapa situada en la superficie de la mucosa intestinal del tracto gastrointestinal. Para desempeñar sus principales funciones como barrera física e inmunológica, varios componentes de esta barrera actúan de forma concertada. Incluye la capa de células epiteliales, las uniones estrechas entre estas células y una capa de moco que protege contra los patógenos y facilita el movimiento de los alimentos. Las proteínas de las uniones estrechas, comola ocludina, las claudinas y la zónula ocludens, desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la integridad de la barrera epitelial. (1)(2)
Mecanismos biológicos de la permeabilidad intestinal
Los mecanismos que regulan la integridad de la barrera intestinal son complejos e implican una serie de señales intracelulares y extracelulares. Estos mecanismos modulan dinámicamente los complejos de proteínas de la unión estrecha para permitir el transporte de moléculas esenciales y restringir las sustancias nocivas. Un desequilibrio en estas regulaciones conduce a un compromiso en la integridad de la barrera, lo que está relacionado con diversas condiciones patológicas como la enfermedad inflamatoria intestinal, la obesidad y los trastornos metabólicos.
Factores que pueden alterar la barrera intestinal
Varios factores pueden alterar la función de la barrera intestinal. Entre ellos, el estrés ambiental y fisiológico, incluido el uso de antiinflamatorios no esteroideos, el ejercicio físico y condiciones como el embarazo, suelen reducir la función de la barrera. Estos efectos pueden invertirse con suplementos como el zinc o la glutamina, que mejoran la barrera. Otros factores dietéticos beneficiosos para la barrera son las vitaminas A y D, el triptófano, la cisteína y la fibra. Por el contrario, el etanol, la fructosa y los emulsionantes alimentarios aumentan la permeabilidad. Los efectos de los prebióticos sobre la función de barrera son modestos, mientras que los probióticos ejercen un antagonismo directo e indirecto contra los patógenos. Diversos estudios muestran los efectos de los probióticos sobre la función de barrera, especialmente in vitro, in vivo en animales y en ensayos clínicos aleatorizados en humanos en respuesta al estrés o la enfermedad. (3)
Consecuencias de una barrera intestinal dañada
Investigaciones recientes destacan la importancia crucial de la barrera intestinal y su permeabilidad para la salud y la enfermedad. Sin embargo, los términos “barrera intestinal” y “permeabilidad intestinal” siguen estando mal definidos, y su evaluación e importancia clínica son objeto de debate.
Relación entre permeabilidad intestinal y diversas patologías
- Enfermedades autoinmunes e inflamatorias: una barrera intestinal dañada se asocia a diversas enfermedades inflamatorias y autoinmunes. La translocación de componentes luminales al huésped puede desencadenar reacciones inflamatorias, contribuyendo al desarrollo y la progresión de enfermedades como la enfermedad de Crohn, la celiaquía, la alergia alimentaria, el síndrome del intestino irritable, la obesidad, las enfermedades metabólicas y, más recientemente, las enfermedades neurodegenerativas y cardiovasculares. (5)(6)
- Trastornos digestivos: Se observa un aumento de la permeabilidad en la mayoría de los pacientes con enfermedad de Crohn y en el 10-20% de sus familiares clínicamente sanos. Esta permeabilidad anormal puede verse amplificada por la administración de aspirina. Las mediciones de la permeabilidad en pacientes con enfermedad de Crohn reflejan la actividad, extensión y distribución de la enfermedad, y pueden predecir la probabilidad de recurrencia tras una intervención quirúrgica o una remisión médica. La permeabilidad también aumenta en la enfermedad celíaca y por factores como traumatismos, quemaduras y antiinflamatorios no esteroideos. (7)
Discusión basada en estudios recientes
Las pruebas actuales ponen de relieve el papel clave de la barrera intestinal en la prevención y el tratamiento de las enfermedades. Esta barrera representa una vasta superficie mucosa en la que miles de millones de bacterias se enfrentan al mayor sistema inmunitario de nuestro organismo. Por un lado, una barrera intestinal intacta protege al cuerpo humano contra la invasión de microorganismos y toxinas; por otro, debe estar abierta para absorber líquidos y nutrientes esenciales. Los objetivos opuestos se logran mediante una compleja estructura anatómica y funcional, cuyo estado funcional se describe mediante la “permeabilidad intestinal”. Los medios para evaluar la permeabilidad intestinal varían enormemente y probablemente evalúan distintos componentes funcionales de la barrera. Las evaluaciones de la barrera se complican aún más por la variabilidad natural de esta entidad funcional en función de las especies y los genes, así como de la dieta y otros factores ambientales. (5)
Diagnóstico de los problemas de permeabilidad intestinal
El diagnóstico de los problemas de permeabilidad intestinal requiere un enfoque cuidadoso y preciso, con pruebas específicas para identificar las disfunciones y determinar las medidas de tratamiento adecuadas.
Métodos de diagnóstico actuales
Los métodos para diagnosticar la permeabilidad intestinal varían, pero en general se centran en evaluar la función de la barrera intestinal. Estos métodos incluyen pruebas ex vivo e in vivo, utilizando diversos biomarcadores y técnicas analíticas. En Francia, las pruebas in vivo pueden implicar el uso de biomarcadores de lesión epitelial como la citrulina (en plasma), la zonulina (en suero) y las claudinas 3-4 (en orina). Se sabe que la zonulina, en particular, provoca la desorganización de las uniones estrechas intercelulares y altera la permeabilidad intestinal. Puede observarse un aumento de sus niveles en el suero de pacientes que padecen ciertas patologías, como la enfermedad celíaca activa o la diabetes de tipo 1. (8)
Biomarcadores y pruebas disponibles
También se utilizan biomarcadores como la calprotectina (en heces) para evaluar la microinflamación intestinal, aunque este biomarcador no es específico. La zonulina también se utiliza como biomarcador, pero es importante tener en cuenta que su nivel sérico no refleja necesariamente la concentración local en el intestino, y que es un precursor de la haptoglobina 2, un marcador inespecífico de la inflamación sistémica. Por lo tanto, se necesita un anticuerpo específico para distinguir estas dos proteínas y hacer de la zonulina un biomarcador fiable de la permeabilidad intestinal.
Estos métodos y biomarcadores pueden utilizarse para evaluar la permeabilidad intestinal, aunque diversos factores pueden influir en los resultados y algunos métodos requieren una mayor validación antes de que puedan utilizarse ampliamente en clínica.
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37606514/
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30115904/
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33492118/
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31076401/
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25407511/
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37505311/
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/10980980/
- https://www.ipubli.inserm.fr/bitstream/handle/10608/8881/
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27812084/
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36615829/
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30883471/
- https://cdhf.ca/fr/comment-lalimentation-peut-elle-favoriser-la-sante-intestinale-et-le-systeme-immunitaire/
- lanutrition.fr
- https://www.biron.com/fr/centre-du-savoir/parole-de-specialiste/stress-gastro-intestinal/
- Fiber Fueled; Will Bulsiewicz, MD.
- https://zoe.com/