Plantas adaptógenas: ¿qué son?

Las plantas adaptógenas, un tesoro de la naturaleza a menudo ignorado, ofrecen multitud de beneficios para nuestra salud ybienestar. En este mundo moderno, en el que el estrés y la fatiga se han convertido en algo habitual, el descubrimiento y el uso de remedios remedios naturales para contrarrestar estas dolencias es de vital importancia. Las plantas adaptógenas, con su capacidad única para ayudar al organismo a adaptarse a las distintas tensiones ambientales, ofrecen una solución solución natural y eficaz solución.

En este detallado artículo, le invitamos a explorar el fascinante mundo de las plantas adaptógenas. Desde sus orígenes históricos en las antiguas prácticas medicinales chinas y rusas hasta sus aplicaciones contemporáneas, estas plantas ofrecen una impresionante gama de beneficios para la salud. Descubrirá cómo actúan sobre el cuerpo y la mente para promover una mayor resistencia al estrés, mejorar la vitalidad y apoyar la función cognitiva.

Analizaremos ejemplos notables como el ginseng, el eleuterococo y la ashwagandha, examinando sus propiedades específicas y las formas en que pueden incorporarse a su rutina diaria para lograr un bienestar óptimo. Tanto si es un entusiasta de la medicina natural como si simplemente busca formas naturales de mejorar su calidad de vida, este artículo le proporcionará información valiosa y práctica.

¿De dónde procede este término?

El investigador ruso Israel Brekhman introdujo el concepto de “adaptógenos”. Estas plantas mejoran la forma en que los individuos se adaptan a su entorno. Antes que Brekhman, otro científico ruso, Nicholai Lazarev, había explorado esta idea en 1947. Estudiaba los efectos del ginseng. Lazarev descubrió que los soldados mostraban una mayor resistencia al estrés y la fatiga, así como un mejor rendimiento físico.

Brekhman llevó esta investigación más lejos. Estudió los efectos de los adaptógenos en los mineros del Lejano Oriente ruso. Estos mineros vivían en condiciones muy duras. Durante los años 40 y 50, la Academia de Ciencias de Vladivostok puso en marcha un programa de investigación. El objetivo de este programa era identificar compuestos estimulantes. Estos compuestos pretendían promover el aumento de la resistencia de forma inespecífica.

El término “adaptógeno”, introducido por Lazarev, se refiere a las plantas que refuerzan las defensas del organismo contra el estrés y regulan las funciones orgánicas. Los adaptógenos actúan sobre la respuesta inespecífica al estrés, que implica diferentes fases: alarma, resistencia y agotamiento.

La aproximación a este concepto es compleja, ya que requiere la definición del estímulo/estrés y el uso de modelos experimentales. En mayo de 2008, la EMEA/HMPC/102655/2007 rechazó el término adaptógeno. Esta decisión se basó en la insuficiencia de los datos actuales. También tuvo en cuenta la calidad de los ensayos y el sesgo estadístico. El término sigue estando aceptado en la medicina tradicional. Sin embargo, las limitaciones de las evaluaciones de adaptógenos afectan a la credibilidad de los resultados.

Aunque el término es nuevo, el conocimiento de estas plantas no lo es. Los tratados de medicina china hacen referencia a “tónicos superiores ” que proporcionan “energía adaptógena ” y cumplen criterios muy específicos que son similares a la definición occidental de plantas adaptógenas.

¿Por qué utilizar plantas adaptógenas?

Las plantas adaptógenas atraen cada vez a más personas. Sus efectos beneficiosos sobre la salud física y mental explican este interés. Favorecen el equilibrio del organismo. También mejoran la capacidad deadaptación al estrés. De este modo, aumentan la resistencia general a las situaciones estresantes.

Estas plantas también aumentan la energía y la resistencia, haciendo que uno esté más alerta. Estimulan la memoria y las funciones cognitivas, resultando útiles para la concentración y el aprendizaje. En el plano afectivo, mantienen la calma emocional contribuyendo a la relajación y al bienestar físico, lo que mejora la gestión emocional.

De las 380.000 plantas catalogadas en el mundo, sólo una veintena posee propiedades adaptógenas. Por ejemplo, elginseng, famoso en la medicina china, aumenta el rendimiento deportivo. Sus propiedades antiinflamatorias explican este uso. La albahaca santa, apreciada en la medicina oriental, combate la ansiedad y el estrés. También optimiza el sistema inmunitario gracias a sus propiedades antivirales y antibacterianas.

Otras plantas adaptógenas tienen diversos usos.El eleuterococo mejora la memoria.La equinácea refuerza las defensas naturales. El hongo reishi refuerza el sistema inmunitario. La Griffonia calma el sueño. La maca mejora el rendimiento sexual.

Estas plantas se toman generalmente en tratamientos de tres semanas al mes, en diversas formas como cápsulas, polvos, decocciones de raíces, extractos hidroalcohólicos o tisanas. Disponibles en herboristerías, farmacias, tiendas de productos ecológicos y en Internet, no son tóxicas para el cuerpo humano. Sin embargo, es aconsejable consultar a un médico o farmacéutico antes de utilizarlas, sobre todo si se están tomando medicamentos.

Fatiga y astenia

La fatiga, aunque es una experiencia común, a veces puede esconder realidades más complejas. En general, existen dos formas principales: la fatiga fisiológica y la astenia.

La fatigafisiológica es la que todos sentimos después de hacer ejercicio o de un largo día. Es normal y generalmente se resuelve sola con el descanso.

Laastenia, en cambio, es más preocupante. Es un estado prolongado de debilidad que no mejora a pesar del reposo. Esta forma de fatiga puede tener un gran impacto en la vida diaria, provocando una sensación constante de cansancio y una disminución de la energía y la eficacia en las tareas cotidianas. Cuando estos síntomas persisten durante más de seis meses, hablamos de astenia crónica.

Es importante comprender que la astenia puede tener diversos orígenes. Puede estar relacionada con trastornos del sueño como el insomnio o la apnea del sueño, con problemas de salud mental como la depresión o la ansiedad, o con enfermedades crónicas (anemia, infecciones crónicas, enfermedades endocrinas o autoinmunes, etc.). Incluso determinados fármacos o sustancias pueden contribuir a esta fatiga persistente.

En casos de fatiga intensa, especialmente cuando está asociada al esfuerzo físico (como en las actividades deportivas), puede considerarse el uso de sustancias ergogénicas para mejorar la resistencia. Sin embargo, este enfoque debe considerarse con precaución y bajo supervisión médica.

Por último, existe una afección particular conocida como síndrome de fatiga crónica. Este síndrome se caracteriza por una fatiga extrema y repentina, sobre todo en personas que antes eran muy activas. Sus causas son variadas y pueden incluir infecciones, trastornos inmunitarios o problemas psicológicos. El síndrome de fatiga crónica tiene un impacto significativo en la vida social y profesional de quienes lo padecen.

Estrés

El estrés, una reacción natural ante situaciones difíciles, puede afectar al bienestar físico y mental. Gestionarlo adecuadamente es esencial para evitar que se convierta en ansiedad, depresión o agotamiento. El estrés se manifiesta como tensión mental y emocional ante retos o amenazas, y afecta tanto a la mente como al cuerpo. Un poco de estrés puede ser beneficioso, pero demasiado puede provocar problemas de salud.

Aprender a gestionar el estrés es crucial para sentirse menos abrumado y fomentar el bienestar. El estrés puede impedir la relajación, generar ansiedad, irritabilidad, dolores de cabeza, trastornos digestivos o del sueño, cambios en el apetito y aumentar el consumo de sustancias nocivas. También puede exacerbar problemas de salud mental ya existentes.

El estrés se caracteriza por miedo, preocupación, dificultad para relajarse, aumento del ritmo cardíaco, dificultad para respirar, dormir, comer y concentrarse, y puede agravar problemas de salud preexistentes. El estrés crónico es patológico y puede causar trastornos digestivos, dolores de cabeza, insomnio y otros problemas fisiológicos.

Técnicas como la relajación y la respiración ayudan a combatir el estrés, sobre todo el crónico. Las causas del estrés varían según la edad, desde situaciones violentas o conflictivas en niños y adolescentes hasta situaciones cotidianas o laborales estresantes en adultos. El estrés crónico puede estar relacionado con situaciones traumáticas o afecciones como el tabaquismo o los trastornos del sueño.

El estrés afecta a todo el mundo, pero su intensidad varía según la personalidad y la capacidad de afrontamiento de cada persona. Los síntomas del estrés incluyen signos emocionales, mentales y físicos como irritabilidad, ansiedad, dolores de cabeza, trastornos del sueño y trastornos alimentarios.

Más concretamente, las sustancias adaptógenas deben cumplir una serie de criterios:

  • Deben provocar una variación mínima de las funciones biológicas. Deben poder consumirse a largo plazo sin volverse tóxicas
  • Deben aumentar la resistencia del organismo frente a diversos agresores. No actúan sobre un síntoma específico.
  • Normalizan y equilibran las funciones “adaptando” su acción a las necesidades específicas de la persona (por ejemplo, una planta adaptógena puede subir o bajar la temperatura, moderar o estimular el sistema nervioso, etc.)

Así pues, una planta adaptógena le ayuda a adaptarse constantemente a las tensiones que le afectan a usted y a su organismo. Sea cual sea la naturaleza del estrés (físico, intelectual o psicológico).

Así se comprende mejor la utilidad de estas plantas en el mundo actual. La adaptabilidad se ha convertido en la norma para la mayoría de nosotros.

Las plantas adaptógenas armonizan la secreción de corticoesteroides y, por tanto, favorecen la acción de las glándulas suprarrenales, mejoran la capacidad de absorción y asimilación de las células, las ayudan en su función de eliminación, tienen un efecto anabólico, potencian la utilización del oxígeno por el organismo, contribuyen a la regulación de los biorritmos y son inmunomoduladoras.

Los efectos comunes observados tras un tratamiento con una de estas plantas van desde una mejora del estado general y de la energía de la persona hasta una mejor concentración y un sueño reparador.

Las plantas “adaptógenas” se encuentran en las principales medicinas tradicionales:

Definir su terreno naturista le permitirá orientarse hacia la planta que le resultará más beneficiosa.

He aquí 10 formas posibles de seguir un tratamiento con plantas adaptógenas

  1. Tomar complementos alimenticios a base de plantas adaptógenas, como la ashwagandha, la rodiola o el ginseng.
  2. Añada hierbas adaptógenas a sus platos, como tomillo, ajedrea o menta piperita.
  3. Beba infusiones de plantas adaptógenas para reducir el estrés y la ansiedad.
  4. Aplique aceites esenciales de hierbas adaptógenas sobre la piel para conseguir un efecto relajante.
  5. Aromaterapia con aceites esenciales de hierbas adaptógenas para ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.
  6. Practicar ejercicios de respiración y meditación para ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.
  7. Tomar baños calientes con hierbas adaptógenas para ayudar a reducir la ansiedad.
  8. Ejercicio físico regular para mejorar la resistencia al estrés.
  9. Adoptar hábitos alimenticios saludables para apoyar el sistema de salud en general.
  10. Dormir lo suficiente para mejorar la salud general.

Es importante tener en cuenta que la toma de plantas adaptógenas debe ir acompañada de un estilo de vida sano y equilibrado y consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento a base de hierbas.

Un vistazo más de cerca a algunas plantas adaptógenas

Exploremos juntos las distintas plantas adaptógenas.

Ginseng

El ginseng, Panax ginseng C.A. Meyer, pertenece a la familia de las Araliaceae y se caracteriza por sus raíces. Tiene 84 géneros y 20 especies, y se conoce en Asia como “renshen ” o raíz humana. Carl Anton Meyer, botánico ruso, dio nombre a esta planta herbácea, que se utiliza tradicionalmente en China, Corea y Japón como tónico. Shen Nong la utilizaba para tratar 23 enfermedades, y aparece en 653 recetas de la Farmacopea coreana para tonificar el “Qi” de los órganos.

La sobreexplotación ha llevado a que el cultivo del ginseng, principalmente en Corea, Estados Unidos y Canadá, requiera 6 años de cultivo. Especies como P. quinquefolius (EE.UU.), P. notoginseng (sur de China) y P. pseudoginseng (Japón) se utilizan como sustitutos del ginseng. El uso indebido del término “ginseng” para promocionar otras plantas conduce a la adulteración y la contaminación.

El ginseng contiene aceite esencial, polisacáridos, polininas y saponósidos (ginsenósidos), cuyos niveles están controlados por la Farmacopea Europea. Sus propiedades farmacológicas incluyen efectos antidepresivos, neuroprotectores y cardioprotectores, así como una mejora del metabolismo de los hidratos de carbono y los lípidos.

Los preparados de ginseng, según la monografía de la EMA, incluyen ginseng blanco y rojo en diversas formas: polvo, extractos secos y fluidos, para el tratamiento tradicional de la astenia y la fatiga. El ginseng puede tomarse durante un máximo de tres meses, y no se recomienda a mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, a falta de datos.

Los efectos secundarios son poco frecuentes, pero su uso incorrecto puede provocar trastornos hormonales o simular la impregnación de corticosteroides. Se han notificado interacciones medicamentosas, en particular una reducción del efecto anticoagulante de la warfarina y un aumento de la hepatotoxicidad del imatinib.

Eleuterococo

El Eleuterococo o ginseng siberiano (Eleutherococcus senticosus) pertenece a la familia de las Araliáceas. Descrita por Maximowicz en el siglo XIX, comprende entre 15 y 30 especies, pero sólo una se encuentra en Rusia. Utilizada desde los años 50, no se reconocía tradicionalmente como medicinal.

Sus componentes activos, los eleuterósidos, incluyen fenilpropanos, lignanos y cumarinas. Estas sustancias tienen actividad inmunomoduladora, antiviral indirecta, antioxidante, antiinflamatoria, neuroprotectora y cardioprotectora, así como efectos vasodilatadores, hepatoprotectores y antidiabéticos.

Estudios clínicos más antiguos y no controlados han demostrado mejoras en el rendimiento físico y mental en situaciones de estrés, así como beneficios en la profilaxis de infecciones víricas. Estudios aleatorizados han confirmado efectos positivos sobre la resistencia, la función cardiovascular, la fatiga crónica, el rendimiento cognitivo y en pacientes hipertensos.

Tradicionalmente, según el HMPC, el Eleuterococo se utiliza para tratar los síntomas de la astenia. Las dosis varían según la forma: infusión, polvo, extractos fluidos o secos, tintura y vino. Generalmente se toma durante un máximo de dos meses.

Los efectos secundarios pueden ser insomnio, palpitaciones, hipertensión, irritabilidad, nerviosismo, dolores de cabeza y hemorragias. Puede interactuar con anticoagulantes, antihipertensivos e hipoglucemiantes, pero no afecta a las enzimas CYP450.

Rhodiola

La Rhodiola rosea L., también conocida como lirio rosa, pertenece a la familia de las Crassulaceae y se encuentra en las regiones montañosas de Europa del Este. Conocida desde la antigüedad y utilizada en la medicina tradicional del norte de Europa, se recolecta principalmente en las montañas de Altai, en Siberia.

La Rhodiola rosea L. se distingue por su alto contenido en rosavina en comparación con otras especies. Su extracto SHR-5, obtenido con etanol al 70%, contiene como mínimo un 3% de rosavina y un 0,8-1,0% de salidrosida. También contiene proantocianidinas, catequinas, flavonoides, taninos, triterpenos y un aceite esencial.

Sus propiedades incluyen efectos antioxidantes, antifatiga, antiestrés y cardioprotectores. También es eficaz contra los trastornos cognitivos y ayuda a la abstinencia de nicotina.

Clínicamente, el extracto de SHR-5 muestra efectos antifatiga, mejora el rendimiento mental y la concentración y reduce el cortisol salival. También es eficaz contra la depresión de leve a moderada y mejora la calidad del sueño y la vida en altitud.

Según la monografía de la EMA, la Rhodiola rosea se utiliza tradicionalmente para tratar temporalmente los síntomas del estrés, como la fatiga y la sensación de debilidad. La dosis recomendada para el extracto seco (DER 1,5-5:1), a base de etanol al 67-70%, es de 144-200 mg por dosis, con un máximo de 400 mg al día. El tratamiento se limita a dos semanas.

La Rhodiola rosea no está recomendada para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia debido a la falta de datos al respecto.

Ashwagandha

Withania somnifera (L.) Dunal, miembro de la familia de las solanáceas, pertenece al género Withania, que comprende 20 especies. Withania somnifera, conocida como ginseng indio o ashwagandha, se encuentra principalmente en Asia y África. Esta planta herbácea perenne recibe varios nombres vernáculos. Sus raíces, hojas y frutos se utilizan como plantas medicinales. Figuran en varias farmacopeas, incluida la ayurvédica de la India.

Su composición química es rica en ácidos grasos, alcaloides, esteroides (especialmente withanólidos) y heterósidos como los sitoindósidos y los withanósidos. Estos componentes activos actúan sobre las neuronas del córtex primario, reduciendo la actividad de la β-secretasa y aumentando la actividad de la α-secretasa.

En Ayurveda, Withania somnifera se utiliza como revitalizante general, tónico y antiinflamatorio, contribuyendo a la salud general según el concepto Rasayana. En África, se utiliza como analgésico, antiepiléptico, diurético y laxante, y para tratar afecciones febriles o inflamatorias y el reumatismo.

Su toxicidad es baja en caso de exposición aguda e inexistente en caso de uso crónico de las raíces, aunque el fruto puede causar problemas digestivos. Es posible que se produzcan interacciones con otros medicamentos, sobre todo con los que actúan sobre el SNC.

El CMBP (EMA/HMPC/681519/2012) no ha establecido un uso tradicional para Withania somnifera, a pesar de su uso ancestral, debido a la insuficiencia de datos. La Farmacopea Europea está preparando una monografía (EMA/HMPC/494079/2007, noviembre de 2013), lo que indica un creciente reconocimiento de sus usos potenciales.

Seta Cordyceps sinensis

El Cordyceps sinensis, clasificado en la familia de los Ophiocordyceps (Ophiocordyceps sinensis), es un hongo originario del Himalaya chino, utilizado históricamente por los emperadores chinos. Su elevado coste, que alcanza los 15.000 USD/kg, ha propiciado su cultivo, en particular de la cepa CS-4. Crece sobre la larva del Hepialus amoricanus.

Su composición química incluye nucleósidos y análogos como adenosina, cordicepina, esteroles, azúcares (manitol, polisacárido complejo CSP-1) y dioxopiperazinas. Sin embargo, se ha observado contaminación por metales pesados (Pb, Hg, Cd).

El Cordyceps se ha utilizado tradicionalmente para tratar la astenia, mejorar la fertilidad y tratar enfermedades renales, respiratorias y hepáticas. Adquirió notoriedad durante los Juegos Olímpicos de 1993, cuando los atletas chinos la utilizaron, destacando sus efectos adaptógenos.

Los estudios farmacológicos revelan que el Cordyceps tiene efectos antiinflamatorios y antitumorales, aumenta la secreción de testosterona y la producción de estradiol, posee propiedades antioxidantes y aumenta la sensibilidad a la insulina. Su toxicidad es baja, pero hay que vigilar la contaminación por metales pesados. Se necesitan más estudios para evaluar plenamente sus propiedades y usos.

Fuentes

  • https://www.ameli.fr/assure/sante/themes/asthenie-fatigue/definition-symptomes-causes#:~:text=Asth%C3%A9nie%2C%20common%C3%A9ment%20called%C3%A9e%20chronic%20fatigue%20or%20a%20psychic%20suffering.
  • https://www.passeportsante.net/fr/Maux/Problemes/Fiche.aspx?doc=stress_pm
  • https://www.who.int/fr/news-room/questions-and-answers/item/stress#:~:text=El%20estrés%20es%20un%20%C3%A9estado%20de%20estrés%20en%20alguna%20medida.
  • Curso “Estimulantes y adaptógenos” CSHPSP Licence Professionnelle impartido por la Dra. Sabrina Boutefnouchet

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