¿Qué es la alfalfa?
La alfalfa, más comúnmente conocida como alfalfa cultivada (Medicago sativa L.), es una planta notable del reino vegetal. Originaria de regiones templadas cálidas, pertenece a la familia de las fabáceas, una de las más diversas e importantes en cuanto a variedades. Históricamente, ha desempeñado un papel clave en la agricultura y la alimentación animal, gracias sobre todo a sus excepcionales propiedades nutritivas.
¿Cuáles son sus atributos botánicos?
Un poco de historia
La alfalfa se extendió progresivamente por Europa Central, Siberia y China. Caracterizada sobre todo por su resistencia al frío y su bajo rendimiento, esta primera variedad se conoce como Medicago falcata. Fue contemporánea de otra especie europea, M. sativa, llamada así precisamente para precisar su carácter esencialmente cultivado(sativus en latín). Los griegos, los romanos y luego los árabes contribuyeron a difundir la planta en África oriental y septentrional, así como en España y Francia.
A principios del siglo XVI, el encuentro de estas dos variedades de alfalfa, planta que se hibrida con facilidad, dio lugar a la variedad llamada “flamenca”, de la que descienden las alfalfas cultivadas actualmente en agricultura para alimentación animal.
Los antiguos chinos también la consumían como verdura. En el norte de África, los árabes la llamaban “al-fac-facah”, que significa “padre de todos los alimentos”. Se lo daban a los caballos para aumentar el valor nutritivo de su comida y hacerlos más fuertes. No sólo es una de las plantas con mayor concentración de fitoestrógenos y fitoesteroles, sino también una de las fuentes conocidas más ricas en minerales, gracias a sus raíces que se adentran en el suelo, absorbiendo nutrientes que otras plantas no pueden alcanzar.
¿Cuáles son los beneficios de esta planta?
Medicago sativa L., más conocida como alfalfa, tiene importantes beneficios ecológicos, nutricionales y terapéuticos.
Desde el punto de vista ecológico, la alfalfa desempeña un papel clave en la fijación del nitrógeno atmosférico, reduciendo así la concentración de nitrógeno nítrico en el suelo. Este proceso contribuye a limitar la lixiviación de los nitratos, protegiendo así la capa freática. Su contenido en Materia Nitrogenada Total (MNT) varía entre el 14% y el 29% de la Materia Seca (MS), dependiendo de diversos factores como la fase de crecimiento y el método de recolección.
La alfalfa supera incluso a la harina de soja en cuanto a composición de aminoácidos. Es rica en proteínas, en particular Rubisco, y en una amplia gama de vitaminas (B, C, D, E, A), y se utiliza en dietética y farmacia.
Desde el punto de vista terapéutico, los fitoestrógenos de la alfalfa, en particular los flavonoides, tienen propiedades similares al estradiol, por lo que son mejor absorbidos por los receptores hormonales. Las saponinas presentes reducen la absorción del colesterol, limitan la progresión de las células cancerosas y tienen efectos antioxidantes. La alfalfa también es reconocida por su papel en el tratamiento de la diabetes, ya que estimula la incorporación de glucosa en forma de glucógeno a los músculos y posee propiedades similares a la insulina.
Otras propiedades terapéuticas son sus efectos antibacterianos, antifúngicos, antihemorrágicos y hemostáticos. Puede incluso modular la acción de los fármacos anticoagulantes e hipolipemiantes.
Como planta forrajera, la alfalfa es esencial para la alimentación del ganado, ya que constituye una rica fuente de proteínas y carotenos.
En cuanto a su toxicidad, la alfalfa suele ser segura en las dosis recomendadas, aunque se han descrito casos de alergia, problemas gastrointestinales, dermatitis y artralgias.
¿Cuáles son las principales propiedades farmacológicas de la alfalfa?
La alfalfa despierta interés por sus posibles beneficios terapéuticos. Sin embargo, no se ha establecido la validez científica de todos sus usos. Los estudios en animales sugieren que la harina de semillas de alfalfa puede reducir los niveles de colesterol y triglicéridos sin alterar el colesterol “bueno”, pero la investigación en humanos sigue siendo limitada y poco concluyente. En cuanto a la menopausia, los fitoestrógenos contenidos en la alfalfa pueden reducir los sofocos, pero las pruebas son insuficientes. En fitoterapia, la alfalfa se utiliza para tratar la fatiga general, laanemia y otras afecciones, comola osteoporosis, debido a su alto contenido en minerales, sobre todo calcio. También se estudian sus propiedades anticolesterol y diuréticas, así como su potencial para regular los niveles de azúcar en sangre yeliminar toxinas gracias a su contenido en clorofila.
Propiedades hormonales
Se le atribuye un efecto antiandrogénico y anti-LH indirecto. También se ha demostrado que la alfalfa tiene un efecto sobre los trastornos climatéricos de la menopausia (sofocos).
Laactividad estrogénica de ciertas plantas, entre ellas la alfalfa, ha sido reconocida in vitro e in vivo por la ANSES. Esta actividad se atribuye a la presencia de coumestanos (como el coumestrol y el 4-metoxicoumestrol) y deisoflavonas (genisteína, daidzeína), que se unen a los receptores estrogénicos y muestran una actividad uterotrófica. Plantas como la soja, el trébol, el lúpulo, el kudzu, el regaliz, el lino y el hinojo, que contienen isoflavonas, pertenecen a las familias Fabaceae y Papillonaceae. Contienen unas 70 agliconas y 40 glucósidos, con una elevada concentración en las semillas y los frutos secos. Los lignanos presentes en muchas frutas, verduras, té y café, y en particular en la linaza y los cereales integrales, son también fuentes importantes de fitoestrógenos.
Los efectos estrogénicos incluyen un aumento de la base epitelial y de la proliferación estromal del útero, así como un aumento de los niveles séricos de prolactina. Se han observado efectos antiestrogénicos en animales expuestos a dietas enriquecidas con cumestrol, lo que provoca anovulación e incapacidad para sintetizar LH tras la inyección de estradiol. Además, se han descrito múltiples efectos hormonales en machos jóvenes, incluyendo una disminución de los niveles séricos de testosterona y estradiol, y un aumento de los niveles de prolactina.
En resumen, la alfalfa y otras plantas de la familia de las fabáceas tienen propiedades estrogénicas potenciales que pueden influir en diversos procesos hormonales de los animales.
Propiedades metabólicas
Regulación del colesterol, con mejora del perfil lipídico:
Un estudio demuestra que los saponósidos de alfalfa inhiben la absorción intestinal del colesterol formando un complejo insoluble. El resultado es una reducción de la relación entre el colesterol total en plasma y el colesterol HDL, así como un aumento de la excreción fecal de esteroides y ácidos biliares.
Además, los flavonoides y los fitoestrógenos presentes en la alfalfa actúan sinérgicamente para ejercer una acción antioxidante sobre el colesterol LDL. Se ha demostrado in vitro que las saponinas de la alfalfa modulan la expresión del ARNm de los genes implicados en el metabolismo del colesterol. Los efectos beneficiosos de las saponinas de alfalfa incluyen una reducción significativa de la absorción intestinal de colesterol, la limitación de la progresión de las células cancerosas y su efecto antioxidante. Además, se ha sugerido que Medicago sativa.L puede contrarrestar la acción anticoagulante de fármacos similares. Estos efectos complementan los de los fármacos hipolipemiantes.
Se sabe que los fitoesteroles, presentes de forma natural en las plantas, reducen los niveles de colesterol en sangre al competir con el colesterol en el intestino. En los productos enriquecidos con fitoesteroles están autorizadas las declaraciones que indican que los fitoesteroles reducen el colesterol sanguíneo y que esta reducción puede disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, han surgido dudas sobre los riesgos y beneficios del consumo de estos productos.
Según laAgence nationale de sécurité sanitaire de l’alimentation, de l’environnement et du travail (ANSES), aunque los fitoesteroles contribuyen a reducir el colesterol sanguíneo, los datos actuales no permiten demostrar su beneficio en la prevención de las enfermedades cardiovasculares ni considerar los alimentos enriquecidos con fitoesteroles como un medio de prevención adecuado a escala poblacional.
Regulación de la glucemia
Su uso se ha confirmado in vivo en modelos diabéticos. En concreto, se cree que la alfalfa estimula la incorporación de glucosa en forma de glucógeno al músculo abdominal y que posee propiedades similares a las de la insulina.
La alfalfa se ha utilizado tradicionalmente como tratamiento de la diabetes. Esta capacidad se ha demostrado in vivo utilizando modelos de ratones diabéticos. Se cree que la alfalfa favorece específicamente la incorporación de glucosa en forma de glucógeno al músculo abdominal, lo que le confiere propiedades similares a las de la insulina. Estos hallazgos están respaldados por referencias como Malinow (1981), Gray (1997) y Hwang (2001).
Más recientemente, en 2009, el Centro Nacional de Salud Complementaria y Alternativa patrocinó un ensayo clínico para investigar el uso de la alfalfa y otros extractos de plantas en la regulación de los niveles de insulina. Las pruebas iniciales sugieren que un compuesto llamado NIC5-15, extraído de la soja, la alfalfa, las piñas y la corteza de pino, puede resultar un extracto beneficioso para regular los niveles de azúcar en sangre.
En resumen, la alfalfa es reconocida por su potencial en el tratamiento tradicional de la diabetes, avalado por estudios en modelos de ratón. Además, investigaciones recientes sugieren que un compuesto derivado de la alfalfa podría ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre, abriendo nuevas perspectivas para el tratamiento de la diabetes.
Actividad alcalinizante y moduladora de los minerales
La alfalfa está reconocida por sus propiedades remineralizantes, aunque el apoyo clínico sigue siendo limitado, basándose principalmente en extrapolaciones del conocimiento científico general. Sin embargo, observaciones empíricas, ensayos clínicos preliminares y casos médicos concretos confirman algunas de sus excepcionales propiedades terapéuticas.
Como tónico y remineralizante, la alfalfa tiene un efecto estimulante sobre el sistema nervioso. Es eficaz para combatir la descalcificación, el cansancio general y deportivo, así como para prevenir las distensiones musculares y los calambres. Las mujeres menopáusicas y las personas que padecen artritis, reumatismo y gota pueden beneficiarse especialmente de sus efectos beneficiosos.
Por último, como planta desintoxicante, la alfalfa es inestimable para las curas de desintoxicación. Su potente efecto depurativo sobre los tejidos del organismo la convierte en una baza esencial para quienes deseen llevar a cabo una depuración en profundidad. Además, contiene una interesante combinación de minerales, oligoelementos y vitaminas de los grupos B, C, D, E y A, lo que la convierte en un complemento nutricional completo.
Antifúngico y antibacteriano
Además, gracias a su alto contenido en clorofila, una sustancia con propiedades comparables a las de lahemoglobina de la sangre, la alfalfa es especialmente eficaz en el tratamiento de enfermedades infecciosas. Es útil para tratar diversas afecciones, como bronquitis,asma, prostatitis, problemas de vejiga, trastornos cutáneos y enfermedades víricas y bacterianas en general.
Los productos antibacterianos incluyen moléculas que atacan selectivamente las vías metabólicas de las bacterias, sin causar generalmente efectos tóxicos en organismos superiores. Estos productos pueden ser de origen sintético (farmacéutico) o natural (vegetal). El mecanismo exacto de los efectos antimicrobianos de los polifenoles, como los flavonoides, sigue siendo complejo, pero se han planteado algunas hipótesis, como la inhibición de enzimas extracelulares microbianas, el secuestro de sustratos necesarios para el crecimiento microbiano y la quelación de metales como el hierro.
Los flavonoides tienen una amplia actividad antibacteriana, inhibiendo el crecimiento de diferentes cepas bacterianas como Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Enterococcus feacalis, Enterobacter cloaceae, Heliotropium sinuatum, Proteus mirabilis y muchas otras. Cada flavonoide actúa de forma específica sobre determinadas bacterias, mostrando una gran variedad de efectos.
En cuanto a la actividad antifúngica, los flavonoides han demostrado ser potentes contra diversos agentes fúngicos, como Microsporum canis, Microsporum gypseum, Trichophyton mentagrophytes y Candida zeylanoides. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para comprender plenamente su acción antifúngica, dada la gran diversidad de mohos y levaduras.
La composición de los flavonoides puede variar en función de varios factores, como las condiciones de cultivo, que influyen en su actividad antibacteriana. Además, algunos estudios han empezado a dilucidar los mecanismos de acción de los flavonoides sobre los microorganismos, en particular por lo que respecta a su interacción con laADN girasa deEscherichia coli.
¿Hay que tomar precauciones al utilizar Alfalfa?
La alfalfa, una planta rica en clorofila y flavonoides, ofrece diversos beneficios para la salud, incluidas propiedades antimicrobianas contra bacterias y hongos. Sin embargo, existen algunas contraindicaciones y precauciones de uso importantes.
En primer lugar, la alfalfa no se recomienda a personas conhiperestrogenismo o cánceres hormonodependientes, como el de mama o el de útero. También deben evitarla las personas que sufren disfunciones inmunitarias, ya que puede provocar la reactivación del lupus eritematoso sistémico (LES ) y otras enfermedades debido a su alto contenido en saponósidos.
En cuanto a las interacciones medicamentosas, la alfalfa puede interactuar con ciertos fármacos anticoagulantes debido a su contenido en vitamina K, que podría contrarrestar el efecto anticoagulante de estos medicamentos. Además, los efectos de la alfalfa sobre la regulación del metabolismo del colesterol podrían sumarse a los de los fármacos hipolipemiantes.
En cuanto a las precauciones de uso, se recomienda no consumir grandes cantidades de semillas sin germinar para evitar efectos indeseables.
También es importante señalar que la alfalfa no se recomienda a las personas que ya hayan padecido lupus eritematoso sistémico ni a las que tengan el sistema inmunitario debilitado.
Por último, aunque las reacciones adversas a la alfalfa son poco frecuentes, en algunos casos se han notificado reacciones como dermatitis y problemas gastrointestinales. Además, pueden producirse interacciones cuando la alfalfa se toma en combinación con otras plantas medicinales o suplementos, sobre todo en lo que respecta a la regulación de los niveles de azúcar en sangre. Estas interacciones podrían sumarse a los efectos de otras plantas o medicamentos con efecto hipoglucemiante.
Cómo debe tomarse la alfalfa y a qué dosis?
La dosis de alfalfa varía según la forma en que se consuma. Sin embargo, los datos disponibles siguen siendo limitados, por lo que resulta difícil recomendar una dosis precisa.
En su forma seca, la alfalfa suele tomarse como suplemento dietético, normalmente en forma de polvo en cápsulas. Sin embargo, no existe una dosis normalizada ampliamente aceptada para esta forma.
En forma líquida, existen dos opciones populares. Elextracto fluido estandarizado de planta fresca permite tomar de 5 a 10 ml al día, diluidos en un vaso de agua. Una alternativa es la tintura madre, con una recomendación de 20 a 25 gotas a tomar de 1 a 2 veces al día, también en un vaso de agua.
Se recomienda tomar un tratamiento de tres semanas de alfalfa dos veces al año. Si opta por el extracto líquido, le sugerimos tomarlo tres veces al día, justo antes de las comidas, ingiriendo de 20 a 25 gotas al día, diluidas en un poco de agua, zumo de frutas o té.
Al utilizar preparados estandarizados de alfalfa, es esencial respetar las dosis recomendadas específicas de cada producto.
También hay que tener en cuenta que la alfalfa puede consumirse de diversas formas, ya sea en ensalada, en semillas germinadas o enextracto. La forma que elija dependerá de sus preferencias personales y de las recomendaciones específicas de los productos que utilice.
Literatura médica y ensayos clínicos
- Gray A.M. et al, Pancreatic and extra-pancreatic effects of the traditional anti-diabetic plant, Medicago sativa (lucerne), Br J Nutr, 1997
- Hwang J. et al, Soy an alfalfa phytoestrogen extracts become potent low-density lipoprotein antioxidants in the presence of acerola cherry extract, J Agric Food Chem, 2001
- Sadowska B. et al, New pharmacological properties of Medicago sativa and Saponaria officinalis saponin-rich fractions, addressed to Candida albicans, J Med Microbiol, 2014
- Liang X.P. et al, Efectos del extracto de saponina de alfalfa en la expresión de mRNA auto de Ldlr, LXRα y FXR en células BRL, J Zhejiang Iniv Sci B., 2015
- Liu X.G. et al, Efectos neuroprotectores de las saponinas triterpenoides de Medicago sativa L. contra el estrés oxidativo inducido por H202 en células SH-SY5Y, Bioorg Chem, 2019
- Swanston-Flatt SK, Day C, Bailey CJ, Flatt PR. Tratamientos vegetales tradicionales para la diabetes. Studies in normal and streptozotocin car diabetic mice. Diabetologia. 1990